Parque Natural de las Dunas de Liencres

 

El Parque Natural de las Dunas de Liencres dispone de 1.700 has, repartidas entre los municipios de Piélagos, Miengo y Santa Cruz de Bezana; aúna el paisaje del Parque natural de las Dunas de Liencres y del Parque Geológico Costa Quebrada.

Se extiende desde Miengo por la línea de costa, entre la Punta del Águila al oeste al Canal de Hoz al este, en los límites entre los municipios de Santa Cruz de Bezana y Santander, abarca los islotes de ese tramo de litoral; hacia el interior incorpora el Estuario del Pas y gran parte de La Picota o Monte Tolío. Fue declarado Parque Natural en 1986.

El Parque Natural de las Dunas de Liencres está formado además de calas, por dos playas de gran belleza, Valdearenas y Canallave, de una gran extensión de bosque con pino marítimo y dos zonas dunares distintas: una de dunas móviles, situada junto a la playa, que ha ido avanzando hacia el interior por la acción del viento (en el año 1.949 fueron fijadas plantando una masa forestal de pino marítimo) y el otro tipo de dunas asentado gracias a especies vegetales como el junco de arena o el cardo marino entre otras.

Accedemos desde la A-67 por Boo de Piélagos al aparcamiento (43°26'54.56"N  3°56'52.63"W). Partimos en busca de la entrada principal junto a la fuente y la caseta, 


pisteamos bajo el tupido pinar 

y cambiamos de firme por el arenal, 

enlazando con el Sendero del Arroyo Ganzarros.

Salimos a la pista asfaltada, donde un cartel nos informa sobre las acciones encaminadas a la erradicación del Plumero, 

una gramínea invasora proveniente de Sudamérica, 

las semillas de sus penachos de flores, se multiplican en gran número colonizando hábitats y desplazando a la flora autóctona.

Remontamos cruzando el arroyo desde la Antigua, 

a la línea de costa en altura sobre la Playa de Canallave, 

una franja de 220 x 50 m, 

caracterizada por su ventosidad y fuerte oleaje, excelente para la práctica del surfing.

Entramos por al aparcamiento playero, 

bajamos aprovechando la marea baja, 

hacia las preciosas formaciones rocosas de las Peñuescas; 

tras el disfrute, subimos una rampa 

y seguimos costeando por la Playa de Valdearenas, 

una extensa franja de 2.800 x 35 m. de arena dorada, fina y dunas. 

Caminamos entretenidos observando, como la marea ha traído diversas clases de medusas a cual más original, colorista y bella. 

Cambiamos de dirección rebasando el cordón dunar, 

para descender al fabuloso estuario de la Ría de Mogro; 

dejamos su orilla tomando uno de los muchos senderos laberínticos, 

nos conducen bajo pinar, 

como el Sendero de la Ría de Mogro, 

hacia la carretera CA-315. Cruzamos el asfalto 

siguiendo paralelos a la misma 

hasta el aparcamiento.

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