Socovos-Castillo de la Encomienda-Sendero Arroyo de Benízar-Pinturas rupestres Solana del Molinico-Loma del Conjurador


Accedemos a Socovos desde Calasparra por la MU-510 y Tazona (CM-3217), aparcamos enfrente del Hotel Restaurante Los Franceses, donde comeremos al término de la ruta.
Partimos 16 Andarines Caminando por La Vida 


en dirección a la Iglesia de Abajo 


y el Castillo de la Encomienda, 


construcción militar del siglo XII, reformado en tiempos de Felipe II (siglo XV); 


la fortaleza, constituida por un recinto exterior de planta poligonal, aún conserva diversas torres de planta cuadrangular y una torre almohade de planta poligonal (al igual que la de Jorquera); 


en el centro de las murallas almohades almenadas, se hallan los restos de la iglesia, la torre del homenaje, el aljibe e incluso la mazmorra.


Pisteamos entre huertos de viejos olivos 


hacia la Noguera del Arco; declarado "árbol singular" en 2003. Algunos especialistas aseguran que se remonta a la época musulmana y que está entre los nogales más añosos de Europa, si no es el más antiguo; vemos que ya no está apuntalado, su gran tronco yace tumbado a la orilla del camino, 


que tanto ha visto pasar a lo largo de los 800 años estimados; para una encina no tiene ningún mérito llegar a los tres siglos de vida, el Tejo alcanza los 1.500 años y las secoyas sobrepasan los 3.000 años.


Cambiamos la pista por el cauce seco del Arroyo, 


transitando por su margen derecho; 





poco a poco van apareciendo zonas encharcadas con un manto de hielo; 










cruzamos una pista asfaltada bajo su pequeño puente, 


para iniciar el Sendero Arroyo de Benízar; aunque el primer tramo lo hicimos por su curso, 



discurre paralelo al arroyo, de aguas limpias y tranquilas, rehabilitado por la Confederación Hidrográfica del Segura, con zona de descanso junto a un pequeño azud reconstruido, 


pero el sendero tiene un buen trecho impracticable por los juncos que lo jalonan, obligándonos a caminar por el talud.



Llegados a una chopera, 



cogemos la pista paralela a la carretera del pueblo a Calasparra; vemos enfrente la Ermita de San Felipe y Santiago, patrones de la Villa; reedificada en 1.820, alberga las imágenes del taller de Salzillo de ambos santos. 


Ascendemos por sendero para evitar transitar por la carretera; 



tomamos el mantente antes de introducirnos por una enorme tubería bajo el asfalto; 


continuamos un trecho por nuestro sendero SO-04, hasta enlazar con la pista, 



que cambiaremos por senda de vuelta, 





hacia las sucesivas pozas del Arroyo de Benízar 


en un entorno de exuberante vegetación; 


disfrutamos de sus saltos de agua encajonados en el lecho rocoso; 





cruzamos al otro margen, 



afrontando un corto y contundente ascenso, 



a la pista que nos deriva hacia las pinturas rupestres de la Solana del Molinico; 


al paso nos llama la atención el cercano Pedrusco del Pardo y el rápido ascenso térmico.




Abandonamos la pista 



por empinado sendero, 


nos saca a un collado (733 m) 


con buenas vistas de Peña Bermeja y los Llanos de Tazona; 


continuamos subiendo 


al cruce con la pista, 


que desemboca en el vallado de las pinturas rupestres; 


pertenecientes al Arte Esquemático (6.500-3.200 años antes del ahora),


estilo figurativo basado en el esbozo de figuras que carecen de orden compositivo, aparecen repartidas aleatoriamente y sin sensación de movimiento. 



Apreciamos dos figuras que se conservan en buen estado, una de figura humana con los brazos  dispuestos en jarra, las dos piernas y el sexo por medio de un corto trazo vertical;  


otra menos visible de un símbolo geométrico con forma de estrella de cuatro puntas.




De vuelta, torcemos en ascenso 



por el sendero SO-04 hacia la Loma del Conjurador; 





atajamos en el Calvario 


hacia el collado 


y descendemos por la carretera al restaurante, cruzando Socovos por su plaza


e Iglesia Nueva del pueblo, del año 1.949, dedicada a la virgen de la Asunción, 


contiene algunos retablos de estilo barroco e imágenes como la Dolorosa, la Virgen del Pilar, San Antonio de Padua y el Cristo Crucificado, popularmente atribuido a Montañés, aunque parece ser que pertenece a la escuela de Salzillo. 





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