Las Cuevas-Rambla Pétrea-Sendero del Pino-Rambla del Cigarrón


Accesos desde la autovía MU-31 o N-301 desde El Palmar por desvío en la Paloma (Carril Carriles), haciendo una rotonda llegamos a la Carretera Las Llanas y pasado San José de La Montaña, aparcamos en la explanada del inicio de las Casas del Cigarrón (cara norte de la Sierra del Puerto) 37°55'4.92"N 1°10'35.23"W, donde el bus da la vuelta.
Bajamos a la Rambla del Cigarrón 


por corto tramo de pista asfaltada, giramos a la derecha siguiendo la pista por el Cordel de Los Valencianos en la zona de Las Cuevas; 


descendemos al interior de un ramblizo para retomar la pista poco más adelante, 


la seguimos un trecho, atentos a desviarnos por sendero a la izquierda, describiendo un arco de vuelta donde será imprescindible consultar el track.
El sendero junto a un ramblizo 


tiene varios pozos alambrados, 


desemboca en una pista que hemos de seguir a la izquierda, para tomar en ascenso una traza senderil justo en la curva cerrada 


y seguir subiendo por una rambla con suelo de piedra (Rambla Pétrea), en época de lluvias no es aconsejable pasar, por lo resbaladiza y traicionera que se torna la roca lisa.
Comunica con el Sendero del Pino, 


continuamos por él 260 m, entonces se inicia una vereda boscosa por la izquierda

 

que nos aboca al valle contiguo; tras corto y muy pronunciado descenso, 


cruzamos la pista asfaltada de la finca de Las Llanas, descendiendo a la cercana Rambla del Cigarrón.



La seguimos por la izquierda en sosegado y aromático descenso; 


caracterizada por el color marrón oscuro de la arenisca y los fósiles marinos hallados en su cercanía. 


Se han encontrado en las proximidades de la Rambla del Cigarrón, fósiles marinos (dos ejemplares completos y uno incompleto del caparazón de una tortuga terrestre gigante, 


procedentes del yacimiento del Puerto de la Cadena, del período Mioceno, con una antigüedad estimada en 7 millones de años, se exponen en el Museo Paleontológico de los Garres ubicado en el Centro de Educación Secundaria Severo Ochoa.


El paso por la rambla, a pesar de los desplomes del terreno y algún árbol caído, no presenta dificultad, 


aunque transitamos por trazado sinuoso y suelo arenoso alternado con rocas donde predominan baladres, albaidas y manrrubios. 


Durante el trayecto ramblero podemos admirar tres caras de distinto tamaño esculpidas en la arenisca, ya que los otros tres bajorelieves fueron destruidos.




La primera es la de un caballo, ahora semienterrada por los arrastres de las pasadas lluvias; 







junto al mismo, en otra mole rocosa, se encuentra el perfil del “Dios Sol”  inserta en medio del lecho;



 más abajo, una cabeza esculpida en el talud derecho. 






Terminamos enlazando con el cruce de la ida al aparcamiento, 


disfrutando del paseo corto adornado con la exuberante vegetación florida de la primavera que nos permite la franja horaria. Pobre consuelo por ahora. 

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