Charán-Paleokarst-Calar y Cortijo de la Valera-Rincón de los Huertos-Bosque Encantado del Encinar de Bajil


Accedemos desde la RM-15 Murcia-Caravaca por la MU 702, pasamos Archivel y el cruce al Campo de San Juan, vamos atentos para girar por la derecha a la altura del Cortijo Pernales (dirección Zaen), enlazamos con la carretera que viene del Sabinar hacia Benizar; pasadas las Casicas del Portal


tenemos que remontar a la izquierd,a por una pista asfaltada a la aldea de Charán 



donde aparcamos.


Partimos 16 Andarin@s Caminando por la Vida, 



rodeando la aldea de Charán, con varias viviendas rehabilitadas o adaptarlas al Turismo Rural, nos llama la atención un precioso madroño 


al igual que un horno, 


el carril asciende 


curveante 



hacia el paleokarst en la cabecera del Barranco del Agua, 


roquedo de color grisáceo del Paleoceno, 


reconocible por sus grandes formas redondeadas,cuya antigüedad es de hace 40 millones de años,

Cueva de los Cascarones en el Paleokarst de Charán



bordeando la cantera de piedra nogal (usada en fachadas de viviendas) 



seguimos su pista hasta un cruce a la derecha que nos introduce por el Calar de la Valera; descendemos un trecho, para desviarnos a la izquierda por la Senda de la Valera 


entre,pinos, coscojas, sabinas negrales, enebros, iniestas, espinos, tapaculeros, majuelos


y algunos Orejones (Sarcosphaera crassa)



que nos conduce al derruido Cortijo La Valera 





donde tomarnos el mantente:






Desde un enorme nogal medio tumbado, 




seguimos una trocha, 


cortamos un ramblizo, remontando una vaguada, enlazamos con un sendero que seguimos por la derecha, 


vemos un sapo corredor (Epidalea calamita); 


se distingue del sapo común por una línea amarilla o verde claro longitudinal en la mitad de la espalda; 


su cuerpo es rechoncho, muy verrugoso y con patas relativamente largas.

 

Dejaremos rectos el sendero


 a la vista del Rincón de los Huertos 


y la encina monumental; su madera al ser muy dura, se emplea para fabricar piezas que tengan que soportar gran rozamiento y para hacer carbón vegetal, la corteza para curtir el cuero y las bellotas para alimentar al ganado.


La encina se ha considerado árbol sagrado en diferentes culturas, actualmente en Extremadura, tierra de dehesas formadas por grandes encinares, ocupa el centro de su escudo, representando más que un árbol, una filosofía de vida.






Nos acercamos a las instalaciones de una destilería de lavanda y lavandin; 


separan o arrastran, por medio de vapor de agua, los aceites esenciales que contienen las partes de la plantas aromáticas; 


el equipo robusto y rudimentario consta de una caldera cilíndrica de chapa de hierro o de hierro galvanizado, 


cuyas dimensiones suelen ser de 1,50 m de ancho por 2 m de alto, con capacidad para 3.500 litros y 500 k de materia prima; dotadas de una rejilla perforada donde se colocan las plantas, separada del fondo de la caldera 20/25 cm. 


Entre el fondo y la rejilla se aloja el agua necesaria para producir el vapor correspondiente a cada destilación; en la parte superior de la caldera cerrada herméticamente, se inserta un tubo tronco-cónico llamado «cuello de cisne», conducirá los vapores al serpentín refrigerante o condensador. El serpentín refrigerante, construido de hierro galvanizado o de zinc, de 10 ó 12 m, se introduce en un estanque donde el agua fría condensa los vapores que llegan a él desde la caldera y se decantan en un recipiente denominado «vaso florentino», que permite la salida continua del agua mientras que el aceite esencial, menos denso, se acumula en la parte superior del vaso, de donde se extrae. La destilación se efectúa a fuego directo, 


utilizando como combustible las matas o restos vegetales, una vez secos, procedentes de destilaciones anteriores, 


toda esta explicación nos la dio el compañero Jose Manuel, pero algunos estaban más atentos a salir en la foto que en aprender; la culpa es mía por no poner exámenes al final de la ruta, en vez de vino y cervezas.


Retrocedemos en el tiempo 


para visitar una curiosa vivienda aprisco-troglodita; 




atajamos hacia la pista que viene del cruce con el Cortijo de Mellinas, por un terreno abierto a unos pequeños prados aterrazados; 


un pequeño curso de agua, la balsa 





y la exuberante vegetación de Los Toriles, salpicada de nogales, almeces y chopos, nos conducen por el Bosque Encantado del Encinar de Bajil, 



altiplano calizo situado a casi 1300 m de altura, laberinto boscoso y abigarrado con encinas de bajo porte y sabinas.


La mezcla de misterio, intimismo, sensualidad y belleza mística que transmite este bosque, 





nos conecta con La Vida, unificando las sensaciones que experimentamos como grupo.





En el cruce bajo el Puntal de Cárdenas, continuamos hacia la izquierda, sabiendo que hemos de atravesar campo través por el encinar 


en busca del descenso pistero 


que nos saca, frente la cantera, al camino del Rincón de los Huertos; 


la pista asfaltada comienza bordeando Molata de Charán (1416 m) en el primer cruce con curva, seguimos rectos por pista en desuso, muy rota y con surcos profundos, 


a medida que avanzamos hasta las ruinas de un cortijo; con vistas de las plantaciones de aromáticas en las Casicas del Portal;


enlazamos con la pista asfaltada que nos devuelve a Charán, 


para trasladarnos al Restaurante El Cortijo en el Campo de San Juan y tomar un menú contundente. Al paso por Archivel, compramos miel cristalizada


para seguir endulzando La Vida.

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