Azudes y norias de la Vega Media
Nos dirigimos al carril que cruza la acequia y el río Segura por puente de madera,
seguimos la pista ribereña entre plantaciones de cítricos; atravesamos la Rambla de los Andreas; dejamos atrás la abandonada “Fabrica de Luz” del Azud de Ulea.
Vamos paralelos al río para rodear Ulea, tomar la pista a la Noria de Villar Felices
y el mirador del Salto de la Novia, admirando el Paraje Natural del Valle de Ricote o valle morisco.
Pasamos la estación de aforos en Ojós, río arriba por el Paseo de las Palmeras a las instalaciones de la central de impulsión del Azud de Ojós, perteneciente a la Mancomunidad de Canales del Taibilla;
seguimos empujando la bici un corto trecho la Acequia Ojós-Ulea,
bajo las paredes verticales del Estrecho del Solvente en la Sierra del Chinte,
para encontrarnos con parte de la estructura que compone la Tirolina de Ojós, seguida de su coqueto puente tibetano.
Salimos a la carretera hacia Blanca, pasando el puente sobre el Azud de Ojós,
la Estación de Bombeo
y el túnel; por la carretera del pantano vemos “La Favorita”, un palacete,
antes de cruzar por el puente de madera rodeando por el embalse
hacia el Barrio del Café; torcemos a la izquierda por la calle Alto de Bayna hasta llegar a su espectacular mirador.
Tras disfrutar de las vistas sobre el valle y sierras circundantes, descendemos al Parque de Las Cuevas de Blanca
y el bonito paseo fluvial;
al final
hay que salir a la carretera de Abarán junto al lavadero.
Seguimos por la carretera de Abarán (RM-514); internándonos por la izquierda en un corredor que nos devuelva a la pista ribereña; al no tener salida hemos de ascender por camino en desuso que estaban vallando (por tanto hay que seguir por carretera y enlazar con el track mas adelante).
Dejamos el asfalto en la zona del Pinar; con vistas de Abarán y la Sierra del Oro, aparece la Noria de Félix de Cayetano de principios de siglo XX, casi destruida en su totalidad.
Sin cruzar el Puente de Nicolás, tomamos el sendero acondicionado a la sorprendente Presa de Los Almadenes en el paraje del Jarral;
en verano se convierte en una playa fluvial y parte del descenso del río Segura entre Cieza y Blanca;
nos tomamos el mantente; transitamos por el paseo fluvial y el Parque Municipal de Abarán siguiendo la ribera del Segura.
Hacemos una parada junto a la Noria Grande,
data de 1805, tiene fama de ser la mayor de Europa con 11,92 m de diámetro, ancho de 1,20 m, eleva 30 l/s realizada en hierro dulce y madera, alimentaba 155 tahúllas, 128 cangilones, 32 radios y 64 palas.
Siguiendo la Acequia de Blanca o Canal de la Noria,
llegamos a la Noria de la Hoya de D. García, data de 1818 con 8,20 m de diámetro, 1,10 m de ancho y 96 cangilones.
Con sus 42 l/s demuestra su capacidad moviendo aún más agua que su hermana mayor, la Noria Grande, regando unas 233 tahúllas. Fue reconstruida en 1951.
Avanzamos brevemente entre cañaverales y encharcamientos por la Rambla del Moro, antes de tomar por el puente la carretera de Abarán a Cieza. Sin cruzar el Puente del Argaz en Cieza, continuamos por la mota hasta cruzar por el Puente de Alambre, construido probablemente a mediados del siglo XIX, con la finalidad de comunicar los parajes del Fatego y del Argaz.
Torcemos a la derecha para ascender desde el viejo molino harinero de Teodoro (año 1507, reconvertido en museo y huerto-escuela), por callejón cruzando la Acequia de La Endelma a la Cuesta de las Cabras; cambiamos de dirección por la aérea Senda del Moro,
con las vistas de Cieza a media ladera del Cerro de La Atalaya;
hacemos un recto en el cruce cuatro caminos con la senda del Zig-Zag, con posterior descenso muy quebrado bajo el Yacimiento Islámico de Medina Siyâsa, poblado musulmán del siglo XI situado en el Cerro del Castillo.
Enlazamos con la pista que desemboca en la mota del río hacia el Azud del Menjú.
El Menjú es una antigua y abandonada finca señorial, con jardín botánico incluido, ubicada junto a una antigua central hidroeléctrica, también en desuso.
Retomamos la pista que nos lleva en corto rodeo a la pequeña Noria de Candelón,
metálica con 6 metros de diámetro en la acequia Charrara,
da agua a una balsa que riega 15 tahúllas y fue construida en 1850, remodelada en 1968 respetando la estructura original.
El paseo fluvial acaba en la población Virgen del Oro;
sin cruzar el Puente Viejo, hay que seguir rectos por la carretera Vereda de los Puentes hacia el Soto de Damián y vadear la Rambla de Benito poco antes de su incorporación al Segura;
continuamos paralelos a la acequia de la Central Hidroeléctrica de Don Nicolás Gómez Tornero.
Pedaleamos por pista agrícola bajo el Cabezo de la Corona (254 m);
enlazamos con la carretera RM-817 y no la dejaremos, hasta pasada una de las casas más vistosas del valle por sus tintes moriscos, entre “susurros de agua y aromas de azahar”,
penetrando por un corredor florido y huertano,
avanza paralelo al río entre huertos de limoneros hacia Ojós;
desde su lavadero, parte un estrecho callejón que bordea la población;
llegamos en la Huerta de Abajo a las ruinas del Molino harinero,
antaño perteneciente a la encomienda santiaguista de Ricote; tras un siglo de moler harina, se transformó para picar esparto; en la década de los 80 se entuba la acequia y queda abandonado a su suerte.
Continuamos en ligero descenso por carril encementado, sirve como rambla y para el soterramiento de los cables de alta tensión, hacia una estación eléctrica ubicada cerca del aparcamiento del Soto,
donde volver a la carretera hacia Villanueva; a su salida, desde la rotonda, vamos rodeando la población atentos a descender hacia la Ruta de los Miradores de vuelta al aparcamiento.
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