Campos del Río-Badland-Pistas de los Moluscos Fósiles y del Barril-Trampolín Hills-Presa del Río Mula-Puente Geluta
Nos desplazamos a la comarca de la Cuenca de Mula, concretamente a Campos del Río; su subsistencia está basada en el pequeño comercio, ganadería y agricultura; el cierre de la planta de la conservera Halcón Foods, supuso un mazazo para la economía del municipio. Aparcamos junto a la rotonda de entrada a la población, en una edificación que funcionó como local comercial (38° 2'17.76"N 1°21'22.64"W).
Partimos carretera abajo, girando a la izquierda en el primer cruce, por la Calle Ermita
a la Plaza de la Iglesia,donde se ubica la iglesia parroquial de San Juan Bautista o iglesia vieja del siglo XVII y estilo barroco;
tras las fotos de postureo desde el mirador sobre los badlands
y el Parque Regional de la Sierra de la Pila,
retornamos
hacia la Plaza del Reloj,
por la Torre del Reloj del siglo XIX; fue oficina de la Cámara Agraria, en la actualidad contiene las oficinas de Correos.
Seguimos los carteles que anuncian las Rutas del Cabezo del Barril y del Embalse de los Rodeos;
cruzamos por el lavadero y puente sobre el río Mula, con una bella panorámica de la población;
seguimos por la derecha hasta la granja, donde torcemos a la izquierda saliendo a la depuradora; por la derecha y tras un gran pino piñonero, giramos por sendero margoso a la derecha rodeando los carrizos del Río Mula.
En una cárcava junto al sendero,
hallamos la chatarra de un coche irreconocible,
exceptuando el paragolpes trasero
usado por los Seat 600, 850 y el “todo delante” 127; pertenece al tercero,
debido a que el motor iba delante.
Vamos en continuado ascenso disfrutando de las vistas sobre los badland.
El pueblo indio Lakota lo denominó «malas tierras». Se forman en áreas de infrecuentes pero intensas lluvias y escasa vegetación,
produciéndose una erosión devastadora al precipitarse el agua de lluvia en pendiente, sin cobertura vegetal que la frene, excavando largos surcos;
también influye la composición de la roca blanda y tierra rica en areniscas, arcilla, margas, caolín o yeso, dando lugar a la formación de cañones, cárcavas, barrancos y canales.
Entroncamos con la Pista de los Moluscos Fósiles,
donde se nos muestra en un estrato incrustada,
una amalgama formada por conchas de bivalvos fósilizados (ostras, zamburiñas, mejillones, almejas, chirlas y vieiras según vemos);
alcanzamos la explanada en Barril de Abajo y torcemos a la izquierda, descrestando una loma
por la zona mas espectacular de la ruta;
el sendero con voladizo incluido,
pasa por una pequeña formación de algarrobillos,
antes de girar por pista en la subida final a la derecha.
Atravesamos por una plantación de algarrobos aislados,
con comedero de perdices y una pequeña balsa;
enlazando con la Pista del Barril de vuelta caminamos en ligero ascenso;
aparece en el horizonte la fallida urbanización de Trampolín Hills, estafa inmobiliaria sobre la construcción de un complejo de de casi 2.500 viviendas de lujo, alrededor de un campo de golf en la zona de Barril de Abajo de Campos del Río.
En 2009 se declaró en concurso de acreedores (no hay que olvidar la crisis económica de 2008, cuando surgieron empresas con centenares de promociones paralizadas); en el momento del inicio de las ventas a particulares y sociedades, la empresa constructora no había formalizado convenio alguno con el Ayuntamiento de Campos del Río, sin embargo la promoción se anunciaba en Reino Unido e Irlanda.
Tras las primeras denuncias de particulares (habían confiado en la promotora Trampolín Hills, al haber edificado en otras zonas de la Región de Murcia), cuando ya se habían vendido casi 1.700 casas, los inversores denunciaron a los promotores en 2008, al saberse que la obra no disponía de licencia, tampoco se habían completado los trabajos anunciados para la fecha prevista.
Tras 15 años, sentaron en el banquillo a los antiguos socios de Trampolín Hills, Rafael Aguilera y Antonio Martínez “El Gitano”. El banco que había gestionado los pagos, fue condenado a indemnizar (en el pasado reciente, era frecuente que, tras largas batalla judiciales, finalmente se conseguían sentencias favorables, "condenaban al promotor pero no les devolvían el dinero”) porque el banco estaba recibiendo cantidades destinadas a la promoción, sin exigir al promotor la salvaguarda de las cantidades entregadas a cuenta.
Tras la exploración, incluida la entrada a uno de los desposeídos chalet de todo aquello factible de arrancar y transportar,
dirigimos nuestros pasos hacia Campos,
descendiendo por un estupendo sendero trialero
de magníficas vistas;
tras pasar delante de la granja ovina y caprina,
volvemos a cruzar de nuevo el puente sobre el río Mula; nace en la confluencia de ramblas y arroyos de las sierras de Burete, Lavia, Ceperos, Plaza de los Pastores y El Charco, términos municipales de Bullas y Cehegín; pasa al norte de la ciudad de Mula, poco antes de La Puebla, se le une el río Pliego; sigue por Albudeite y Campos del Río, sirviendo de límite entre los municipios de Alguazas y Las Torres de Cotillas, desagua en el río Segura tras un recorrido de 64 Km. El régimen del río Mula es torrencial, propiciado por la falta de vegetación y la naturaleza margosa de su cuenca; la fuerte pendiente de su cauce provoca fuertes avenidas con arrastres sólidos.
Pasamos por una coqueta presa
y bajo el Puente Geluta, antiguo acceso a la localidad desde la autovía;
compuesto por seis arcos apoyados en dos estribos laterales y cinco pilastras centrales.
Solo nos resta seguir el antiguo trazado al aparcamiento.
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