Ruta de los Tres Ríos y el Ciervo volante


Accedemos desde Touro  (AC-0605/AC-240) al área recreativa de A Santaia,


construida por iniciativa vecinal el 1994; 


sin cruzar el puente, veremos los carteles indicativos de la Ruta de los Tres Ríos PR-G 121; 


recorrido normalmente fácil, en otoño e invierno tiene el peligro de los tramos resbaladizos, en verano, como en nuestro caso, el calor si se sale tarde; se encuentra desbrozado y bien señalizado.


Comenzamos caminando por el bosque de ribera del río Lañas (afluente del Ulla), 


en este tramo veremos los muiños de regato, con presa río arriba 


y canal de derivación; 


la fuerza del agua en caída, hace girar las aspas del rodicio, 



cuyo eje mueve la piedra de moler. Enseguida pasamos junto al Muiño de Santaia 




después por un bosquete de altísimos eucaliptos, las ruinas de Muiño Vello con un peral enfrente; 






y el restaurado Muíño da Carballa; 




en el km 2, cruzamos carretera y puente, 




para llegarnos por escaleras y pasarelas, 


a la preciosa y encajonada Fervenza do Salto das Pombas con caída de 10 m.











Comenzaremos la subida por sendero de sillares a las ruinas de una vivienda; 



ya por pista de alcornoques y brezal, 




volvemos a conectar con el puente sobre el río de Beseño, 


con un pequeño salto y molino; 



la pista boscosa con carballos, castaños, alcornoques, 



hayas, nogales, laureles, mirtos, 


setas, 



algún pino y dedaleras, 


nos transporta por la zona de Novas Fontes, descendiendo abruptamente 


a la orilla del río Lañas en el Monte que porta su nombre.




En el km 6,7 aproximadamente, cruzamos por Ponte da Laña, 


para sortear el tramo impenetrable del río por el Monte Da Devesa cerca de 1 km; 


cuando nos aproximamos al km 8, 



confluyen el Lañas y el Río Ulla; 




vemos una construcción en muros de sillares dispuesta transversalmente al río, antigua pesqueira para capturar salmón, lamprea, anguila y sábalo; nosotros “capturamos” un macho de Lucanus cervus o ciervo volante, 


el escarabajo más grande de Europa, 


cuyo tamaño oscila entre los 5 y 9 cm; 


pueden volar a 6 km/h; salen de la base de los arboles a mediados de junio, en julio y a principios de agosto, se aparean; 


no suponen una plaga al alimentarse de madera podrida, aunque están extendidos por casi toda Europa, no abundan como especie y es difícil verlos.


Acompañados por el sonoro cantar del Ulla bajo su bosque galería, 


dejamos atrás el Km 9; para darnos la vuelta en el Ponte Basebe; 



como aprieta el calor, Rosa se da un baño, yo voy mojándome la cabeza a ratos, incluso sumergimos los pies en el agua fresca, 


aliviado y entretenido en fotografiar a cuantos bichos se me acercan, 









llegamos al aparcamiento.


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