Subida a la Cumbre de la Navela y vuelta por el Barranco del Saltador

 

Accedemos desde la A-30 por la N-301 a la gasolinera donde aparcamos ( 38°10'24.07"N 1°18'48.16"W). Partimos por el sendero de nuestra derecha 


hacia el fondo del Barranco del Saltador, lo cortamos y, bordeando el feo desguace, seguimos por traza senderil unos metros, antes de acometer monte arriba un ascenso 


por las curvas de nivel mas separadas y buscando el lomeo o cresteo.

El primer cortado lo eludimos por la derecha apoyando manos, mientras vamos tomando altura avanzamos intuitivamente sorteando matorral y arbolado; 

casi siguiendo la linea imaginaria de demarcación territorial entre Blanca y Ulea, 

nos plantamos bajo los paredones del pico de la Navela en busca de un paso hacia su cumbre.

El primer intento fracasa al caminar por una cornisa sin salida,

 pero muy cerca, siguiendo la base de los picachos, encontramos el paso semiescondido y relativamente sencillo de atravesar.

Continuamos hacia el borde montañoso

con vistas del cercano vértice geodésico a 549 m; 

tras el disfrute que nos proporciona el visionado del vasto territorio hacia el Parque Regional de la Sierra de La Pila, con las S. de la Espada y Lugar a su derecha y Solán a la izquierda,

 comenzamos a movernos bordeando el cortado en busca de una bajada que en principio no vemos posible. En el descenso con vistas, 

observamos una traza que se interna en un desfiladero y nos decidimos a explorarlo. 

Repartidos ambos buscando junto a sumideros yo y aberturas él, descubro que hay una posible salida

 y llamo a Paco, que a su vez me comunica la imposibilidad de seguir por la abertura al exterior; lo que viene nos deja boquiabiertos, 

por no esperar nada semejante a este paso rocoso perdido de la mano de Dios, pero de una belleza agreste poco común en estos lares.

A su salida nos encontramos con el fraile meditando sobre el Embalse de Ojós y la Vega Media; 

cuando parece que vamos encaminados, vemos que hay una cresta difícilmente salvable, pero de nuevo encontramos un paso escalonado en diagonal, 

que nos coloca encima del Collado de La Corona.

Iniciamos un suave descenso rodeando el crestón por la derecha,

 continuando por la loma con grandes vistas; 

solo nos queda encontrar un paso de bajada final; en un hueco del filo rocoso observamos que se puede bajar con precaución y eso hacemos. 

La extensa cornisa inclinada nos sirve para desplazarnos lateralmente, 

cortar el inicio de un ramblizo y enlazar con el sendero al Barranco del Saltador por el que volveremos.

Pasamos por traza endurera y salimos del fondo por un lateral rocoso, 

espantando a un ofidio que tomaba el sol, 

se trata de una bastarda (Malpolon monspessulanus), muy larga y negra, contrasta con el blanquecino suelo; muy extendida en la Región de Murcia, de carácter diurno y termófilo es rápida y agresiva;

 su mordedura puede ser venenosa, aunque no es peligrosa para el hombre, ya que sólo inoculan el veneno cuando la presa está muy dentro de su boca, por la disposición atrasada de sus colmillos.

Realizamos un descenso acusado al fondo del barranco por suelo pétreo, con humedad resultaría del todo imposible mantener la verticalidad dada la excesiva pendiente. 

La parte final no desmerece en absoluto, por sus tramos de roca erosionada por la escorrentía

 y el descenso del talud con muro de mampostería.



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