Cartagena monumental
Posteriormente fue saqueada por los
germanos, recuperada por los bizantinos, tomada por los árabes y vuelta a
reconquistar para la cristiandad por Fernando III en 1503. Cartagena vivió en
el siglo XIX una de sus épocas de esplendor, gracias a la industrialización y
al importante tráfico de su Puerto.
Aparcamos en
la Calle Pez (37°35'55.93"N
0°58'44.85"W) junto a las murallas de Carlos III.
En 1766, el rey
Carlos III, viendo el estado de indefensión en que se encontraba este enclave
militar tan importante, manda edificar la última muralla de Cartagena a los ingenieros
militares Mateo Vodopich y Sebastián Feringán; conocida como la “Muralla del
Mar”, rodeaba la totalidad del casco antiguo de la ciudad.
Ascendemos por
la escalera de caracol de la muralla
a la Calle Fleming, junto a la Universidad
Politécnica
vamos rodeando la plaza de toros;
su estructura se sostiene sobre
las ruinas del antiguo anfiteatro romano;
en su construcción participaron los
presos del penal de Cartagena, la inauguración tuvo lugar con una corrida el 5
de agosto de 1854; también se podía disfrutar de lucha libre y veladas de cante
jondo.
En 2008 comenzó
el derribo parcial de la plaza de toros, para permitir la excavación de los
restos del anfiteatro romano y su conversión en museo.
Por la Calle
Ángel llegamos a la histórica Plaza de La Merced, con la vista puesta en el Palacio
de Aguirre (edificio modernista del arquitecto Víctor Beltrí),
nos acercamos al
"Cardo de Salvius", un trozo de Calzada Romana del siglo I a.C. de
unos 15 m, la calzada romana (decumano máximo)
que dio acceso a la ciudad
y de
un gran ninfeo (monumento similar a una fuente, coronado por una ninfa), en el
que podría estar el origen del nombre popular de la plaza, conocida como "plaza
del Lago";
también se encuentran los restos de una casa de época púnica, a
unos 4 m de profundidad respecto al nivel actual del suelo,
presenta signos de
la conquista de la ciudad púnica de Qart Hadast por los romanos,
ya que se
hallaron cerámicas rotas con restos de un incendio.
A nuestra
derecha, en poco más de 200 m, se encuentra el centro Interpretación de la
Muralla Púnica;
nosotros continuamos por la Calle Don Roque, rodeando las
instalaciones del Gran Cine Central, construido en 1880 como mercado, es el
edificio más antiguo de la
Región de Murcia que se conserva dedicado a la proyección de películas.
Salimos a la
Plaza de Risueño, conocida como la «plaza de los Caballos», debido a que allí
se encontraban las caballerizas de gentes adineradas de la ciudad; forma parte
del recorrido de las procesiones de la Semana Santa, destacando la Casa de la
Fortuna, con los restos musealizados de una domus romana del siglo I a. C.,
dotada de ricos mosaicos y murales, cuyo nombre viene de la inscripción en
latín «Fortuna propitia»;
enfrente de la estatua de la Inmaculada Concepción
(Manuel Ardil Robles 1954), está la confitería Davó donde nos avituallamos; por
la izquierda queda muy cerca el Museo de la Guerra Civil.
Continuamos junto a la Federación
Carthagineses y Romanos,
presidida por el busto de Publio Cornelio Escipión ”el
Africano”, general y político romano que tomó Carthago Nova en 209 a. C.; derrotó a Asdrúbal Barca en
208 a. C. y posteriormente vencería también a Anibal Barca.
Rodeamos la Basílica
de la Caridad,
nombre de la calle y de Caridad la Negra (por su tono moreno de
piel), modelo artístico, prostituta y madama española,
famosa por su protección
a personas e imágenes de culto durante la guerra civil española, fue condecorada con la Cruz del Mérito
Naval.
Vemos la
exposición en el escaparate de una farmacia de medicinas antiguas,
antes de
iniciar la subida al Parque Arqueológico Molinete,
uno de los mayores parques
arqueológicos urbanos de España (26.000 m²); ubicado en la cima del cerro y su
ladera suroriental;
entre los hallazgos arqueológicos destacan los restos de un
«castellum aquae» en la zona alta,
los restos del Foro y del podium del posible
templo Capitolino de la ciudad,
la curia de finales del siglo I a C., muros defensivos de época púnica,
vestigios de fortificaciones romanas,
parte de la muralla del Deán o Felipe V
(siglo XVI) y molinos harineros del XVII.
