Senderos emblemáticos, Antiguas Canteras de yesos y áridos, Trincheras de la Guerra Civil, Charcas artificiales, Ramblas que verdean, etc.
Accedemos desde la Alberca por la Carretera del Valle, al aparcamiento del área recreativa de Los Pájaros;
partimos caminado por la salida del aparcamiento hacia la Ermita de San Antonio el Pobre pero, aunque estamos en horario de apertura, se halla cerrada la puerta del sendero y no es la primera vez que ocurre;
la ermita se encuentra asociada al conjunto de construcciones religiosas, forman parte de Santa Catalina del Monte. Su aspecto actual data del siglo XVIII, según los cánones del barroco popular murciano; se trata de un edificio que consta de iglesia y dependencias para albergue del ermitaño y una cueva excavada en la montaña.
Tenemos que acortar la ruta, continuamos por el Sendero “A cada paso una historia”
hacia las antiguas canteras de yeso (o minas a cielo abierto explotadas desde los árabes);
los antiguos Hornos de Yeso con restos de silos, conforman las caleras donde las piedras de yeso (aljez), asociadas a la caliza, se cocían en hornos creando óxido de calcio (cal), mediante la calcinación de la piedra caliza a 900 grados, se trituraba y transportaba para su venta.
Cruzamos por la Balsa Redonda del Valle,
tomando un sendero en subida junto a la Pista del Relojero,
caminamos paralelos a la carretera al Sequén;
desciende a la Pista del Relojero; la seguimos en ligero descenso hasta la entrada a un sendero trialero en fuerte ascenso;
pasamos junto al belén montañero
y giramos a la derecha por estrecho y agraciado sendero,
conduce a la zona asolada por el pasado incendio y finaliza en la Senda de las Columnas.
Descendemos unos metros y lo abandonamos por la izquierda en abrupto descenso
rodeando la Cantera de Áridos.
Las Canteras comenzaron a explotarse en la era cristiana, se extraían materiales como cobre, hierro, áridos y principalmente yeso,
su máximo aprovechamiento fue a mediados del siglo XX, eran arrendadas por el Ayuntamiento de Murcia para su explotación a un total de 23 empresas privadas. En 1979 El Valle fue declarado Parque Natural y se fueron dejando de renovar los arrendamientos, hasta que en 1991 acabaron las actividades mineras.
Tras cruzar su vallado
y echar un vistazo a la tolva
y el Centro Ecuestre;
alcanzamos un cruce pistero;
por la derecha parte el Sendero de las Trincheras,obedecían a un plan de defensa estratégico, que abarcaba desde Águilas a Guardamar (Tebar, Purias, Paretón y Cantareros, Los Guiraos y el Puerto de La Cadena en la Sierra de Carrascoy, pero sin un orden continuo de defensa estática,
aunque disponía de más de 3 km de longitud en la zona del Puerto de la Cadena al Valle Perdido, su función era la de evitar ataques por tierra a la otra línea de defensa naval con puesto de mando en Cartagena.
Cruzamos la Rambla de las Canteras
hacia el chorro de agua procedente de la balsa en un entorno de trepadoras,
seguimos el curso del canal de agua hacia las charcas artificiales, hábitats de anuros;
la lista de los anfibios del Parque Natural de El Valle
se limita al Sapo común (Bufo spinosus) “el gigante tranquilo” o “sapo espinoso”, es el anfibio más grande de la Región y de España;
la Rana común (Pelophylax perezi) “una gran nadadora”, es uno de los anfibios más comunes y abundantes en el sureste peninsular, el Sapo corredor (Epidalea calamita) “el explorador incansable”, es el anfibio más rápido en tierra y el sapo común (Bufo bufo) o sapo europeo.
Monte través, cortamos la pista y descendemos junto a un pequeño refugio
a la Rambla del Valle;
vemos a la izquierda un antiguo horno de yeso o calera
y salimos a la carretera al Valle Perdido de vuelta al aparcamiento.
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