Murcia-Molino de Funes-Ermita de San Antón-Veredas en Puebla de Soto-Molino de la Olma-Carril bici-Disneylandia huertana

Salimos 5 miembros de Andarines Caminando por La Vida, pedaleando desde el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, por el carril bici hacia Orihuela;

 nuestro primer destino es tomar la orilla opuesta del río Segura;











rodeamos el Centro Cultural y Museo Hidráulico en los Molinos del Río/Caballerizas,



inaugurado en 1989, con exhibición permanente de las instalaciones de los molinos harineros y la programación continuada de exposiciones temporales.



Cruzamos la carretera desde la Plaza Camachos,



buscando el inicio de la mota del río, desde el antiguo Cuartel de Artillería, complejo militar rehabilitado y restaurado por el Ayuntamiento de Murcia en pabellones diversos, museos y sede de instituciones.

Dejamos la mota del río, girando a la izquierda por ancho sendero marcado con postes de madera, para coger el Camino Hondo de Barriomar al Molino de Funes.







Cruzamos la carretera de Alcantarilla; 

dejando el Camino Hondo a la derecha por el de Los Bastidas, pedaleamos junto a las vías del tren, 

pasando por Nonduermas; entre huertas de limoneros, el agraciado Carril de los Orenes,



hacia su final, nos permite bordear la Estación Intermodal de Mercancías de Alcantarilla,





han quitado los escombros y colocado dos bolardos en ambos extremos para impedir que se use como vertedero.



Ascendemos por la carretera que remonta las vías del ferrocarril,



nos desviamos por el primer carril a la derecha (Carril Cascales);





pasando por la Pollera junto a la Acequia Mayor, alcanzamos la coqueta Ermita de San Antón, 

seguimos pisteando



cruzando la Carretera de Alcantarilla, entrando en Puebla de Soto por vereda huertana y trazado de la Vía Amable nº 1; 

tomamos el mantente; 

cruzamos la acequia, para volver al pueblo por otra vereda huertana,



cuyo final supuso un ligero problema al cruzar el brazal.



Cruzando Puebla de Soto, observamos unos carteles con fotos antiguas de la zona; giramos a la izquierda para entrar en el Camino de la Olma,



debido a un enorme olmo que daba sombra al cauce del Azarbón (entubado). 

La grafiosis y una tormenta la derribaron (los huertanos aplican el femenino para los árboles) en los años 70;



el tocón fue trasladado al jardín del Malecón;



afortunadamente queda en el paraje, uno de los quince mejores almeces de España,



recuperado tras poda sanitaria, mide más de 18 m y casi 4 m de perímetro troncal; 

además la mejora incluyendo la rueda del molino de borra (para la fabricación de trapos) que aún se conservaba enterrado a los pies del árbol, funcionaba con una máquina de gas pobre marca Körting del año 1913.

Desde las ruinas de la fábrica de conservas vegetales, Sucesores de Rafael Pérez Orenes,



retomamos por la derecha la mota del río; cruzando el siguiente puente, circulamos por el carril bici 2 km, enlazando con la pista asfaltada justo después del ramal carril bici y antes del Molino Rosquilla, para intentar ver la “pequeña disneylandia”

e incorporarnos de nuevo al carril bici; en Puente Inacua, decidimos a pesar de la sensación térmica de frío provocada por la humedad; tomarnos unas birras en la Casa Vieja del Malecón;





una pinta de Paulaner trigo de barril es mi debilidad y no fui el único; 

tras nuestra pequeña celebración,” cada mochuelo a su olivo”; por mi parte a cerrar el track en el Auditorio y despedir a Dalena y su “bici especial muselizada”.







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