Cascada Pozo Fero “Cero”-Bosque de ribera Río Barayo-Playa de Barayo

Accedemos desde la N-634 y, tras 400 m, por la NV-2 hacia Puerto de Vega, giramos por la derecha a la entrada de la pista forestal, trayecto de la Senda Costa Naviega, donde aparcamos la autocaravana.

Partimos en claro descenso envueltos en un bosque mixto; 

torcemos a la derecha en el cruce, bajando pronunciadamente en zig-zag, hasta que se acaba la pista junto a las ruinas de un molino, 

seguimos por sendero de firme irregular eludiendo el ramaje y oyendo el tronar de la cascada Pozo Fero “Cero”; se muestra impresionante poco más adelante

 ante nuestros atónitos ojos; 

rodeada de frondosa vegetación y con dos buenos saltos de agua; se nos antoja un paraíso de vida.

Volvemos sobre nuestros pasos al cruce, para continuar pisteando bajo los castaños

 y algún eucalipto disperso, alcanzamos una finca acotada en una pradería con animales sueltos, se oferta como alojamiento rural;

 la rodeamos por su vallado, 

entrando por el sendero en un magnífico bosque de ribera regado por el Río Barayo,

 presenta algún tramo bifurcado y zonas inundables con algo de barro.

Llegamos al cruce con la pista por la que volveremos, 

seguimos a la derecha en descenso, cruzamos por rústico puente en otra zona preciosa,

 siguiendo el sendero arbolado que serpentea salvando zonas cenagosas que ahora permaneces casi secas, 

hasta que entroncamos con la pista que viene de Sabugo, 

nos conduce en pocos metros a la Playa de Barayo.

Salvando un montículo arenoso, aparece la playa con una panorámica fantástica con la marea baja,

 la amplitud del espacio tan abierto, tras caminar por sendero estrecho y sombreado, supone un agradable contraste así como una explosividad luminosa y colorista.

 Hundiéndonos parcialmente en el suelo arenoso recorremos la orilla hasta su final;

 tomamos el mantente sentados en un tronco junto a la desembocadura del río,  mientras vemos descender por el rascacielos de escaleras en el acantilado, a grupos de personas que vienen a disfrutar de los alicientes playeros.

Nos descalzamos para vadear la serpenteante desembocadura arenosa del Río Barayo, 

cruzando por unos 20 /30cm  de profundidad en un trecho de 2 m aproximadamente. Iniciamos la subida escaleras arriba 

con una espectacular visión de toda la ensenada; 

enlazamos con la pista al aparcamiento, donde comenzar el descenso por pista forestal al cruce de la ida, realizando una paradita en el mirador;

 solo nos queda la vuelta conocida hasta la salida.

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