Embalse de la Cierva-Sendero de la Artichuela-Fuente Caputa-Rambla de Perea-Cordel de la Huerta
Descendemos hacia el Embalse de La Cierva, se construyó gracias a Juan de la Cierva, diputado por Mula durante los primeros años del siglo XIX,
al cambiar los cultivos tradicionales de vid y olivo por los cítricos, aumentando las necesidades de agua para el regadío.
También se trazó
el ferrocarril Caravaca-Mula-Murcia, activo hasta mediados de los setenta,
desmantelado por RENFE, al ser considerada la línea de poco rendimiento.
Continuando por la derecha bordeándolo
hasta que se acaba la pista
y comenzamos una fuerte subida por el Sendero de la Artichuela,
pasamos bajo la Autovía RM-15,
alcanzamos una pista en desuso
que asciende hasta
entroncar con la pista asfaltada del Cordel de la Huerta.
Pasamos por la Majada de Las Vacas y el Canal del Taibilla,
bajamos por pista de piedras el Lomo del Herrero,
hasta el puente del Abrevadero de la Fuente del Capitán en Fuente Caputa,
donde aflora una parte del agua,
otra lo
hace rambla arriba desde la Vereda de Valentín y las casas del guarda y del
pantano.
Fuente Caputa es una zona conocida por un manantial, a través del cual emergen las aguas infiltradas en los Llanos del Ardal y área suroccidental de la Sierra de Ricote;
los romanos la nombraron como Caput Aquae o cabeza de agua.
En el Ardal se encuentran los restos de una presa y un entramado de canalizaciones que abastecía de agua a las termas romanas de Fuente Caputa;
no se considera afluente del río Mula, puesto que sus aguas son
derivadas hacia el Embalse de La Cierva.
Tomamos el mantente junto a la primera charca;
vamos progresando junto a la vegetación de rambla muy alterada,
sustituida en su mayor parte por la caña (Arundo donax), el carrizo (Phragmites australis) y juncales.
Echamos un vistazo a la segunda charca
y pasamos ayudados de unas cuerdas el tramo corto, estrecho y rocoso más complicado
hacia el “Charcón” o balsa grande
donde hacemos una parada disfrutando del momento.
Vemos las canalizaciones que parten del Canal del Taibilla y la Central Eléctrica de Perea;
seguimos por pista entre cipreses y pinos; la vuelta tiene una variante y hay que estar atento a tomar una trocha, que pasado el puente
y vadeando por rocas el arroyo, que ahora no trae agua,
nos lleva por un coqueto pinar
y deja en las ruinas de Casa Perea.
Junto a una presa contra avenidas, entroncamos con la pista que coincide con el cauce de la Rambla de Perea, alimentada por la Fuente Caputa, comenzamos a abrirnos paso salvando obstáculos arbustivos;
3 m después de una conducción de agua, sostenida por pilares en medio del camino,
vemos la roca cuajada de fósiles.
La rambla comienza a estrecharse con suelo pedregoso;
caminamos entre los paredones calcáreos,
donde se practica la escalada, tarays y encharcamientos,
vemos a nuestra izquierda un aprisco enorme
antes de llegarnos al cortijo con horno empotrado
y tres grandes eucaliptos al lado de una balsa.
Giramos en ascenso por la pista de la izquierda pasado el cortijo,
ascendemos hasta el primer cruce,
seguimos por la izquierda cambiando de dirección al rebasar una vivienda;
entre almendros abandonados,
tenemos que cruzar campo través atajando, para continuar pisteando al entronque con la principal del Cordel de la Huerta; lo dejamos por la derecha en el cruce, nos hace pasar bajo la Autovia RM-15
y enlazar con la carretera de vuelta al coche.
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