Rambla del Beal-Mina Lirio-Calblanque-Salinas de Marchamalo-Sendero costero ecoturístico Mar Menor
Detrás del cementerio de san Ginés de la Jara, bajo a la Rambla del Beal
y pedaleo hasta la de Mendoza, tuerzo por pista degradada con vistas del Beal,
salgo a la carretera en el Estrecho de San Ginés, cruzo la Estación FEVE
hacia las instalaciones de la mina Julio César.
Bordeo la explotación a cielo abierto de Los Blancos III (Corta Sultana,) con maquinaria pesada abandonada en su fondo;
asciendo por pista deteriorada hacia el Collado de Ponce, donde se halla la Mina Lirio
y los
vestigios materiales de las explotaciones (un variado conjunto de edificaciones
destinadas a labores auxiliares, oficinas, almacén, laboratorios, polvorines,
etc.) en estado ruinoso o de corrosión.
Sigo por la pista donde se encuentran los edificios de oficinas;
se hace sendero a tramos con muestras de la desolación que dejan este tipo de excavaciones;
alcanzo el punto más elevado de la ruta con buenas vistas
del Mar Menor, Sancti Spiritus (396 m), Los Belones, Los Nietos e Islas
Menores.
Comienzo a descender zigzagueando con algún tramo de gran pendiente; al avistar la urbanización cambio de dirección por un ramblizo;
llegando a una balsa abandonada,
enlazo con una pista, la sigo a la derecha ascendiendo un pequeño collado muy pedregoso; bajo por una trialera hasta la pista agrícola
que acaba en el km 14 de la RM-314, la cruzo, tomando a la izquierda en la bifurcación, hacia la Casa del Puntal donde hay un club hípico, rodeo un antiguo molino;
pasando por zonas de cultivos alternando pistas en Los Huncos.
Ascendiendo un trecho por el Cabezo de La Fuente, dejo a la
derecha un antiguo cuartel de la Guardia Civil, reconvertido en una espléndida
mansión con fachada azulada; admirando las vistas marinas desde Punta Negrete,
comienzo a moverme por senderillo trialero rocoso.
Paso por los aparcamientos de Las Salinas del Rasal o de Calblanque,
voy dejando atrás varias calas (Arturo, Magre, Dentoles y Cocón) y puntas (Espada, Barriga, Pino y Lobo), los ramblizos y terraplenes se suceden; la belleza del paisaje semidesértico de palmeras, tarays, espartales, palmitos, paleras … combinado con tramos rocosos de pizarras, dunas y terrenos arcillosos, dotan al paisaje de un colorido que contrasta con el azul marino.
Bordeando el Cerro del Atalayón, llego a una zona de antiguas minas
y un acantilado, con pasos asistidos por cuerdas para los que padezcan de vértigo;
con las vistas de Cabo de Palos y su faro, inicio el último descenso trialero a Cala Reona.
Cruzo la autovía por la carretera de los Triolas, rodeando las Salinas de Marchamalo, hábitat de un pez endémico del sureste en peligro de extinción, el fartet (Aphanius iberus);
me abro camino al paseo marítimo de Playa Paraiso;
bordeo Villas Caravanig con el yacimiento arqueológico del Castillico,
restos presentes de la antigua fábrica de salazones construida durante le época romana.
Entro en la Playa de Mar de Cristal a Punta del Plomo con Club Náutico,
le siguen la Playa de Islas Menores, el paseo de la Punta de Los Barracones y la desembocadura de La Carrasquilla (rambla que finiquita en la Punta Lengua de Vaca).
Realizo parte del Paseo Marítimo de Los Nietos,
continuo por el sendero costero ecoturístico (coincide con el GR-92), desplazándome por el ahora embarrado Saladar de Lo Poyo, con las vistas de la Islas Perdiguera y El Barón;
cambio de dirección enfilando la Rambla del Beal,
cruzo la RM-F54 (Los Nietos-Urrutias)
para llegarme a la salida, por un tramo ligeramente técnico, interesante y divertido del interior de la rambla en ligero ascenso.
Ha sido un lujo de ruta por sus texturas cromáticas mineras y fuertes contrastes entre las zonas agrícolas, de monte y marítimas.
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