Paseo del Malecón-Monasterio de Los Jerónimos-Molino de Los Canalaos-Molinos del Río


Partimos desde el Auditorio Victor Villegas de Murcia, por el carril Bici


hacia el Paseo del Malecón; se construyó en el siglo XV como medida de contención frente a las crecidas del río Segura, ahora convertido en paseo sobre la huerta circundante de la ciudad; 


en la rotonda de la Albatalia, salimos por el segundo ramal, vemos al paso dos curiosos espantapájaros en un huertecillo, 


al final del rectilíneo Carril Torre Molina realizamos 250 m por un tramo asfaltado, sin circulación pero con el cartel de dirección prohibida a vehículos; en 180 m torcemos a la derecha por el Carril Pollos; giramos por la izquierda durante 100 m y torcemos a la derecha por el Carril del Pino, unidireccional, haremos 200 m con precaución desde una moderna casa torre con ermita incluida.


Tomamos a la izquierda en 100 m por el camino de servicio de la Acequia Churra la Vieja, pasamos entre pequeños huertos observando los potrillos de una familia equina; 


entramos en Guadalupe cruzando frente a su Iglesia parroquial de Santa María; 


sus calles estrechas y de dirección única, nos obligan a pedalear por la acera cuando pasa algún turismo (aunque solo son 240 m, el track invertido puede ser una solución).
Transitando por la entubada Acequia Nueva de Churra, 


dejamos la Calle Noria y el antiguo señorío de Maciascoque, para cruzar campo través (200 m) de Los Ortines a Los Valchichas; 




bordeamos la parte sur del Monasterio de Los Jerónimos; procede de otro anterior fundado en 1579, conocido como monasterio de San Pedro de la Ñora. 


El conjunto monástico llamado popularmente el Escorial Murciano, sirvió como morada de enfermos del Manicomio de Murcia durante el cólera de 1855, para los asilados de la Misericordia, 


hospital de sangre en el período del Cantón Murciano, sufrió numerosos saqueos y abandonos, incluso funcionó como cuartel de instrucción para nuevos pilotos del ejército republicano. 


Actualmente acoge las dependencias de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).


Girando a la izquierda por el Carril de los Arcos salimos a la rotonda de nueva apertura para entrar por el Molino de Los Casianos 



(fue un molino harinero que tuvo tres piedras para moler cereales, con los años se empleó para moler pimentón); 



vamos paralelos a la Acequia Aljufía, 


abastece de agua a toda la zona norte de Murcia, 



al restaurado Molino de Los Canalaos en el Rincón de Beniscornia (del siglo XVIII, sus instalaciones se transformaron en batán de picar esparto y borra, entre 1802 y 1870); 



junto al Molino Alto en Javalí Viejo, conformaban sobre la Acequía Aljufía, el origen de la Fábrica de la Pólvora de Santa Bárbara; 



estos molinos estuvieron en manos privadas hasta el 1º de julio de 1747, cuando fueron incautados junto a otras instalaciones por la Real Hacienda.



Se han restaurado paños de piedra, quijeros y entorno natural, creando un mirador y aparcabicis junto al aliviadero, pantano o regolfo


 y sus tres canales de impulsión, separados por los tajamares levantados en bloques de piedra, distribuidores del agua a través de portillos, con refuerzos en los laterales de piedra arenisca.




Desde Los Mingatos, cruzamos la Carretera de La Ñora, para tomar el ramal del carril bici, 



transcurre entre abundante vegetación durante 450 m, 



hasta enlazar con el carril bici a la orilla del Río Segura; 


cruzamos por Puente Inacua


al otro margen 


con el fin de regresar, pasando por el Espacio de los Molinos del Río/Caballerizas, 


inaugurado en 1989, con exhibición permanente de las instalaciones de los molinos harineros y la programación continuada de exposiciones temporales,


que compartían la intención de profundizar y divulgar aspectos históricos, etnográficos y arqueológicos de nuestra cultura. 



Progresamos por la orilla del río 







cruzando bajo el puente de la Avenida Miguel Induráin, 



dejamos la mota del río por el primer puente 


de vuelta al auditorio.


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