Senda de la Mina Escondida-Rambla del Valle-Sendero del Espino-Umbrías de Santo Ángel

 

Accedo desde Patiño pasando el Santuario de La Fuensanta y el cruce a Los Teatinos, aparco a la orilla de la carretera junto a la barrera de acceso (37°55'57.06"N  1° 7'12.29"W), donde espera el resto del equipo.

Cruzamos la barrera 

pisteando 400 m por el PR-MU 22, 

hasta enlazar con la senda de la Mina al Cerrillar, 

caminamos en acusado ascenso por la ladera del Barranco del Sordo, 

envueltos en la niebla cada vez más espesa.

Hacemos una breve parada en los restos de esta mina de hierro registrada en 1899, 

propiedad de Isidoro de la Cierva, por nombre Escondida, 

de origen romano y de unos quince metros de altura, excavados con herramientas rudimentarias.

Continuamos cruzando la pista al Relojero por el Camino de las Minas del Cerrillar o Camino del Apóstol GR-250 en dirección a la Cantera del Feo durante 650 m.

Nos desviamos a la derecha 

iniciando una traza senderil que va descendiendo zigzagueante 

al fondo de la Rambla del Cerrillar 

para empalmar con la Rambla del Valle; 

poco a poco el sendero va mejorando 

hasta cortar la Pista del Relojero; tras una pequeña remontada, 

transcurre bajo pinar 

incorporándose al Sendero del Espino en ligero ascenso.

Atravesamos la carretera al Sequén, 

continuamos recto bajo pinar por traza intuitiva, conduce a un semicírculo de monolitos rocosos, 

antes de enlazar con el sendero trialero, boscoso y roto por el Pinar de La Luz (Variante Umbrías de Santo Ángel PR-MU 22.1).

En un tramo aéreo con vistas a los restos del castillo de la Luz, o de Santa Catalina del Monte de origen árabe, dejamos el sendero

 y ascendemos

 a un mirador natural contemplando las pedanías de la Costera Sur y la ciudad de Murcia.

Tras un corto descenso, 

continuamos a media ladera hasta volver a enlazar con el PR-MU 22.1, lo dejaremos por una traza en ascenso, 

que nos conduce a una cueva humanizada donde han colocado una cruz con velas.

Seguimos un coto tramo por el Sendero del Cabezo de La Luz, nos desviamos a la izquierda en vez de ascender 

pasamos por arriba del Eremitorio de la Luz (los hermanos de la Luz formaron una cofradía, eran un grupo de anacoretas que se refugiaban en los abrigos rocosos del entorno, subsistían de los productos de sus tierras y de la limosna).

Vamos a media ladera, caminando plácidamente por un bello paraje de abigarrada vegetación, alternando las vistas sobre el seminario abandonado y el Santuario de la Fuensanta mientras nos deja en las escaleras próximas al control de acceso y aparcamiento.

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