Casas del Portazgo-Matahombres-Descenso del Cielo-Rambla del Puerto de La Cadena


Salimos desde el área recreativa de las Casas del Portazgo, zona antaño destinada a las caballerizas y el ganado, pertenecientes a la guarnición del Castillo del Portazgo, carretera abajo, torcemos por la izquierda hacia la finca caballar Lo Pertiguero; tomamos por la Rambla del Puerto,


baja con agua de la cercana poza embutida en baladres; 


la pista en desuso con un acueducto, se encuentra cortada por una torrentera profunda, tras salvarla, seguimos pisteando un trecho, 


el camino a seguir va por la derecha, pero seguimos rectos investigando por el ramblizo un corto tramo; la profusa vegetación y el alejamiento del track que hemos de seguir, nos hacen trepar apoyando manos unos 20 m de desnivel para enlazar con el sendero.


Continuamos ascendiendo agradecidos por el sombrío pinar, 




enlazamos con la ancha pista del Matahombres; 


en 650 m, alcanzamos el cruce con las pista de las Llanas, 


la seguimos por la izquierda durante 100 m y tomamos el sendero de la Bajada del Cielo con vistas fabulosas de la Vega Murciana.




Comenzamos el descenso entre albaidas y pinos, enlazamos por la derecha con el sendero, 


recorre las estribaciones de la Sierra del Puerto por la cara norte bordeando el Cabezo del Puerto; a media ladera, vamos caminando alternando zonas de umbría con otras soleadas vistas de la autovía;


 cercanos al Collado Mosqueras, descendemos por un ramal del sendero ajustándonos a un ramblizo,


 el sendero, a veces abrupto, 


nos conduce a la Rambla del Puerto de La Cadena (separadora del Parque Regional en dos sectores: Carrascoy y El Valle).
El Puerto de la Cadena proviene de la época medieval, se colocaba una cadena y había que pagar un impuesto o peaje por el tránsito de personas y de mercancías, para cruzar en ambos sentidos: Cartagena o Murcia; de nombre antiguo Puerto de Cartagena.



Llegamos al viejo viaducto árabe con agujeros circulares excavados en la roca, provenientes de la extracción de muelas, para los numerosos molinos que existían en el Campo de Cartagena y al área recreativa de las Casas del Portazgo donde tenemos aparcado el coche.


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