Realizamos
en solitario el recorrido con vistas,
descendiendo al Barrio del Foro Romano
del Molinete (cerrado por las obras de reconstrucción),
han permitido conocer
el sistema de evacuación y canalización de aguas, en el área sacra del templo
de Isis, "pequeña Pompeya", ínsula I del yacimiento (manzana de planta
rectangular, de unos 2.500 m²) y de las tres salas del edificio
del atrio con sus calles perimetrales.
Desde el
decumano, se accedía a un gran conjunto termal en el Barrio del foro romano; las
termas contaban con salas de agua caliente (caldarium), agua fría
(frigidarium), sauna (sudatio) y una palestra para ejercicios gimnásticos; al parecer estuvo en uso hasta el siglo IV, junto a las termas el Edificio
del Atrio con sus altos muros y decoraciones pictóricas, en él pudieron
celebrarse banquetes.
Fases de las Termas
Fases del edificio del atrio
Fases del peristilo
Tomamos por
la Plaza de los Tres Reyes
a la Calle Jara, lateral del edificio Gran Hotel, edificio
modernista (Víctor Beltrí 1916), el más importante de la Región de Murcia,
Considerado
en la época como uno de los mejores hoteles en toda España;
durante la Guerra
Civil fue expropiado y convertido en la sede de las Juventudes Socialistas
Unificadas y el Cuartel General de Milicias.
Ya en la Plaza San Sebastián, desde el
edificio Torres con sus miradores centrales y decoración floral y la Casa
Llagostera en proceso de restauración (Beltrí, 1916) donde predomina la
decoración de azulejos con escudos y personajes mitológicos;
iniciamos el
recorrido por la Calle Mayor; el centro histórico de Cartagena resultó
destruido en el bombardeo de tropas centralistas, durante la revolución
cantonal de 1873; comienza entonces la tarea de reconstrucción de la ciudad,
coincidiendo este final del siglo XIX, con el extraordinario auge en la
explotación de la Sierra minera de Cartagena-La Unión, creándose una potente
burguesía acaudalada, deseosa de mostrar su poder económico a través de la ostentación
arquitectónica.
Es el centro de la vida cívica y comercial de
Cartagena, al ser puerta de entrada desde el mar al recinto amurallado (actual
casco antiguo); lugar de
paso obligado muy apreciado por distintos estamentos: Por el comercio para
situar sus establecimientos, por la burguesía para establecer sus residencias,
por los militares para ubicar sus oficinas, por las diversas sociedades recreativas
para fijar sus sedes y por los vendedores ambulantes para encontrar una buena
clientela.
El estilo
Barroco de la Calle Mayor convertida en calle salón, se puede observar en la
forma de su trazado, prácticamente recto, con una ligera curvatura, que nos
permite contemplar los edificios con una mayor perspectiva.
A nuestra
izquierda, en el Nº 28, aparece la Iglesia Castrense de Santo Domingo, de
estilos Barroco y Ecléctico, fechada entre los siglos XVIII y XX.;
por la
derecha, el actual Casino, de finales del XIX,
construido sobre el Palacio del
Marqués de Casa Tilly, del que se conservaron algunos elementos barrocos;
continuamos a la Casa Cervantes (Víctor Beltrí 1897/1900);
imponente residencia
para la familia Cervantes, se conserva la fachada.
Bordeamos por la derecha, desde la Plaza
Ayuntamiento en dirección a la Aduana, de factura clasicista (Maese Velasco 1930);
vemos el Palacio Consistorial de Cartagena (Ayuntamiento de Cartagena), edificio modernista (Tomás Rico Valarino 1900/1907), con fachada en mármol blanco
y cúpulas de zinc;
en su interior destacan columnas, lámparas y la gran
escalera imperial; recuperado tras sufrir
daños estructurales y problemas legales relacionados con su
reforma.
