Perrete Tierno en la Sierra de la Muela
envuelto en glamour y en brazos de su madre, aparece el protagonista
del paseo exploratorio por la Sierra de la Muela.
Comenzamos a caminar por la pista de la Umbría;
el cruce de un conejo provoca que salgan disparadas tras él las tres perras;
Perrete Tierno se mantiene al margen de las actividades cinegéticas de sus
hermanas.
Cruzamos el vallado del parque, antes de llegar al Pino Gordo,
tomamos a la derecha
una pista en ligero ascenso hasta el cruce con un sendero a la izquierda, por el que comenzamos a movernos; pájaros o ardillas, harán que las perras hagan veloces incursiones disfrutando de la naturaleza mas aún que nosotros.
El sendero pateado cursa por un ramblizo
hasta un campo roturado
donde seguimos por traza senderil
con pozo de nieve a juzgar por su diámetro y el grosor de sus muros, aunque se encuentra a relativa baja altura (500 m), no podemos olvidar que en tiempos pasados nevaba a estas alturas.
Entramos por las ruinas de las Casas de la Muela y la Casa Forestal del mismo nombre,
cedida al Grupo Scout Cruz del Sur por
la Agencia Regional para el Medio Ambiente y la Naturaleza en diciembre de
1990.
Volvemos sobre nuestros pasos
para tomar un sendero acondicionado en tramos por las bicis de enduro mayormente;
en la actualidad, el uso básico que se le da a la Sierra de la Muela es
básicamente forestal, presentando un creciente desarrollo el aprovechamiento
recreativo, deportivo y educativo. Caza, senderismo, bicicleta de montaña,
parapente e itinerarios educativos son algunas de las actividades más
desarrolladas en esta sierra.
Al principio vamos ascendiendo a una cota (512 m), rodeados de romeros y espartos,
veo los
mascajones (bolas de restos vegetales) que el jabalí desecha tras masticar las
hojas de algunas gramíneas, como el esparto o el albardín. De este tipo de
plantas, el guarro saca el poco “jugo” que puedan tener expulsando una bola de
fibras y celulosa mezcladas con saliva. Como dato curioso el corzo produce estos
mascajones para marcar territorio.
Comenzamos descendiendo
con vistas de Sierra Espuña
y el paisaje protegido de los Barrancos de Gebas;
la pendiente se agudiza cada vez mas,
hacia el final del
sendero tenemos que emplear la técnica del “arrastraculo”,
los perros nos esperan resignados.
Enlazamos con el canal del trasvase Tajo-Segura,
por la izquierda
con precaución salvamos los metros finales,
para alcanzar la pista asfaltada
que nos va a devolver en ligero ascenso hacia los coches,
con magníficas vistas de los badlands de Gebas.
Marchamos a la Huerta de Mula, residencia de la familia perruna, para seguir disfrutando de una suculenta barbacoa.
Comentarios
Publicar un comentario