La Arpía en el Cenajo de las Napias

 

Cruzando Alhama de Murcia por la carretera de Fuente Alta (Alhama-Collado Bermejo), giro a la izquierda por la pista asfaltada del canal del trasvase Tajo-Segura; aparco en una explanada junto al control de aguas 

y hago unas fotos del preciosista amanecer.

Parto caminando por la pista asfaltada del canal; vuelvo a hacer otra fotos desde un improvisado mirador; 

dejo el asfalto a la altura del puente 

para ascender por la Pista Forestal del Abuznel, adentrándome en el Parque Natural de Sierra Espuña;

 le echo un vistazo a la charca artificial para anfibios y bebedero de animales; le entra un buen caño de agua que se desparrama Barranco del Amarguillo abajo.

Tomo un atajo evitando pistear todo el tiempo 

hasta las ruinas de la vivienda de Abuznel, nos habla de un modo de vida marcado por la austeridad, economía de subsistencia y autoconsumo. 

Posiblemente fue una de las muchas casas de pastores, jornaleros o labradores que no necesitaban más que una planta y si disponían, como este caso, de una pequeña porción de tierra, precisaban de una parte alta (sala) donde almacenar y ventilar el grano, guardar la chacina de la matanza (por San Andrés) y otros productos que se recolectan o elaboran. 

Con la creación del parque natural, se pusieron muchas restricciones para los usos agrícolas y ganaderos del suelo; la segunda mitad del siglo XX se caracterizó por una vuelta a las ciudades y el abandono de los campos.

Por la izquierda de las ruinas parte un sinuoso sendero 

con tramos mamposteros, 

va tomando altura para alcanzar uno de los dos objetivos de la ruta; los cenajos donde se encuentra la Cueva de la Arpía, ser mitológico cuyo ojo siempre permanece abierto vigilando que no coma;

 dispone de varias oquedades, 

una de ellas con erosionadas y sugerentes orejas rocosas; 

he tenido que apoyar manos solo una vez para acceder, hecha la exploración me desplazo por la cornisa bajo las grandes napias del cenajo 

con sus enormes orificios nasales.

Retomo el sendero 

continuando en ascenso hasta el collado (687 m) con un comedero, 

sigo por la pista principal, apartándome un momento para ver un gran pino perjudicado; 

comienza a descender eludiendo ramblizos 

hasta una bifurcación; 

sigo por la derecha la Senda de Fuente Alta, 

cruza por una zona muy bella de frondosa vegetación 

donde nace Fuente Alta y se entuba; 

tras bordear una zona abancalada acompañado de viejos olivos y algarrobos,

 llego a las ruinas de la Casa de Fuente Alta, 

donde disfrutar de las vistas de Carrascoy y el Valle del Guadalentín.

Ahora toca ejecutar el segundo objetivo de la ruta; el abrupto y pronunciado descenso paralelo a la Rambla del Azaraque. El primer tramo con suelo de roca agarra bien al no estar húmedo, 

el segundo de menor pendiente con algunos escalones y mucha curva, resulta mas sencillo; 

enlazo con el Sendero de las Milcurvas/Senda de Fuente Alta 

con tornantes por tramo de mampostería en seco, construido antaño mediante la colocación manual de la piedra, sin ningún tipo de mortero que la cohesione. 

Veo el Canal del Taibilla cercano al del trasvase, además de una cuevona antes de llegarme al coche.

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