Senda Bonita-Murallas de King Kong-Senda Partida-Sendero Umbría de los Sánchez

Desde Murcia por la carretera de San José de La Montaña al Puerto del Garruchal (RM-F13), accedo por el Camino de Los Puros hasta la valla final, aparco junto al inicio de la pista a Los Serranos en la Umbría de Los Sánchez dentro del Parque Regional del Valle y Carrascoy.

Tras observar el fenómeno de condensación de la humedad del aire, con 5,5º de temperatura, 

subo por la izquierda a la Senda Bonita; semiaérea y mampostera, hace honor a su nombre a pesar de los desplomes que acumula; me asomo al saliente rocoso de erosionadas arenas fosilizadas, 

disfrutando de la puesta de sol; 

más adelante nos ofrece vistas de la Cresta del Gallo, el Cañarejo y Los Puros.

Cuando cambia de valle, preparo los bastones para ascender por los escarpados cerros de Villora; 

con una trepada fácil y caminando por traza senderil intuitiva, ayudada con algunos hitos, 

voy descrestando por las Murallas de King Kong en La Solana del Cerrillar; con subidas y bajadas constantes, 

alcanzo el firme sendero de las Murallas de King Kong, 

con muestras evidentes de las formaciones geológicas, como pequeñas covachas, un arco o erosión alveolar en los estratos rocosos de sus areniscas.

Me recreo con el espléndido paisaje que nos circunda: el Paisaje Lunar, Cresta del Gallo, Puntarrón, Columbares y Mamellones a un lado y el Mar Menor al otro. Curiosamente el último cerro, antes de iniciar el descenso final, tiene solo 1 m menos que las Antenas del Relojero.

En el Collado del Cerrillar, 

sigo a la derecha descendiendo por la Senda Partida, 

con medidas para frenar el desgaste de su firme abierto, gracias a la colocación de gruesos tablones de madera 

que minimizan los efectos de la escorrentía; en una de sus curvas, bajo una madreselva, 

aparecen unos diminutos hongos.

Poco antes de enlazar con el Camino de Los Puros, tomo un sendero abandonado por la derecha; 

se encuentra invadido por la vegetación y casi cortado por dos enormes rocas, pero merece la pena precisamente por su estado semisalvaje.

Corto el Camino de Los Puros, descendiendo por un atajo a la Pista de la Casa de Oración, 

para continuar por el boscoso Sendero de la Umbría de los Sánchez; 

hacia su final cruzo por un bancal abandonado con algunos olivos vejestorios; 

enlazo con el tramo de pista que conecta con la de Los Puros, 

donde me espera el coche en su exiguo aparcamiento.

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