Osuna monumental
Salimos caminando hacia el jardín de entrada al área para tomar la Calle Capitán, seguimos por la Calle Agustín a la Plaza Santa Rita
y su antiguo Convento Agustino, S.XVI-XVII, fundado por el IV Conde de Ureña Juan Téllez Girón;
el retablo mayor es obra de Jerónimo Balbás, donde se instala la
Virgen de la Esperanza de Remesal, también destaca la presencia de una Virgen
embarazada.
Pasado el solariego Palacio de Miguel Reina y Jurado,
antiguo edificio de Correos con dos columnas estriadas sobre pedestales bulbosos y el escudo de los Reina y Jurado,
dejamos la calle ascendiendo por escaleras a la derecha, pasamos junto a la Plaza de la Asunción,
torciendo a la izquierda y bajando las escaleras de un jardín
con vistas de la Colegiata de Osuna
a la que nos dirigimos, subiendo la empinada y bonita Calle de San Antón.
Arriba,
nos encontramos a la izquierda con el Monasterio de La Encarnación de 1549, su primitivo destino fue el de Hospital de la Encarnación del Hijo de Dios; sirvió como colegio de la compañía de Jesús;
en
1626, como monasterio de monjas mercedarias con el patrocinio de Catalina Enríquez
de Ribera, duquesa de Osuna; gran parte del interior de la clausura se ha
convertido en Museo donde destacan una colección de Niños Jesús, piezas de
orfebrería e importantes obras de imaginería.
Por la derecha intentamos rodear la Colegiata de Osuna,
joya arquitectónica del Renacimiento,
alberga en su interior bienes culturales de diversa índole: pintura, escultura, orfebrería, retablos, etc.
La mayor parte de estas obras de arte han sido realizadas por artistas de renombre.
La construcción está realizada con sillería procedente de las canteras locales, caracterizada por el tono amarillento, una gran porosidad y un alto índice de humedad que le provocaron problemas estructurales.
Su aspecto recuerda a una fortaleza.
Pasamos junto al Museo de Arte Sacro alberga cuadros de José de Ribera "El Españoleto" (siglo XVII).
Poco más adelante
vemos el edificio de la antigua Universidad;
descendemos por el camino Buenavista con vistas de la iglesia y Torre de la Merced edificada entre 1767 y 1775 de piedra y sillar por el alarife Alonso Ruiz Florindo;
a los 50 m del cruce de calles, tomamos un sendero a la derecha subiendo por un descampado hacia el Coto las Canteras “La Petra de Andalucía”,
elevación sobre un sustrato rocoso de areniscas calcáreas suministrador de los sillares con los que se han levantado casas, palacios, iglesias, etc;
actualmente dispone de 4.000 m² de jardines con diferentes especies autóctonas, ideal tanto para conciertos, bodas civiles, eventos culturales o recepciones al aire libre.
En el exterior se observan diferentes esculturas de arenisca (león y carnero) y tallas (dos guerreros tocando el cuerno) que nos recuerdan Egipto o Mesopotamia;
en el interior de su amplio salón auditorio, la temperatura permanece constante a 22ºC donde estudiar las colección de enseres y herramientas utilizadas para la extracción y transporte de piedras.
Salimos a la pista a las ruinas de la Ermita de la Vía Sacra
e iniciamos la vuelta tras rodear el coto,
desde el cruce de la ida, descendemos por la Calle Granada, giramos a la derecha por la Calle Carrera
para ver el Pósito de la Villa (S.XVIII.), almacén de granos, audiencia, centro de reclutamiento, antiguo hospital y actual residencia de mayores; visitable el patio.
En la parte superior de la portada, el escudo del municipio: dos osos
encadenados a una torre sobre la que se alza una esfinge, león o caballo alado,
mitad animal mitad humano.
En la acera de enfrente la Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria,
su portada con arco de medio punto, alberga una hornacina con la escultura de la Virgen de la Victoria, que también preside el altar mayor (S.XVIII).
En la terraza de la Plaza Cervantes
nos tomamos el mantente (Bar/Cafetería El Arco), repuestas las fuerzas pasamos bajo el Arco de la Pastora,
de estilo neoclásico, construido durante el reinado de Carlos IV,
correspondía a la antigua Puerta de Ecija, única que se conserva en Osuna.
