Casa de Cano-El Talayón-Senda Encantada
Accedemos desde la Autovía Murcia-Lorca, por el Hinojar (RM-D7), Aguaderas (RM-D8) y Campico López (RM-D9), aparcamos a la entrada de la pista a la Casa de Cano (37°33'47.64"N 1°33'51.27"W) en plena Sierra de Almenara.
Partimos por la pista de la derecha entre floridos almendros;
vemos una encina centenaria en medio del bancal,
de cuatro grandes brazos y más de 4 m de perímetro,
antes de acometer
el sendero de ascenso hacia el Talayón;
vamos por la cuerda remontando cotas entorno a los 800 m, al principio en empinado ascenso, para ir después manteniendo la altitud con buenas vistas a pesar del día nublado.
Apreciamos el Barranco del Talayón, la Sierra de los Mayorales y Lomo de Bas, al igual que dos majestuosas águilas con el fondo piramidal del Talayón;
el sendero presenta una vegetación de tipo mediterráneo, predominan sobre las encinas, el pino carrasco y las aromáticas, tomillo y romero junto a chaparros, albaidas, jaras, rabogatos, enebros y lentiscos.
Dos encinas
son el último arbolado de acceso a la cumbre por su ladera norte; subimos un trecho por canchal,
el sendero pasa a firme rocoso
poco antes de encumbrar el vértice geodésico del Talayón (879 m);
tomamos el mantente intentando protegernos del viento y disfrutando de las grandes vistas, sobre el extenso campo lorquino y las sierras circundantes.
A la vuelta,
tomaremos un atajo monte a través,
hasta enlazar con el sendero que desciende vertiginosamente hacia el Barranco de Ugéjar;
seguimos por la izquierda bordeando la Casa de la Madera
y unos magníficos eucaliptos;
llegados a una charca, o volvemos unos metros al sendero, o subimos por la pared derecha del barranco, para tomar la bonita Senda Encantada.
Vemos una cueva a la derecha mientras ascendemos,
cortando hasta dos veces el ramblizo formado por el barranco,
acabamos en el campo de almendros recién labrado, incluido el sendero de paso, límite entre el cultivo y el terreno forestal;
reaparece poco más adelante, subimos por él un corto
tramo hasta la explanada, donde vemos varias colmenas vacías o con pocas muy abejas.
Continuamos ahora pisteando hacia Casa Cano,
finca dedicada al cultivo del almendro, colabora con la conservación de los valores naturales de la Sierra de Almenara, mediante un convenio con la Fundación Global Nature para la conservación de la tortuga mora; entidad privada española, de carácter benéfico docente, fundada en 1993 y orientada a la conservación y protección del medio ambiente.
Vemos al tractorista abriendo grandes surcos en la tierra, al ser removida, sorprende el olor a naturaleza; sentimos la armonía y dinámica de nuestro viaje, al ser transportados mentalmente a tiempos pretéritos;
nos dan la bienvenida un par de chuchos y una simpática paisana que habita la casa, no es su dueña, lo son dos viudas que viven cerca y visitan asiduamente su propiedad, departimos un rato, intentando averiguar algún dato histórico de Casa Cano y el modus vivendi de aquellas personas que, como ella, se aferraron al terruño donde siguen viviendo generación tras generación.
Dejando el precioso paraje de Casa Cano, vemos su gran aljibe de bóveda alargada, vaso excavado y paredes impermeabilizadas, con puerta en el muro de cierre para evitar accidentes y descomposición del agua;
en 340 m volvemos por la pista al coche.
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