Hangar del Carmolí-Balnearios de Punta Brava, Caletón, Carmolí, Urrutias y Estrella de Mar-Saladar de Lo Poyo
y el Algar (N-330) a Punta Brava donde aparcamos (37°41'44.29"N 0°50'26.62"W).
Partimos caminando hacia el paseo marítimo, para girar a la izquierda y echar un vistazo al antiguo anfipuerto de la Armada
con el hangar de un hovercraft,
vehículo de Colchón de Aire (VCA), anfibio de 50 toneladas, 25 m de largo por 11 de ancho, movido por 2 turbinas Lycoming de 2.500 CV cada una, construido por la empresa murciana Chaconsa;
capaz de alcanzar en mar abierto 60 nudos (unos 111 Km/h) y en tierra superar pendientes de hasta el 10%; sometido a pruebas en El Carmolí durante los años 80, hizo un viaje hasta Cádiz en poco más de 6 h.
Finalmente el proyecto se descartó debido a la escasa capacidad de carga y autonomía con respecto a su tamaño;
lo caro y especializado de su mantenimiento, así como la necesidad de buques “madre” para poder transportar un número relevante;
resultaron poco rentables para la gran
mayoría de las armadas; en febrero de 1994 comenzaron a desguazar los VCA-3 y
VCA-36, así como las instalaciones de El Carmolí.
De vuelta al paseo entramos al Balneario de Punta Brava, uno de los cinco para mejorar la accesibilidad al baño, dentro del Plan de Gestión Integral de los Espacios Protegidos del Mar Menor y la Franja Litoral Mediterránea de la Región de Murcia;
los cinco balnearios, cuyo coste ha sido de 1,2 millones de euros, cuentan con una superficie de 3.439 m² y toldos de sombraje con una extensión de 433 m².
se accede a través de una pasarela
a diferentes plataformas de estancia y acceso al baño, con zonas de solárium y sombra;
están preparados para bajar por escaleras a las zonas de baño con profundidades de entre medio metro y un metro;
estas estructuras de madera sirven para la fijación de organismos filtradores, mejorando la calidad de las aguas y su ubicación se halla en las zonas más afectada por la presencia de lodos, sin especies protegidas.
Vemos tierra adentro el volcán del Carmolí, forma parte de
las islas y cerros volcánicos del Mar Menor; entró en erupción hace unos 7
millones de años, emitiendo de forma explosiva grandes cantidades de materiales
piroclásticos, lavas y cenizas, originando pequeños domos de disyunción
columnar.
Continuamos por el Paseo de La Florida durante 800 m al Balneario del Caletón en los Urrutias,
encontrando una variedad de divertidas esculturas y relieves, hechas a base de incrustar trozo de cerámica colorista, representando diversos animales y temas que harán las delicias de los más pequeños.
Varios equipos se hallan retirando algas y basuras en la orilla playera;
nos vemos obligados a pisar por la arena un tramo,
eludiendo las obras de enlosado en el paseo Miguel Hernández de Los Urrutias
a la altura del
Balneario el Carmolí.
Pasamos junto al Balneario de Los Urrutias
dejando atrás el Puerto Deportivo Ángel Villacieros,
tomamos el sendero costero ecoturístico en el sur del Mar Menor (GR-92),
para ir desplazándonos desde el Saladar de los Urrutias
al de Lo Poyo, entorno natural tan admirable como poco reconocido; me acerco al Balneario Estrella de Mar
realizamos un tramo entre palmeras
entrando en la llanura del saladar; sorteando encharcamientos, barros y matorral,
procurando ir bordeando el mar
entretenidos cogiendo caracolas en un suelo plagado con restos de almejas y berberechos.
Iniciamos la vuelta al encontrarnos con ancho canal;
las generosas vistas merecen la pena y el calor no agobia;
nos salen al paso unas cotorras chillonas;
hacemos una larga parada en el Rincón de Denis para disfrutar de una comida a base de tapas
y terminamos el resto del recorrido con una agradecida y refrescante brisa.
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