El postre lo pedimos delante de la Plaza de Toros (1904),
objeto del rodaje de la batalla del noveno episodio de Juego de Tronos (junto
al Parque San Arcadio), en la pastelería/heladería de la Rotonda del Escudo: Según
leyenda, Osuna lleva el nombre de los osos que poblaban esta zona en tiempos de
los romanos; hecho reflejado en la insignia del municipio, muestra a la Diosa
de la Sabiduría y dos osos atados a una torre.
Tomamos las Calles Juan de Vera, Alfolí, Cilla y Jesús para acceder a las más ilustre de todas, la Calle San Pedro, a nuestra izquierda, a tan solo unos metros, vemos además del Cine San Pedro,
la Cilla del Cabildo Colegial (S.XVIII),
edificada para granero donde iban a pagar los diezmos y primicias que antiguamente se pagaban a la Iglesia, se asemeja a un palacio cortesano.
En su portada se representa la Giralda con las Santas Justa y Rufina entre jarrones
de azucenas.
Por la derecha el magnífico palacio del Marqués de la Gomera,
llama la atención sus gárgolas con forma de cañones en su fachada barroca con efectistas influencias de la arquitectura colonial
y su torre-mirador en esquina;
al ser hotel,
entramos
al gran patio central, de dos plantas organizado según cuatro frentes con galerías de arcos de medio punto, apoyados sobre delgadas columnas de mármol blanco,
con una fuente en mármol, de base octogonal con un león sobre un pedestal que hace salir el agua de su boca;
también una capilla doméstica, pequeña pero de gran valor artístico.
Llegamos a la Plaza Juan XXIII,
tradicionalmente se la conocía como Plaza de San Pedro,
por localizarse contigua a la capilla de esa
advocación desde el primer tercio del siglo XVI; ocupado actualmente por las
Madres Carmelitas, aunque fuera fundado por el IV Conde de Ureña, D. Juan
Téllez Girón, como panteón de sus criados.
Seguimos por la Calle Cristo
desembocamos en el Convento de Nuestra Señora del Carmen
de principios del siglo XVI,
en su inacabada cabecera se hallan elementos góticos y renacentistas.
Posteriormente, en el siglo XVIII, se reformaron las naves y la portada.
Torcemos por la Calle Sevilla a la izquierda
para ver el Palacio de Govantes y Herdara, antiguo juzgado de Osuna, su portada del XVIII sigue un esquema compositivo similar al de otras casas señoriales de la ciudad.
En el dintel de la puerta se enmarca con una moldura el imprescindible escudo nobiliario.
Enfrente se halla la Casa de los Hermanos Arjona y Cubas, palacio de familia procedente de Galicia que llegó a Andalucía con la Reconquista, se instalaron en Osuna hacia el siglo XVIII.
En 1975 es adquirido por la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos
y en 1979 lo compra la Cámara Agraria Local, entidad que ha cedido el uso del edificio como museo al Ayuntamiento.
Mas adelante se encuentra el Convento de Santa Catalina;
cuenta con dos portadas, como era usual en los conventos de religiosas, la principal es de ladrillo, finalizada en 1664,
alberga en la hornacina que rompe el frontón, una imagen de Santa Catalina junto a la rueda del martirio.
Haciendo esquina, la Casa de la Cultura,
se instaló en el antiguo convento de jesuitas,
quedando la iglesia de dicho convento al otro lado de la calle.
Cruzamos la Plaza Mayor
donde se halla la Iglesia Convento de la Concepción (S. XVI y XVII)
con la Orden de las Concepcionistas Franciscanas. Destaca la espadaña construida de ladrillo de 2 cuerpos.
Cruzando por detrás del Ayuntamiento (Calle Tía Mariquita)
accedemos por la Calle Huerta
al antiguo Palacio de los Cepeda, del XVIII,
ofrece una fachada barroca con balcón coronado por el escudo de la familia que protegen dos figuras de alabarderos.
La casa perteneció a la familia de los Cepedas y su más destacado miembro
Santa Teresa de Jesús, aparece dibujada en el zaguán.
Salimos a la Plaza del Duque para seguir por la Calle Arcipreste Valderrama a las Plazas Consolación y Arcipreste Govantes
donde vemos la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación,
perteneció a la Orden Tercera de San Francisco, realizada en el siglo XVI, en los siglos XVII y XVIII se realizaron reformas barrocas.
En la nave izquierda, y a los pies, se sitúa la capilla sacramental, cuya bóveda se adorna con yeserías del XVII.
Volvemos por la Calle Cruz de vuelta al aparcamiento.
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