Presa del Bocal y Canal Imperial de Aragón

 

El Bocal de Fontellas es el nombre de la presa o azud, inicio del Canal Imperial de Aragón; el origen de este espectacular paraje comienza en el siglo XVI, cuando Carlos V, emperador de Alemania y rey de España, mandó construir en el lugar una presa que derivara en un canal llamado Acequia Imperial; 

en 1770, bajo las órdenes de D Ramón Pignatelli, se concluyeron sus 102 kilómetros de longitud y desde 1985 forma parte del patrimonio de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

En 1790 se rodea de jardines, se construye una presa, la Casa de Compuertas y una vivienda para el gobernador del canal, el Palacio de Carlos V, edificado sobre una vieja fábrica del siglo XVI, diseñado como un sólido bloque de ladrillo, con un primer cuerpo de sillería y otros dos de ladrillo, cuya fachada principal presenta dos torreones; 

este Palacio de Carlos V es el comienzo de un paseo rodeado de árboles que lleva hasta el final de El Bocal, un lugar paisajístico, arquitectónico, histórico, hidráulico, etc, a través de un paseo idílico para disfrutar de una mañana al aire libre; 

desde 2004 le ha valido la declaración de BIC; junto al Palacio de Carlos V, se localiza una iglesia neoclásica de finales del siglo XVIII, la Capilla de San Carlos de Borromeo.

El poblado se une al palacio a través de una avenida, flanqueada por árboles. 

También se deben reseñar dos presas en el río Ebro. La más vieja, situada detrás del Palacio de Carlos V, es una obra de sillería del siglo XVI, realizada por Gil de Morlanes. La otra, ubicada aguas arriba, pertenece al siglo XVIII y se debe a la iniciativa del canónigo aragonés Ramón de Pignatelli.

Pasaremos junto al viejo roble de el Bocalcon con más de 30 m de altura, lo más probable es que fuera plantado en el inicio de las obras para la Acequia que serviría de cimiento para el Canal Imperial de Aragón. 

Así, llegamos a la conclusión de que este Monumento Natural tiene unos 500 años de antigüedad, nos desviaremos a la izquierda unos metros para visitar el ‘Laberinto Carlos’, un entretenido laberinto de más de 1700 m² construido con setos, perfecto para los más pequeños.

En el poblado residían en la época los trabajadores y técnicos de la presa, que ejercían su labor en la Casa de Compuertas sobre el azud, un edificio que, a pesar de estar dedicado a desarrollar un trabajo dentro de él, es digno de admirar. 

A la vuelta caminaremos por la pista florida, paralela al canal

 hacia el poblado del siglo XVIII, 

constituido por cuatro grandes bloques rectangulares, con dos pisos y tejados a dos aguas. 

Las fachadas principales de estos pabellones presentan una fuerte tendencia a la horizontalidad y se articulan rítmicamente con múltiples vanos adintelados y ventanas en el piso inferior y balcones y ventanas, alternativamente, en el superior.

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