Collado Mangueta-Morra de las Moscas-Morrón Chico o de Alhama-Pozos de la Nieve de Murcia

 

Desde Alhama de Murcia en dirección al Morrón de Espuña, por la carretera estrecha y serpenteante de Fuente Alta.

pasando por el Collado Bermejo, aparcamos al lado del Mirador del Collado Mangueta en Sierra Espuña.

Por asfalto, bajamos para tomar el Camino Forestal Pozos de Nieve de Murcia;

 en 200 m se inicia una traza senderil, 

nos lleva en constante ascenso, envueltos en la niebla entre mantos de nieve y tramos de pinar, 

a la Morra de las Moscas (1502 m) donde hacemos una parada.

Continuamos recto por pateando suelo esquelético y pedregoso a los Llanos de las Tres Carrascas, donde habitan algunas sabinas rastreras (moras); 

realizamos una pequeña trepada antes de coronar el Morrón Chico o de Alhama (1444 m).

Junto a la ruinosa garita azotada por los vientos que preside este Morrón Chico, tomamos un calentito café con leche observando el “nacimiento de la nuez”, 

el exterior se encuentra envuelto en una neblina espectral que impiden observar los picos y sierras circundantes, al Norte, la cercana Cuerda del Estepar; al N.O. la Cuerda de Los Carrascales; por el Oeste, Morrón de Arriba (1424 m) y Morrón de Espuña (1583 m); al Sur, Morrón Largo (906 m) y Morrón Redondo (881 m) y al Este, los Barrancos de Gebas.

Volvemos sobre nuestros pasos al track de la ida; 

dejando a nuestra izquierda el Collado del Piojo, vemos una torca o dolina, pequeña depresión geológica característica de los relieves kársticos; nos desviamos a la izquierda, 

en ascenso por pétrea vereda entre espartales y cojines de monja; 

la niebla no nos deja ver Prado Mayor, el Barranco de Malvariche ni los Pozos de la Nieve de Murcia, aunque vamos descendiendo con prudencia hacia ellos por Pavimento kárstico desarrollado sobre las calizas jurásicas.

Entramos en la zona amesetada de los Pozos de la Nieve de Murcia;

 vemos que siguen las obras de reconstrucción; 

visitamos los dos que están terminados y disponen de pasarelas, 

el N.º 13 de forma cónica 

y el N.º 11

con escalera de madera al fondo, 

es el mas grande de los 28 existentes en Sierra Espuña; también se diferencia en los poderosos contrafuertes y que su técnica edificadora, fue con mampostería a base de piedra caliza en vez de mortero de cal.

Los Pozos de la Nieve son patrimonio histórico de la sierra y vestigio de tiempos sin electricidad (siglos XVI al XVIII), donde se hacía necesaria la construcción de grandes pozos para almacenar la nieve, 

empleada en usos domésticos y distribuida en animales de carga por las localidades cercanas, 

aunque se comenzaba a repartir al atardecer, se derretía algo más de la mitad de la nieve. Su profundidad entre los 5 y los 13 m; 

el diámetro hasta 12 m y la capacidad máxima 1411 m³; sus gruesos muros, cercanos a los 2 m y enlucidos con una capa de cal, procuraban aislar del exterior, 

se llenaban de nieve con capazos de esparto, donde la iban aplastando para favorecer su conversión en hielo; hasta nueve personas relevándose podían atender un mismo pozo.

Por la pista, 

regresamos al cercano aparcamiento.

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