Ermita del Pradico-Rambla de las Canteras-Cejo de los Enamorados

Accedemos desde la Autovía Murcia-Lorca A-7 y E-15; Salida 636 (RM 11) Autovía Lorca-Águilas; como el aparcamiento previsto está de obras, aparcamos a la entrada del IES San Juan Bosco.

Partimos hacia la Rambla del Pino

 cruzando bajo la Autovía E-15; 

transitamos por ella 1,4 km, 

nos salimos empujando bicis por la izquierda a la pista; en el primer cruce tomamos a la derecha, en el segundo a la izquierda y en el tercero a la derecha, mientras vamos rodeando la Sierra de la Peña Rubia.

Pasamos junto al Cortijo de Doña Jacoba, 

torcemos a la izquierda en el cruce con el asfalto; 

los almendros florecidos dan un toque de belleza al paisaje;

 desde las ruinas del Cortijo del Parador, 

descendemos pisteando a los Cortijos del Pino y Saltador en la Sierra de la Torrecilla.

En la Solana, 

torcemos en ascenso desde el Cortijo de Casas Viejas; 

en el descenso hacemos un alto en la Ermita del Pradico, para tomar el mantente; 

dejamos la pista principal por un sendero a la izquierda y al otro lado de la alambrada.

Descendemos para enlazar con el largo y divertido sendero, transcurre por la Rambla de las Canteras al Camino del Campico; tras vertiginoso descenso,

 entramos por la Rambla de los Diecisiete Arcos; 

en principio con tramos impracticables, 

nos obliga a subir

 y bajar bicis

 antes de poder seguir por el cauce más ancho.

La abandonamos por pista a la derecha, 

cruzamos la Rambla del Cambrón por encima del estrecho puente al Camino de los Huertos; rodeando una vivienda, donde hay un cartel de mosaicos dedicados a la memoria de D. Antonio Robles Vives, ilustre lorquino que impulsó la reforma agraria de la comarca.

Pasado un depósito de agua, ascendemos por estrecho sendero matorralero, 

con tramos aéreos sobre un profundo ramblizo; 

acaba en una rampa contundente; 

seguimos en ligero ascenso hasta cruzar un collado, 

se recrudece el ascenso con tramos pedregosos de empujar bicis, vamos paralelos a la Rambla de la Quinquilla, hasta alcanzar la Fuente del Cejo de los Enamorados.

En la madrugada de San Juan, aparecía la bella princesa mora Halewa, encantada por un mago sarraceno a las órdenes de Abu Hassam; queriendo desposarse con la joven, emboscó a su amor, el noble caballero Meruan, suplantando a Halewa en el ahora llamado Cejo de los Enamorados. 

Meruam viéndose morir se arrojó por el precipicio, su último grito alertó a la princesa Halewa,  al borde del precipicio vio la cinta que le diera a su amado cubierta de sangre, y ante las amenazas de Hassam, desesperada, se arrojó junto a él. Fruto de este acto de sangre y amor, aconteció que manara una fuente en dicho lugar.

Iniciamos la marcha por el Cejo de los Enamorados, 

sendero acondicionado más conocido y recorrido de Lorca, paraje natural e histórico incluido como LIC y ZEPA. Por estrechos puentes de piedra con barandillas, 

seguimos la canalización de la Acequia de los Pilones, 

con pequeñas pérdidas de agua en algunos tramos; pedaleamos a media ladera con la ligera pendiente que necesita el agua para fluir.

Conectamos con la pista asfaltada siguiéndola un trecho, para continuar el trazado de la acequia entubada con vistas de la Fortaleza del Sol (símbolo de poder y de la lucha incesante entre el reino nazarí de Granada y la Corona de Castilla); 

descendemos veloces por la carretera; 

cruzamos bajo la Autovía y por la derecha volvemos al aparcamiento.


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