Rodeando Columbares
Accedo por la carretera del Puerto del Garruchal, al inicio del Camino de la Trinidad donde aparco (37°56'26.87"N 1° 3'2.41"W).
Comienzo el pedaleo en ligero ascenso por el Camino de la Trinidad, entre viviendas y huertos con los Mamellones de fondo;
dejo atrás tanto las Casas de la Trinidad como los Cedrines;
me voy alejando de la Rambla de Chumilla en subida al cruce de pistas;
enfrente me cierra el paso la puerta y el vallado de la extensa finca Lo Romo; exploro a la derecha las ruinas de la Casa de Tumilla y su aljibe;
no pudiendo coger la pista que faldea Columbares, retorno hacia la hacienda Cabrera perimetrando el vallado del coto.
Hago un alto en Casa Cabrera
e inicio el descenso, buscando la forma de acceder a la carretera del Cabezo de la Plata, para coronar el Collado de los Ginovinos; tras el disfrute trialero por pista rota,
toca subir por
asfalto 5 km faldeando la Sierra de Altaona.
Entre las Sierras de Columbares y Altaona,
giro a la derecha por la Pista de Los Militares realizando los divertidos toboganes; voy rodeando Columbares (646 m), atento a una antigua balsa en la zona de Los Pareja y su derruido canal de asistencia, para enganchar la Senda de Los Perros;
primero
hay que subir por pista en desuso, para después ir por el irregular y divertido
sendero trialero, hasta salir a la carretera del Puerto del Garruchal.
Cruzando el asfalto, unos metros a la izquierda, enlazo con la pista de la Hacienda Leyper, asciendo junto a las ruinas de las Casas del Motor,
paso una balsa y tuerzo por la derecha en la bifurcación hacia el Cabezo
del Buitre; el ascenso aunque sea pistero es muy duro (seguiré ahorrando para
una e-bike).
Entronco con la Senda Bonita, semiaérea y mampostera; cambia de valle entrando en una zona boscosa bajo las Murallas de King Kong;
desciende
al Camino de Los Puros por el que vuelvo a la carretera del Puerto del
Garruchal y aparcamiento.
Comentarios
Publicar un comentario