Ramblas de Sangonera y Pocico-Senderos del Caballo Muerto, Perdices, Calzada Romana y Cornisa

 

Accedo desde la RM-603 del Palmar a Mazarrón, cruzando Sangonera La Verde hacia el Sur y final de la población, aparco en la Ermita de La Cruz (también Llamada Ermita Nueva).

Salgo en descenso hacia el Sur, cruzando el Cordel de Los Valencianos para entrar por la Rambla de Sangonera; 

en 850 m veo el burdo relieve en la piedra arenisca de un cristo crucificado y, 

al completar el primer kilómetro, dejo la rambla por la derecha al Sendero del Caballo Muerto que se dirige hacia Casas Altas, empinado en su primer tramo, me hace entrar en calor.

Atento al track, lo abandono campo través

en busca de una traza senderil, que me conduzca a los cortados de la Rambla de Sangonera; voy atravesando interesantes zonas aterrazadas con abundancia de matorral; 

aparecen las bolsas de procesionarias, 

destruyo dos de ellas 

mientras voy pendiente de doblar a la izquierda en busca de un sendero de cazadores denominado el Sendero de las Perdices.

Alcanzo el puesto de caza, continuo por la derecha entre algarrobos emboscado en la densa vegetación mediterránea;

 enlazo con la pista dejando a mi derecha las ruinas de las Casas Altas de Torre Guil en el Majal Blanco

 y desciendo a la Rambla de Sangonera, realizando un tramo cuya vegetación se muestra agradecida por la lluvia de ayer.

Salgo de la rambla en el cruce de senderos, progresando por el sendero en principio paralelo a la rambla, con vistas de la las casas de la finca de las Llanas; 

veo una ooteca escurriendo gotas de lluvia; 

poco mas adelante, me aboca a la Rambla del Pocico.

Alcanzo el cruce ramblero para continuar en ligero y corto ascenso por el ramblizo; 

cambio de dirección a la izquierda entrando por el Sendero de la Calzada Romana en la Finca de las Llanas, 

alterna tierra, arena y roca en su firme.

Me desvío por la izquierda en el primer cruce, 

y sigo recto en el segundo por un estrecho sendero con altibajos;

lo dejo para ir caminado por el Sendero de la Cornisa, 

bordeando un profundo ramblizo, 

con abundantes excrementos de conejo

 y grandes vistas.

No deja de llamar mi atención al alto numero de alambrillos, doradillas, orovivos, alfilerillos, gusano del alambre, todos estos son nombres comunes por los que se conoce al Agriotes; 

los que viven en los bosques son importantes recicladores, porque devuelven sustancias químicas al suelo, para que las plantas vuelvan a utilizarlas, aunque representan una plaga para los cultivos de huerta, ya que las larvas pueden llegar a vivir hasta 4 años;

 antes de su transformación definitiva en un escarabajo de color oscuro, cuerpo aplanado, que solamente se alimentan de polen de las flores y al saltar hacen un ruido semejante al click (Por eso se les llama escarabajos click). 

Se desarrollan preferiblemente en suelos húmedos afectando a gran variedad de cultivos y cuando son acosados, se enroscan en espiral segregando una sustancia irritante al contacto con la piel.

La traza senderil, 

acabada la cornisa de arenisca, desciende al fondo ramblero,

donde hay que pelearse con las ramas, para atravesar un corto trecho sin bajar al cauce y salir a la pista legamosa de vuelta por la izquierda.

Me veo obligado a no atajar recto y seguir en ligero ascenso a la pista principal hacia la finca, donde el camino al aparcamiento la salva junto a su vallado y otro barranquete.

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