Cantera del Feo-Collado del Cerrillar-Senda Motera-Badlands del Puerto de la Cadena
Accedemos al Puerto de la Cadena aparcando en el Restaurante Venta II. Iniciamos la andadura cruzando la pista asfaltada en dirección a la Casa Colorada o del Comandante;
antes de llegar giramos a la derecha, cruzamos por antiguos cultivos de almendros con vista trasera del Castillo de la Asomada
y delantera del pico Columbares (646 m) y la Sierra de Los Villares,
ascendemos dos repechos
para enlazar con la pista de la Cantera del Feo,
explotación abandonada donde aún quedan restos en sus laderas de mineral de hierro, con algo de micas y cuarcita, su suelo es rico en yesos;
dejamos la cantera para continuar entre pinar
por un sendero mampostero y semiaéreo con vistas de Carrascoy y Sierra Espuña.
En el Collado del Cerrillar (543 m),
torcemos por el sendero de la derecha, se bifurca enseguida, el de la izquierda asciende a las Murallas de King-Kong, por la derecha
lleva a la Senda Motera en la Solana del Cerrillar,
nos ofrece el espectáculo visual del Mar Menor en días despejados, hoy solo distinguimos el Cabezo Gordo por encima de una espesa neblina;
descendemos con precaución
debido a la pendiente y tierra suelta,
se encuentra muy degradada.
Tras pasar un antiguo transformador con pozo, torcemos por traza senderil atajando la pista, en busca de un sendero que desciende junto al enlace con la pista;
por el ramblizo paralelos a la pista de la finca caballar la Constancia, accedemos a la pista, que por la derecha, nos encamina entre cardos seteros, thapsias garganicas (falsos hinojos) y boñigas de caballos a modo de hitos, hacia las ruinas de un pequeño acueducto,
lo sobrepasamos por la derecha, entrando por la
parte ancha del embudo que forma este valle ramblero, propiciando el fenómeno
de los «Badlands».
El pueblo indio Lakota lo denominó «malas tierras», se forman en áreas de infrecuentes pero intensas lluvias y escasa vegetación, produciéndose una erosión devastadora;
los Badlands del Puerto de la Cadena son un tipo de paisaje de características áridas, debido al clima semidesértico y erosionado por las avenidas de agua de lluvia, al precipitarse en pendiente sin cobertura vegetal que la frene,
Octubre 2016 |
Noviembre 2020 |
también influye la composición de la roca blanda y tierra rica en areniscas, arcilla, margas, caolín o yeso, dando lugar a la formación de cañones, cárcavas, barrancos y canales que desembocan aquí en una rambla.
Los más afamados son el “paisaje lunar”, los “barrancos de Gebas” y los de Albudeite/Campos de Río.
Una vez encajonados, empezamos por la derecha
explorando las cuatro entradas del terreno horadado con pequeñas cuevas, paredones, callejones de formas caprichosas y desplomes recientes,
cada vez que vengo encuentro nuevas sorpresas, esta vez en forma de arco.
Iniciamos la salida
de este sorprendente barranco ramblero,
siguiendo el sendero paralelo a un antiguo vallado, subimos un repecho,
torcemos a la izquierda
lindando con la zona agrícola, para salir a la pista de vuelta (Vereda de Torre-Pacheco) a la Venta del Puerto.
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