Cruzando la Calle Real, junto a la portada de
acceso al antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería,
con vistas del Arsenal
Militar,
nos aproximamos a la zona de la ampliación del Museo Naval (año 2013) correspondiente
al Submarino Isaac Peral (proveniente del paseo marítimo), en el antiguo Taller de Calderería
del Arsenal con paneles, vitrinas y medios audiovisuales dedicados a la vida
del inventor.
Caminamos hacia
el Puerto entre los 12 cañones,
con vistas del edificio
de la autoridad portuaria pasamos frente al Museo Naval de Cartagena, construido
en el siglo XVIII como Cuartel de Presidiarios y Esclavos, pasó a ser Cuartel
de Instrucción de Marinería después de la Guerra Civil.
En 2005, tras convenio entre
el Ministerio de Defensa y la Comunidad Autónoma, acoge en una parte de sus
bajos al Museo Naval; oferta un recorrido por la historia de la Armada en la
ciudad, dividida por áreas temáticas: Construcción
(evolución de las técnicas constructivas navales), navegación (cartografía e instrumentos
náuticos), artillería, armas submarinas, etc.
Visitado con anterioridad al igual que el Ayuntamiento y El Museo Nacional de Arqueología Subacuática.
Rodeamos por
la cola de ballena
al monumento en bronce hueco "El Zulo", homenaje a
las víctimas del terrorismo,
cruzamos el Paseo Alfonso XII entrando en la
explanada ajardinada,
donde se encuentra el monumento a los Héroes de Cavite y
Santiago de Cuba;
grupo escultórico conmemorativo a los españoles fallecidos en
la Guerra hispano-estadounidense de 1898, con la personificación de la Gloria como mujer,
presentando unas coronas florales a los mártires y el escudo de España.
Volvemos a
la Plaza del Ayuntamiento,
tomando por la calle enfrente del mismo (Calle de
Las Monjas)
para rodear por la escalinata de la Calle del Osario,
la Catedral de
Santa María la Vieja o Catedral Antigua de Cartagena; fue sede de la diócesis
de Cartagena, hasta su traslado a la ciudad de Murcia en el siglo XIII.
A finales del siglo XIX la
cimentación del templo falló y se hundió el ábside y casi todo el hastial
norte; se encargó la restauración al arquitecto Víctor Beltrí.
Durante la
Guerra Civil Española fue asaltada y destruidos sus altares, retablos e
imágenes, instalándose en su interior una cárcel política o checa. En 1939 fue
bombardeada y destruida, permaneciendo abandonada desde entonces.
Nos hemos
ido elevando sobre el teatro romano,
construido entre los años 5 y 1 a. C.; con
capacidad para unos 7.000 espectadores,
estuvo en uso hasta el siglo III, a
partir del cual se superpusieron varias edificaciones;
en 1988 fue descubierto en
unas excavaciones de la Universidad de Murcia.
Seguimos
subiendo,
entrando por túnel al Parque Torres,
situado en el Cerro de la Concepción, el más alto
de los cinco que protegen la ciudad;
ya tenemos vistas inmejorables del Puerto,
pero seguimos ascendiendo;
llegamos al busto del General Asdrúbal, fundador de
esta Ciudad en el año 229 A.C, situado en el acceso al Castillo de la
Concepción o "Castillo de los Patos", sede del Centro de Interpretación
de la Historia de Cartagena (Muro de las sorpresas y Museo de Ilustres);
los
materiales con los que fue construido durante el reinado de Enrique III (siglo
XIV), proceden de restos de
construcciones romanas, como pilastras, columnas, sillares y lápidas; ha
servido como presidio, almacén de pólvora y alojamiento de carabineros.
Vamos descendiendo
al aparcamiento,
sin tomar la opción de volver al Puerto, para incluir El Museo
Nacional de Arqueología Subacuática que ya conocemos; es el responsable del estudio, valoración,
investigación, conservación, difusión y protección del Patrimonio Cultural
Subacuático español; custodia
el 'tesoro del Odyssey' y la colección de la fragata Nuestra Señora de las
Mercedes, consta de más de 570.000 monedas de oro y plata.
Los cimientos
de Cartagena
seguirán aportando retazos de historia en años venideros, nos
ayudaran a comprender mejor, la vida y costumbres de los distintos pobladores
que dejaron su impronta en este Puerto de Culturas.
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