El Sabinar-Loma de Alcaboche-Fuente la Sabina-Cortijos de Sorbas-La Fuensanta

 Accedemos por la RM-15 desde Caravaca de La Cruz, pasando Archivel al Sabinar por la AB-702, aparcamos a la salida del pueblo (38°12'12.87"N  2° 9'26.32"W).

Partimos por la carretera hacia Nerpio en una mañana brumosa;

 tras 2,8 km, giramos por pista a la derecha

 hacia el Rincón del Sastre;

 comenzamos a subir

 prolongadamente con algunos duros repechos, hacia la Cuerda de la Gitana en la Sierra del Zacatín,

 cruzamos la divisoria de la Región de Murcia, con fantásticas vistas sobre la Sierra de Villafuerte, Peña Jarota y el Embalse del Taibilla.

Salvamos el Barranco de la Cueva del Saltador,

 pedaleando por la Loma de Alcaboche

a la antena de telecomunicaciones, 

donde la panorámica espectacular

 que se abre ante nosotros es sobrecogedora, 

llegando a ver despuntar el pico de La Sagra, tras la Sierra de Segura.

Realizamos un largo descenso por la Sierra de la Peña del Moro, 

pasando por las ruinas de la Casa del Soto

 y la cabaña caprina

 del Cortijo de la Cañada del Roble, 

hasta el caserío de Casa Blanca

 donde, por asfalto, 

alcanzamos la relajante aldea de Fuente la Sabina

 y tomamos el mantente en su área de recreo junto a la fuente

 y lavadero.

Seguimos por la carretera durante 2,5 km, 

desde los Cortijos de los Riveros y sus dos bellos ejemplares de pinos laricios, 

pedaleamos dejando a nuestra derecha la vallada pista de aterrizaje reconvertida; torcemos a la derecha en el cruce del Cortijo de las Rejas

 por Los Nevazos, 

pasamos la cadena que impide el paso a vehículos (38°14'36.66"N 2° 7'51.07"W) y varios carteles que prohíben la recolección de frutos, plantas, etc.

Dejando atrás las ruinas del Cortijo del Nevazo y la coqueta Casilla de Pedro y Tomás; pasamos bajo los rústicos Cortijos de Sorbas

 objeto de actividades tanto cinegéticas como agrícolas, donde se han encontrado en sus cercanías, muestras de arte rupestre.

Ascendemos por el Calarico Llano

 al Collado Romero; giramos a la derecha por el encinar de la Umbría de la Centenera, la madera de encina al ser muy dura, se emplea para fabricar piezas que tengan que soportar gran rozamiento y para hacer carbón vegetal, la corteza para curtir el cuero y las bellotas para alimentar al ganado. La encina se ha considerado árbol sagrado en diferentes culturas, actualmente en Extremadura, tierra de dehesas formadas por grandes encinares, ocupa el centro de su escudo, representando más que un árbol, una filosofía de vida.

Dejando la provincia de Albacete, rodeamos Cuerda Chica bajo la Fuensanta y su Molata, 

giramos a la derecha en rápido descenso

 por la Hoya del Gato, 

observando sus calizas grises del Paleoceno,

 a la aldea de Los Cantos, donde vemos una caldera para destilar el aceite esencial de los cultivos en sus campos de secano; maquinaría que procesa las plantas recolectadas y transforma en futuras colonias, geles, esencias, aceites, medicamentos, etc.

La carretera en suave ascenso, 

con los buitres sobrevolando nuestro pedaleo, por si acaso alguno flaquea; 

nos deja a la entrada del Sabinar por la Fuente del Prado; 

cruzamos la población por las Calles de la Fuente, Atocha

 e iglesia al aparcamiento.


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