Jungla del Río Espuña
Accedemos desde Alhama de Murcia por la carretera de Fuente
Alta, al área recreativa de la Fuente del Hilo.
A pie, continuamos por la carretera hasta la curva, antes del Puente del Aire, preparamos bastones e iniciamos un descenso monte través entre trinos pajareros y hozaduras de jabalíes;
hasta el cauce del Río Espuña;
progresamos con grandes dificultades
agravadas por los rosales silvestres, cuyas espinas laceran nuestras carnes.
Salimos de la jungla por el margen opuesto, ya que nos es imposible continuar por el enmarañado lecho; volvemos a entrar en el cauce
pero, ante un cortado que nos cierra el paso,
descendemos por trocha animal un corto trecho;
salimos aliviados por el otro margen.
entrando desde una calera
a un majestuoso bosque de altos pinsapos y enormes cipreses; impregnados del halo mágico y misterioso del lugar,
nos felicitamos por tener la fortuna de disfrutar unos momentos inolvidables,
en una poderosa sierra que pocas veces muestra su faceta tan húmeda y exuberante.
Cruzamos por el aterrazamiento de una población de zumaques,
al Sendero de los Siete Hermanos que, en descenso, cruza el Río Espuña,
pasa por una calera
y asciende con grandes vistas
al Collado de los siete Hermanos; tras unos metros bajando, torcemos a la izquierda por un largo sendero donde abundan las jaras;
nos saca a una de las curvas cerradas de la carretera a La Perdiz.
Ascendemos hasta el collado del cortafuegos y, antes de alcanzar el cruce con la Carretera al Collado Bermejo, aprovechamos el cauce por el Barranco del Gallego en ascenso continuado;
hacemos una parada para
tomar la barrita y alcanzamos la carretera, caminando bajo la Solana del Morrón
durante 550 m.
Atajamos desde la Casa del Perdigón
y tras 1,4 km, entramos por pista forestal a las ruinas de la Casa de las Labores;
descendemos zigzagueando al Barranco del Buey, pasando una charca y un bosquete de pinos,
cruzamos el barranco;
dejando atrás el Refugio Fuente del Sol,
pasamos el puente y descendemos al Barranco del Buey.
Sendeamos junto al canal del Rio Espuña;
rodeados de enredaderas,
eludiendo el ramaje,
acompañados por el murmullo constante del agua;
caminamos distendidos
hasta el Área de Recreo de la Fuente del Hilo;
comemos en su chiringuito, dando por concluida una ruta de componentes exploratorios con final feliz.
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