El legado del Rey Lobo

El entorno de Monteagudo y Cabezo de Torres, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico, ha sido lugar de asentamiento de numerosas civilizaciones desde la prehistoria; fue uno de los emplazamientos más influyentes de todo el levante español durante siglos, lugar de residencia de Alfonso X el Sabio y de Ibn Mardanís, el rey Lobo.

Salimos desde el Auditorio Victor Villegas de Murcia por el carril bici dirección Orihuela; cruzamos por el primer puente, seguimos la mota

 hasta torcer por pista a la derecha (ir atentos), transcurre paralela a la mota un trecho.

Cruzamos el Reguerón

 dejando el Camino Viejo de Orihuela, para realizar un tramo por sendero huertano paralelos a la Acequia de Benicotot; 

pasamos los Rincones del Gallego y San Antón; 

desde la Vereda de la Barca torcemos dos veces a la izquierda (Veredas de los Puentes y Fernandos),

 cruzando Santa Cruz por la Vereda del Catalán al Palacete de la Seda.

 Antiguamente allí se cultivaba la vid, después se constituyó como fábrica de hilado de seda, donde los huertanos de Santa Cruz y las pedanías de alrededor llevaban los capullos del gusano, siendo una parte importante de la economía de la zona.

 La fábrica cerró tras la llegada de sedas industriales en los sesenta. En los años 90 fue restaurado y ahora es una Hostería Rural con restaurante de lujo.

Cortamos la Orilla del Azarbe para, desde la Vereda del Campillo, torcer hacia el Esparragal; tras rodearlo, 

pedaleamos hacia La Cueva

 

para tomar la pista del Azarbón, 

donde transcurre el Camino de la Huerta PR- MU 108, 

hacia su final realizamos un corto tramo por traza senderil para entrar en Monteagudo.

Vamos subiendo rodeando por la izquierda el cerro, hasta el cruce con ascenso final por la pista Abderraman II a la base del Cristo de Monteagudo. La puesta en valor de esta ruta mejorada sobre el track de esta otra “En busca del Rey Lobo”, debido al desplome del Puente de la Barca por una hormigonera; debe de estar “gafada”, ya que han cortado el paso para derribar dos edificaciones y ampliar el acceso de la subida al Cristo.

El Corazón de Jesús de Monteagudo, erigido y financiado por la sociedad murciana en 1926. En 1936, a pocos meses del inicio de la guerra civil, se derruyó para rehacerlo en 1951 con 14 m de alto. 

En su base, el Castillo de Monteagudo, compuesto de dos recintos amurallados concéntricos que superan los 5.000  m² de la Taifa de Murcia, enclavado en un puntal rocoso de 149 m, domina toda la Huerta de Murcia, vigilante de la frontera de orígenes islámicos. 

El responsable de su construcción, Muhámmad ibn Mardanís, nombrado por los cristianos como el “Rey Lobo”, militar andalusí y emir, se opuso a la invasión de los almohades, que a pesar de su poderoso imperio, no pudieron conquistar por completo sus dominios hasta que murió. 

Polémico personaje que no dudó en contratar mercenarios, pagar tributos (parias) o asociarse con reyes cristianos; gobernó Valencia, administró Almería y León, extendiendo sus dominios a Jaén, 

pero lo más importante para Murcia fue que potenció la artesanía y el desarrollo agrícola, mejorando la compleja red hidrológica (acequias, azudes, norias, acueductos). Se levantaron residencias, palacios y fortalezas como símbolo de su poder estatal como el palacio del Castillejo de Monteagudo,

Girando a la izquierda por pista (PR-MU 37) nos dirigimos al Castillejo; 

este antiguo recinto palacial andalusí disponía de bellos jardines, grandes estanques y una extensa superficie cultivada;

 formó un conjunto residencial junto a la también próxima fortificación de Larache, entre los cuales se dispusieron una serie de albercas.

 De peor defensa que el Castillo de Monteagudo, 

fue camino de su ruina, al perder interés en una tierra de constantes luchas, acabando en manos privadas y con balsa de riego en su interior. 

Hay un plan de expropiaciones en marcha que afectan al patrimonio histórico de Monteagudo, donde se pretende recuperar el legado del Rey Lobo entre otras actuaciones urbanísticas.

Descendemos para seguir desde el cruce a la izquierda y tomar por la derecha paso en una explanada a la carretera, seguimos a la izquierda en la bifurcación a Las Lumbreras; vemos a nuestra derecha un depósito de agua; 

pedaleamos 130 m entre palmeras, 

seguimos por la izquierda en el cruce al área recreativa de Los Polvorines, 

nombre proveniente de la empresa propietaria de la fábrica de explosivos, que tenía en este lugar sus polvorines.

Continuamos por el Camino Polvorín

 a Travesía D. Marañón; a nuestra derecha distinguiremos un almez monumental

 y a la izquierda una enorme balsa con el Castillo de Monteagudo al fondo; enlazamos con el Camino Castillo de Larache (donde se halla la Almunia de Larache). 

No está del todo claro que fuese mandada construir por el Rey Lobo, pudo ser de época posterior, para servir de morada a gobernadores almohades o emires hudíes, 

(datado en el siglo XII, bajo el dominio del rey Lobo, algunos autores retrasan un siglo su edificación). Se encuentra cercado y no podemos acceder.

Seguimos por típico camino huertano que representa el Camino de Larache, 

tuerce a la izquierda junto a La alberca del Huerto Hondo. 

Una alberca (del árabe birka; depósito de agua o estanque) es una construcción hidráulica excavada en el terreno o fabricada con ladrillo, tapial o mampostería. 

Su función es la de almacenar agua para regadío, usos ornamentales o de recreo; la alberca de Huerto Hondo, con 58 m de lado, seguramente almacenaba las aguas para el regadío de la Almunia de Larache.

Por el Camino Almazara enfilamos al Cabezo de Torres, giramos a la izquierda derivando por carriles al Camino Viejo de Monteagudo, cruzamos la antigua carretera de Alicante para rodear Casillas por La Cruz; 

desde la Calle Acequia Aljada, cortamos la carretera de Puente Tocinos por el Carril de los Arocas y seguimos por el Camino de la Acequia Benetucer al carril bici de vuelta.

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