Perrete Tierno en los Cercis siliquastrum de La Regidora
aparcamos en la explanada a la entrada de la Hacienda de Carrascalejo, pertenece desde 1850 a la familia Pidal que lleva cinco generaciones elaborando vinos de cosecha propia; junto un Kiosko y zona ajardinada.
Seguimos a pie por la pista asfaltada entre pinos y tierras cultivadas de almendros, cereal y vides; en 88 m, torcemos a la izquierda por el camino de la Hacienda de Carrascalejo,
rodeados de Cercis siliquastrum, el Árbol del amor,
su nombre proviene del color rosa de sus flores y de la forma acorazonada de las hojas;
también se le conoce como Árbol de Judas, Árbol de Judea, Ciclamor o Algarrobo loco.
Según cuenta la leyenda, Judas Iscariote se suicidó ahorcándose en uno de ellos;
sus señas de identidad son: Árbol caducifolio con una altura entre 6 y 12m; de llamativa floración rosa violáceo, se extiende desde Abril a Mayo a lo largo de las ramas y antes de que broten las hojas; existe una variedad de flores blancas: Cercis siliquastrum 'Alba'.
Sus frutos se han empleado en medicina popular como astringente;
las flores tiernas pueden ser consumidas en ensalada y en algunas zonas, se escabechaban con vinagre los brotes florales,
su madera no es de buena calidad, pues se tuerce con facilidad y se descompone pronto a la intemperie.
Salvamos el talud a la Vía Verde del Noroeste,
continuamos por la izquierda durante 300 m; por la derecha hacemos un corto tramo de la zona norte del Barranco de la Regidora;
volvemos a la vía Verde;
en 2150 m, torcemos a la izquierda en el cruce con la pista, pasamos por encima del canal del Taibilla
y bajo la Autovía RM-15 Murcia-Caravaca, apreciando el antiguo puente;
subimos al Área Recreativa La Almenara para enlazar con la pista que rodea el Cabezo de la Mina.
A la altura del bancal de la Muerta, torcemos a la izquierda durante 150 m, seguimos un sendero hasta un cruce pistero y continuamos rectos;
la pista se hace sendero
y cambia de dirección a la izquierda, nos saca a la pista forestal en la Cuerda de la Madroñera; vemos con pena y enfado la salvaje roturación y tala de grandes pinos entorno a la finca de Rompe Albardas.
Llegamos al área de descanso de La Asomadilla,
espacio de transición entre la zona agrícola y la forestal, con información sobre el Sendero del Romero;
avanzamos al Caserío de la Asomadilla;
en 400 m, giramos a la derecha por pista en desuso, cruzamos el Barranco de la Regidora o Asomadilla; a su salida labraron el camino lindando con el pinar; tras 120 m de pisar tormos, torcemos a la izquierda marchando por las veredas del ganado junto a la pista de la finca.
Volvemos a cruzar el barranco
y pasar bajo la Autovía RM-15 Murcia-Caravaca, para salir a la carretera por donde vinimos en coche; la cruzamos para descender al paseo botánico del Barranco de la Regidora,
su vegetación de galería está constituida por caducifolios en la zona más húmeda y perennifolios en las zonas laterales alejadas del cauce; unos carteles nos hablan de las aves y mamíferos que encuentran su alimento en este ecosistema, que forma parte de la cuenca del Río Quípar;
con choperas (Populus nigra) y alamedas (Populus alba); dispersos aparecen fresnos (Fraxinus angustifolia), Celtis australis, Laurus nobilis, Quercus rotundifolia y Pinus halepensis.
Paseamos entre sombrías pasarelas y puentes de madera, cobijados por tamaña densidad arbórea y envueltos con matorrales constituidos por Quercus coccifera, Salix atrocinerea, Daphne gnidium, Pistacia terebinthus, Pistacia lentiscus, Rhamnus lycioides, R. oleoides, Berberis hispanica, Genista scorpius, Ulex parviflorus, y Rosmarinus officinalis; (el tomillar está constituido por Thymus vulgaris, Sideritis leucantha y Satureja obovata);
descuidado y sin agua como en otras ocasiones,
aún mantiene su encanto y la familia perruna se lo pasa en grande explorando; encuentran un bocadillo reciente y se lo disputan como a una buena presa.
Volvemos a enlazar con el track de la ida, retornando por la vía verde al camino de la Hacienda de Carrascalejo, pasando de nuevo bajo los Cercis siliquastrum, resplandecientes ahora;
solo nos queda llegarnos al aparcamiento, fin del paseo.
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