De playas, miradores, historia y monumentos del Puerto mazarronero

Accedo por la Via Axial del Puerto de Mazarrón a la Av. Jose Alarcón Palacios, aparcando junto a la rotonda que delimita la Playa de Nares con su islote rocoso Cabezo del Castellar y la Playa de la Pava hacia la que me dirijo.

Echo un vistazo a una interesante covachuela artificial, que se bifurca en un saliente, 

corresponde a la entrada de abastecimiento de agua de las antiguas Salinas Pim-Pam a través del canal, estaría asociada a una maquinaria de bombeo, cuyas características sonoras, hicieron que en la época, esta estructura fuera conocida popularmente con el apelativo del “Pim-Pam”.

Bordeando por la arena costera, 

asciendo por las pasarelas de madera 

al promontorio costero Cabezo del Gavilán, con un amplio historial de ocupación desde la prehistoria y enclave de una factoría para la obtención de plata (siglos II-IV a. C.); 

aunque las vistas desde su mirador son estupendas, 

la temperatura superior a los 30º resultan un pequeño suplicio, restando encanto al recorrido; al disponer de algo menos de dos horas, he de darme prisa para cumplimentar una corta ruta turística, con unas pinceladas sobre la historia del Puerto y una parte monumental.

Recorro las playas de Bahía y la Reya para encaramarme al Mirador de la Reya, 

de excelentes vistas; 

volviendo atrás, desciendo bordeando el Puerto deportivo

 y pasando junto a la Ermita Nuestra Señora de la Asunción de Bahía, 

en pie contra todo pronostico, debido a la pasada construcción del paseo y la actual Ley de Costas.

Han instalado, con acierto, unos cubos cubiertos de fotos antiguas relacionadas con la historia de Mazarrón y el Puerto,

 nos informan sobre sus casas y edificios reseñables, calles emblemáticas, ferrocarriles, procesiones, santuarios, etc. 

dentro de la Arquitectura Urbana de los pasados siglos; 

también hacen alusión a ilustres personajes, 

a las explotaciones mineras (Coto minero del Cerro San Cristóbal y Los Perules), 

a una fundición metalúrgica 

(La fundición Santa Elisa, 

en el Rincón de la Isla, operó entre 1886 y 1927, 

contaba con cuatro hornos, siendo conocida como Compañía Metalúrgica de Mazarrón) 

e incluso a la salinera Pim-Pam cercana a la Playa de Nares, inicio de la ruta.

Continuo por el paseo encementado de unas antiguas viviendas de pescadores, 

enfrente del Pecio/Barco Fenicio y La Isla. 

Rodeando el restaurante Miramar camino por la arena de la Playa de la Isla, perteneciente a la “Costa Cálida”; 

con vistas del recinto ferial, 

cruzo por una de las callejuelas de las apañadas viviendas en la Playa del Gachero, 

para ascender un contundente repecho

hacia el Cabezo del Faro, 

paso junto a los restos de un antiguo bastión defensivo o de las chimeneas de la Fundición Santa Elisa, 

que estuvo instalada abajo; 

sus vertidos y la construcción del Puerto Deportivo, propiciaron un cambio de corrientes con la salida de toneladas de arena del lecho marino, provocando posiblemente el afloramiento de los famosos pecios fenicios.

Recorro los senderos cercanos a los acantilados con grandes vistas marítimas, 

el Faro y el monumento al Sagrado Corazón de Jesús, 

una escultura en lo alto del Cabezo del faro en el Monte de Santa Catalina, 

destruida durante la Guerra Civil, se reconstruyo posteriormente (18 de junio de 1948), 

las vistas sobre el Puerto de Mazarrón.

Desciendo por detrás del Cristo, tomando pista a la derecha, me saca a la Cuesta del Faro, 

tuerzo a la izquierda entrando en el Centro De Interpretación Barco Fenicio; 

aporta información sobre las naves fenicias más antiguas halladas en el Mediterráneo, hundidas frente a la Playa de la Isla.

 El segundo de los barcos, el “Mazarrón 2”, de 8,10 m de eslora y 2,25 de manga, contaba con la totalidad del cargamento, constituido por lingotes de mineral de plomo. 

Solo me resta volver

 al inicio por la Av. José Alarcón Palacios.


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