Fortalezas de Cartagena

Accedemos por la CT-33 a la Dársena del Puerto de Cartagena, aparcamos en la explanada junto a la gasolinera y la cercana rotonda de Santa Lucia, donde hay una grúa flotante Sansón,


construida en 1929 de nombre “la Gaditana” en alusión al origen de la empresa fabricante, capaz de elevar 100 toneladas a 25 m.


En dirección al Muelle de la Curra, pasada la rotonda, giramos por la izquierda en el primer cruce, la pista va cogiendo altura desde Los Grifos entre los Cabezos del Gallufo y San Pedro,


hasta la Batería del General Ordóñez (C-6) 


con vistas de la Refinería de Escombreras



 y el Castillo de San Julián, 


construido bajo el mandato de Carlos III, tras recuperar la ciudad frente a los ingleses;



acabado en el año 1888, 


reformado y ampliado fue prisión para altos mandos militares durante la Guerra Civil.




Comenzamos el descenso 


atentos a tomar un sendero en curva cerrada, se hace trialero teniendo que obrar con precaución ante tramos muy degradados alternando piedra suelta, gravilla y matorral, mientras vamos perdiendo altura de forma continuada, 





llegando a enlazar con la pista junto al puesto de mando de la Batería de Costa Comandante Royo, condecorado a título póstumo por su heroica actuación en Melilla, al defender con su vida las piezas de una batería; 


por la derecha nos acerca a las antiguas Baterías de Trincabotijas Alta; 


perdió gran parte de su utilidad al crearse la cercana Batería de Aguilones, 


fue empleada tras la Guerra Civil como polvorín, 




haciendo desaparecer en 1950 dos de los seis asentamientos para cañones, cuando hubo una explosión; 



dejamos su mirador volviendo a la pista. Realizamos por asfalto el tramo de la playa de Cala Cortina; pasado el túnel, nos incorporamos al carril bici; 


hacemos una breve parada en la batería San Leandro del año 1741, artillada con trece piezas, fue vendida al Ayuntamiento de Cartagena en 1970, 


seguimos por las instalaciones portuaria; el carril bici del Paseo del Muelle y Alfonso XII 






nos permite pasar junto a las instalaciones del Arsenal Militar de Cartagena, 


seguir desde el Barrio de la Concepcióna por la Carretera Algameca a la entrada de la empresa de construcción naval Navantia.
Por carretera hacia el Fuerte de Navidad, tomamos el primer desvío por la derecha, superando la valla que nos avisa de la zona militar por la que transitamos; a medida que cogemos altura, 


vamos viendo las instalaciones del Arsenal Militar, la ciudad de Cartagena y los Puertos deportivo, pesquero y comercial; en una de las muchas curvas 


aparecen los restos de un baluarte junto a la muralla; 





tomamos el mantente en el Mirador de la Esperanza 


junto al Castillo de Galeras o Fuerte de Galeras, 


divisando el espigón del puerto, fondeadero del Empalmador Grande, Cala Cortina, el Castillo de San Julián, la Batería de Trincabotijas y parte de la Dársena de Escombreras.



En el reinado de Carlos III (1759-1788), se edificaron los castillos dirigidos por los ingenieros militares Zermeño y Llobet: Castillo de los Moros, Castillo de la Atalaya, Castillo de Galeras y Castillo de San Julián. 


En esta época se finaliza la Muralla de Carlos III, de la que actualmente se conservan varios tramos. El Castillo de Galeras debe su nombre al tipo de barcos refugiados bajo él, la fortaleza original fue modificándose a medida que cambiaban las técnicas de fortificación, los barcos y las armas; 


se eleva a 219 m en la cumbre del Monte de Galera, su planta rectangular de cinco baluartes, posee un patio que reparte los accesos a las estancias y la terraza; con el objetivo de resistir mejor el fuego de artillería enemiga, los dos bastiones y la cortina del sector sur se hallan reforzados, el resto están huecos y dotados de bóvedas a prueba de explosiones. 


En la terraza se halla el edificio de dos pisos que albergaba el semáforo (sistema de comunicaciones a través de banderas). Desde el fuerte parte la muralla de Carlos III que protege el área urbana y el Arsenal, junto a las baterías de la bocana y los fuertes, complejos sistemas defensivos, diseñados por los ingenieros militares españoles del siglo XVIII.


Descendemos volviendo sobre nuestros pasos, hasta girar por empedrada pista con cadena; en el cruce ascendemos rectos por asfalto al complejo militar sobre el Soto de la Podadera con vistas del Fuerte de Galeras; 





entramos en el abandonado cuartel, 


articulado en torno a un patio central 


que distribuye a las salas en dos plantas; 


construido de acuerdo con el Plan O'Donnnell de 1.860, para el alojamiento de la tropa que servía en las baterías conjuntas; 


ascendemos un corto trecho a la Batería General Fajardo, dentro del complejo denominado como C-4 (constituido por las baterías de San Fulgencio, General Fajardo y La Podadera) compuestas por dos de obuses y una de cañones agrupadas de cuatro en cuatro piezas homogéneas. Las 4 piezas se montaron a barbeta, por lo que aún es visible su planta circular. 


Tras los sucesos acaecidos durante la Guerra Civil (1936-1939), la batería fue perdiendo importancia militar, hasta que se desartillan los últimos obuses en 1960, quedando como depósito de municiones. Su abandono en 1994 la dejó expuesta a la ruina y el expolio.
Vemos abajo la Punta de la Podadera y su antiguo faro, 


funcionaba en paralelo al de la isla de Escombreras, batiendo la entrada al Puerto de Cartagena; su primera iluminación aconteció el 15 de julio de 1856. Las autoridades militares reclamaron su traslado donde no estorbase el buen servicio de los cañones, siendo trasladado a la parte más saliente de la Punta de Navidad; 


entrando en servicio nuevamente el 18 de agosto de 1866. Apenas transcurridos 19 años, dejó de ser útil a la navegación, fue suprimido al entrar en servicio los de Navidad y de la Curra en el año 1885.


La decisión de la Monarquía de que la flota de Galeras de España invernase en Cartagena (1667-1670), exigía proyectos que reformaban las fortificaciones, y mejorasen las infraestructuras portuarias al nuevo reto. 


Se estableció una batería en La Podadera (San Juan de la Podadera), que combinase sus fuegos con la de Trincabotijas, impidiendo la entrada de buques enemigos en la rada cartagenera, pionera de este tipo en la defensa, en disparar a la línea de flotación de los navíos, exigía para el disparo de costa unos asentamientos de baja cota para realizar tiro rasante. 


Las obras no quedarían finalizadas hasta bien entrado el siglo XVIII, en el año 1.895 entraban en servicio dos cañones Krupp con un alcance de 12.200 m. Desfasada en 1940, las piezas fueron desmontadas para enviarlas a Tarifa, donde fueron emplazadas en la batería de Canteruela, reforzando el control español del Estrecho de Gibraltar.


Descendemos con vistas en una curva de las entradas marítimas pertenecientes a las dos Algamecas; bordeamos la Batería de San Fulgencio (Collado o 47 Baja), construida en 1.740 para 5 cañones artillados  a barbeta, su misión era impedir el bombardeo y desembarco en las inmediaciones de la Algameca Grande y Chica, perdió su importancia estratégica cuando funcionó la de La Parajola en 1.930.


Llegados al cruce por donde vinimos, continuamos rectos en descenso rodeando las instalaciones de la antigua Bazan, cruzamos la Rambla de Benipila enlazando con la carretera de la Algameca al Puerto deportivo 






y al aparcamiento de vuelta por el carril bici.




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