Txabolas pastoriles de la Sierra de Urbasa-Cordal botánico-Senda del Pastoreo

Accesos por la A-10 y NA-718 a la Sierra de Urbasa, aparcamos a la entrada del Sendero de Morterutxoko.

Salimos por la izquierda a pie y realizando unos metros por el arcén, 

cruzamos a la derecha por la pista que nos introduce al hayedo

 y las Txabolas Aracamaren

 y Fontaneroaren

 donde acaba la pista.

Monte arriba alcanzamos la cuerda lomera con vistas de Olazagutía y su cementera;

 cruzamos un paso alambrado siguiendo la vereda vacuna por el cordal, 

vemos un picasola plicatilis u hongo saprófito de los prados; 

los troncos y ramas de las hayas espectaculares de día, deben conformar con bruma o al anochecer un paisaje de película aterradora.

La zona de tránsito es muy bonita, 

alfombrada con manzanillas

 salpicadas de una inmensa variedad de flora (acebos, 

cardos,

 consueldas,

 orquídeas,

 allium, 

campanulas de las rocas

 ...) e insectos, desde los escarabajos afanados en el estiércol de vaca,

 abejas polinizando, 

mariposas azules de Reverdin

 y galateas

 e incluso un diminuto grillo (Platycleis).

Observamos junto a una haya viejuna, 

que la hierba circundante tiene adheridas varias aglomeraciones globosas, 

son nidos de espuma o salivas que pertenecen a la cigarra espumadora en su etapa de ninfa.

Comenzamos a descender cruzando la alambrada

 e internándonos en un bosquete de jóvenes hayas, 

alcanzamos una parte despejada y, 

enfrente del único árbol grande (ver foto), giramos a la izquierda (Sur) 

por difuminada traza senderil al principio (unos metros tan solo)

 para después progresar descendiendo por vereda vacuna, el resto del bosquete

 hasta su final en hayedo majestuoso.

Cruzamos una pequeña pradería sorteando las vacas por la izquierda

 y entramos en la balizada Senda del Pastoreo, 

donde un cartel nos habla de un reducto de abedules; 

me acerco a una antigua txabola, 

antes de continuar pisteando cómodamente; 

vamos atentos a los detalles reveladores que encontramos a nuestro paso, como una acumulación de Corprinellus disseminatus, 

las sucesivas txabolas, 

los prados 

con el ganado pastando

 o descansando plácidamente sobre la hierba; 

insólito que haya vacas y ovejas reunidas en el mismo espacio; una de las vacas anormalmente tendida nos hizo preguntarnos por su estado de salud o grado de acomodo. 

Mientras el resto de la cabaña ganadera echa la siesta, 

los caballos se dedican a comer los brotes tiernos.

Dejamos atrás la Casa del Guarda y, 

rodeando el Camping, 

cruzamos la carretera

 para continuar por el Sendero del Pastoreo balizado a tramos cortos, 

un cartel nos informa que los bosques de este Parque Natural de la Sierra de Urbasa, están gestionados de forma sostenible. 

Al llegar a un pozo cercado de mampostería, 

dejamos el camino y seguimos rectos intuitivamente para ir derivando a la derecha y llegarnos al aparcamiento.

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