Rodeando el Mar Menor con la ayuda del Ferry. Julio de 2025
Partimos desde Calle las Rosas
en Santiago de la Ribera;
Enlazamos con la carretera RM-332 al carril bici, junto a la Base Aérea dirección los Alcázares;
fundada en 1915 como primer aeródromo de hidroaviación de España; procedentes de EEUU, llegaron los primeros aparatos: seis hidroaviones Curtiss JN-2; biplanos biplazas de entrenamiento primario; iniciándose una larga historia de logros poco ponderados en la actualidad; ahora es un acuartelamiento dependiente de la Academia General del Aire de San Javier.
La misión de la AGA es formar a todos los futuros Oficiales del Ejército del Aire; entre sus activos cuenta con la Patrulla Águila, siete aviones que realizan diversas maniobras acrobáticas con distintos tipos de formación.
Rodeando el Aeropuerto de San Javier, donde construyó la República (antes de la Guerra Civil), un aeródromo militar usado como escuela de vuelo de alta velocidad y nocturno, cuyo caza más emblemático de fabricación soviética fue el Polikarpov I-16, "Mosca" según los republicanos o "Rata" por el bando nacional.
Encontramos vallada la senda que accede a las pasarelas de la Hita;
un humedal protegido de unos 300.000 m² en entorno de salinas, que favorece la subsistencia de cigüeñuelas, carriceros, charrancitos, garcetas, garzas, alcaravanes, etc.;
nos vemos obligados a cruzar por el Camping Mar Menor para acceder al embarcadero.
A la vuelta las pasarelas
se encuentran igualmente valladas y pronto averiguamos el porqué; han ardido, tenemos que bajarnos continuamente de la bici para avanzar al paseo marítimo de Los Alcázares.
Ahora la circulación de bicicletas y patinetes está prohibida en el paseo marítimo, aunque sí se permite su estacionamiento en las inmediaciones, según la Policía Local de Los Alcázares, esta prohibición se debe a razones de seguridad, un policía local nos lo hace saber, aunque no vimos en los carteles dicha prohibición; tenemos que dejarlo y buscarnos otra trayectoria. Salimos al final del paseo cerca del Balneario de San Antonio,
donde antaño se alquilaban vestuarios con escalera para el baño en las aguas del Mar Menor,
el mismo que destruyó casi todas las instalaciones de este tipo, en una tormenta como nunca se había visto;
poco mas adelante dejamos el paseo a la altura del Real Club Náutico,
disponía de amplio salón para Bailes de Gala en las fiestas de Navidad, Nochevieja y Carnaval, al igual que representaban obras de teatro, zarzuelas, revistas, etc.;
los paisanos y militares de la Academía, disfrutaban de la Sala de Juego y seguían el curso de las regatas desde las esplendidas terrazas.
Giramos a la izquierda a la altura del Museo Aeronáutico Municipal,
exhibe maquetas de los distintos aviones, fotografías aéreas, cascos, armas, hélices de avión, cañones antiaéreos, etc... toda una puesta en valor, de lo que representó la Base Aérea de Los Alcázares en la historia de la aeronáutica militar española.
Pedaleamos por la Carretera (RM-332) y GR-92 que coinciden un tramo, para transportarnos, pasado el desaparecido Camping Cartagonova, a la rotonda donde girar por la Marina del Carmolí siguiendo la RM-F54 a Punta Brava para echar un vistazo al antiguo anfipuerto de la Armada,
con el hangar de un hovercraft, vehículo de Colchón de Aire (VCA), anfibio de 50 toneladas, 25 m de largo por 11 de ancho, movido por 2 turbinas Lycoming de 2.500 CV cada una, construido por la empresa murciana Chaconsa; capaz de alcanzar en mar abierto 60 nudos (unos 111 Km/h) y en tierra superar pendientes de hasta el 10%; sometido a pruebas en El Carmolí durante los años 80, hizo un viaje hasta Cádiz en poco más de 6 h.
Finalmente el proyecto se descartó debido a la escasa capacidad de carga y autonomía con respecto a su tamaño; lo caro y especializado de su mantenimiento, así como la necesidad de buques “madre” para poder transportar un número relevante; resultaron poco rentables para la gran mayoría de las armadas; en febrero de 1994 comenzaron a desguazar los VCA-3 y VCA-36, así como las instalaciones de El Carmolí.
Por el Paseo de La Florida,
pasada Punta Brava, pedaleamos por el de Miguel Hernández de Los Urrutias, dejamos el Puerto Deportivo Ángel Villacieros; vamos por el sendero costero ecoturístico en el sur del Mar Menor,
desplazándonos por el Saladar de Lo Poyo,
entorno natural tan admirable como poco reconocido;
cruzamos las Ramblas del Beal y de Ponce, con las vistas de la Islas Perdiguera y El Barón,
alcanzamos el solitario Paseo Marítimo de Los Nietos y su Club Naútico,
llegamos a la desembocadura de La Carrasquilla, rambla que finiquita en la Punta Lengua de Vaca;
al paseo de la Punta de Los Barracones le sigue la Playa de islas Menores, y a la Punta del Plomo, le sigue la Playa de Mar de Cristal con el emblema del mar Menor, el Caballito de Mar.
Damos un rodeo por Punta de Lomas,
con unas vistas fantásticas de La Manga y las playas del Arsenal y Loma del Castillico, seguimos bordeando Villas Caravanig, para cruzar las urbanizaciones de Playa Honda y Paraiso.
Desde Playa Salinas, tomamos el carril bici por la Gran Vía de la Manga, pasamos la Gola de la Encañizada de Marchamalo, bordeamos Monte Blanco (44 m),
el calor se deja notar entre las sucesivas urbanizaciones y la Punta el Pedruchillo;
entramos en el Puerto Tomás Maestre al Ferry que nos devuelve a Santiago de la Ribera, paro el track y buscamos un lugar donde tomar un refresco, pues hemos llegado 45 minutos antes de las 12,30, hora de salida.
Disfrutamos de la travesía
durante cerca de media hora,
nos deja en el embarcadero Punta las Cuevas de Santiago de la Ribera (coste por persona 6€ +1€ bici).
Cubrimos la escasa distancia restante al aparcamiento.
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