Isla Plana-Cabezo del Horno-Collado de los Navarros-Pico de las Perdices-Collado Hondo-Rambla del Cañar
Partimos hacia el Norte por pista de tierra durante 300 m; bordeamos una balsa por la izquierda;
tras 400 m, enlazamos con otra, seguimos por la derecha en prolongado ascenso hacia un collado (153 m);
vemos un Sapo corredor (Epidalea calamita),
anfibio anuro que se distingue del sapo común, por una línea amarilla o verde claro longitudinal en la mitad de la espalda, posee un cuerpo rechoncho de seis cm de largo, muy verrugoso y con patas relativamente largas.
Coronamos el Cabezo del Horno (285 m),
con fantásticas vistas sobre la Bahía de Mazarrón e Isla Plana,
donde tomamos el mantente;
en su cercanía se encuentra la Sima Destapada
(junto a los antiguos baños termales de la Marrana y la Cueva del Agua conforman las Cuevas hidrotermales de Isla Plana), su acceso es muy técnico con pasos estrechos y profundos;
al nivel freático de aguas termales (32º) se accede tras descender 220 m, la mayor parte del tiempo rapelando.
Retrocedemos unos metros
para tomar un sendero en descenso al Collado de los Navarros (195 m); monte arriba sin trazado, faldeamos intuitivamente por la izquierda el Pico de las Perdices (232 m),
para iniciar una fuerte subida
desde un collado (204 m), describimos un arco por el atochar
hacia un pino solitario, nos servirá de referencia mirando a la vaguada de nuestra izquierda; nos aupamos por traza senderil que se pierde a medida que cumbreamos una morra (285 m).
La zona es árida y desarbolada pero rica en tomillo,
palmitos, aliagas, cornicabras, romeros, espinos negros, espartos y bayones;
vemos cercanos los paredones calcáreos de la Loma de las Carrascas y la máxima
cumbre de Cartagena, Peñas Blancas (624 m), aunque de color terrizo, su
apariencia blanquecina se debe a un liquen que la cubre, supone un peligro para
los escaladores, por lo resbaladizo que se torna al humedecerse.
Nos desplazamos cresteando entretenidos, eligiendo trazadas,
admirando las magníficas vistas traseras de la Sierra de las Moreras y abajo de la Rambla del Esparrillar;
descendemos salvando el inicio de Rambla Honda de la Calera,
para volver a subir a la cresta lomera
por la que iremos avanzando buscando los mejores pasos.
Tras alcanzar en La Loma los 408 m, forzosamente iniciamos el descenso
de mucha pendiente
con roca, tierra suelta y abundante matorral
hasta Collado Hondo (348 m),
donde nos espera una antigua pista arbustiva, por
la que rodearemos un agujereado cerro de múltiples relieves y oquedades
figurativas.
Caminamos un trecho en ligero descenso,
para girar a la izquierda en clara bajada,
paralelos a un ramblizo hacia la Rambla del Cañar;
hacemos una breve parada en el potente manantial de agua;
existen datos documentados de la presencia de la cultura romana referida en una villae, estimando que su origen es debido a la existencia de agua, así como el caserío y la ermita;
la fuente fue canalizada hacia Isla Plana en el siglo XIX para una
fábrica de ladrillos, antes de ser utilizada sólo para la agricultura.
Disfrutamos brevemente
del húmedo entorno, sirve de abrevadero para los animales de la zona (tejón,
gineta, jabalí, garduña, zorro, galápago leproso, curruca, camaleón, lagarto
bético y culebras bastardas, de agua o herradura).
Bordeando el Cabezo de La Panadera,
transitamos cómodamente por la Rambla del Cañar
poblada de pinos, encinas, y álamos entre baladres y cañaverales,
mientras observamos la Cueva del Caballo, un enclave documentado sobre ocupaciones de grupos de cazadores y recolectores del final del Paleolítico;
rodeamos la depuradora,
el aprisco y Casa de la Boca del Cañar, así como los invernaderos; cortamos un ramblizo y entroncamos con una trocha paralelos a una antigua conducción,
vemos un curioso y destartalado banco bajo un algarrobo,
antes de pasar sobre el petado camping de Los Madriles
de vuelta a los coches.
Recomiendo realizar esta ruta la inversa.
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