Rodalquilar-Mina las Niñas-Cortijo de la Rellana-Barranco de Requena

Accedo al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, desde la carretera ALP-826 hacia la caldera volcánica del Valle de Rodalquilar. Aparco en la calle Villa Cepillo de Rodalquilar (36°50'49.41"N  2° 2'37.48"W).

Parto hacia el Sur por pista,

 tuerzo a la izquierda en el cruce con el vallado de las instalaciones mineras; en 20 m por la izquierda cruzo el Barranco de las Niñas, ascendiendo a una edificación donde acaba la pista; parte por detrás

 un sendero en mal estado, 

me coloca en la rampa de un descargadero de mineral con vistas al Cortijo del Cuarenta; 

se estabiliza el sendero 

cuyo final es la mina de las Niñas, donde se descubrió oro por primera vez en 1883; 

sería en 1915, en la mina María Josefa, cuando el oro aparece en estado libre, posibilitándose su extracción a pie de mina, provocando  la primera fiebre del oro entre las distintas empresas; construyen plantas de amalgamación por mercurio para la obtención de oro: la planta Abellán (Barranco de la Felipa) y la planta María Josefa (Cerro de la Cruz).

Subo a la derecha de la bocamina por empinada ladera rocosa, a veces apoyando manos (si estuviese mojada sería peligroso) para continuar por traza senderil paralelo al Barranco de las Niñas; 

paso junto a dos bocaminas

 y a un edificio ruinoso con pozo;

 la traza va desapareciendo por momentos, teniendo que caminar por el atochar, voy orientándome hacia el cruce entre dos barrancos; 

desciendo un poco para seguir el curso del Barranco de las Niñas hacia la izquierda, 

va suavizando pendiente cuando aparece un ramal que gira al Norte, me obliga a cruzarlo poco más adelante cercano a un puesto de caza.

Llegado al collado (221 m) con pozo, 

se puede descender en diagonal al sendero del Barranco del Negro y por pista subir a la fallida urbanización de la Rellana, o como en mi caso, iniciar el incómodo ascenso monte través salvando un buen desnivel, escuchando únicamente el sonido de mis pasos y acompasada respiración, mientras conecto con mis pensamientospaso junto unas covachuelas

 y dos mojones, 

al cerro

 donde se asienta el Cortijo de la Rellana; 

hay varias instalaciones abandonadas y un aljibe colmatado; 

echo un vistazo a una de las casas usada como aprisco

 y continuo por pista al Oeste; 

en el cruce con la pista a las antenas, 

al hacer una foto, descubro el movimiento de un jabalí poco más arriba, me paso unos metros del inicio por sendero de vuelta, intentando sacarle fotos, pero está muy alejado.

Tuerzo a la derecha con la vista puesta en el collado, 

por donde tendré que descender; el sendero olvidado de la mano de Dios y del hombre, se encuentra cubierto de matorral y algún desplome; 

cruzo uno de los tres ramblizos que dan lugar al Barranco del Cuchillo, 

cercano a otros collados (335 y 315 m)

 por los que seguir bajando entre palmitos

 y escorrentías al Barranco de Requena.

Junto al barranco ramblero hay un rústico aljibe, 

muestra de los sistemas hidráulicos y las técnicas de cultivo como formas de aprovechamiento, han tenido presente los pequeños acuíferos bajo el cauce de las ramblas, 

la extracción, acopio y distribución de agua mediante norias, aljibes y acequias, 

que permitieron la supervivencia de pequeños huertas;

 poco más adelante ya por pista, 

paso por el antiguo Cortijo de Requena, 

cruzo el cauce barranquero para tomar pista junto a una charca artificial destinada al ganado;

 enlazo con la pista principal girando a la derecha entrando por el desfiladero

 donde se encuentra en el primer cruce, un aljibe tipo cisterna, pueden ser rectangulares y de bóveda alargada para consumo del ganado, con vaso excavado y paredes impermeabilizadas, puerta en el muro de cierre para evitar accidentes y descomposición del agua; los de tanque son circulares de cúpula, para consumo humano.

La pista atraviesa un desfiladero

 con túnel

 y vistas del antiguo Poblado minero de San Diego, una de las tres instalaciones que poseía la empresa Minas de Rodalquilar S.A. para la explotación del oro de Rodalquilar, en él vivían los trabajadores y se ubicaban almacenes, talleres, garajes e instalaciones auxiliares.

Pasado el tramo a la Mina Avellón, dejo la pista principal por otra en desuso, 

descendiendo paralelo a la Rambla del Cuchillo

 y entrando en Rodalquilar por el Aula de Naturaleza Bujo.

 Giro a la derecha por escaleras entre vallado

 y viviendas abandonadas

 al aparcamiento.




He acabado con los bolsillos vacíos de oro, pero con la retina colmada de belleza y encanto.



Comentarios