Ruta Entomológica Sendero del Peralejo-Alto de Coronilla-Arroyo de Casa Segura
Accedemos desde la autovía Murcia-Albacete, por la salida 56 (Hellín Norte), seguimos por la CM-3213 (Hellín-Villarejo), giramos por la CM-3203 (La Sarguilla), CM-3216 (La Dehesa) y a 2km 750 m de Paterna del Madera, aparcamos a la orilla de la carretera (38°36'58.66"N 2°19'11.00"W).
Partimos por la pista de Casa Nueva,
en el cruce, seguimos rectos por el Sendero del Peralejo SL AB-12;
la pista
poco pateada
se hace sendero, cruza el Arroyo del Peralejo
en un tramo entubado por zona tobácea
y bella cascada,
donde se nos une un invitado gatuno.
Tras subida empinada, cortamos el hilo de una gran araña que cruza el sendero de parte a parte,
entramos en una zona abierta
con cerezos
y ruinas del cortijo El Peralejo;
disfrutamos comiendo hasta saciarnos de uno enorme,
al que le pesan las ramas por falta de poda;
caminamos al cruce con la pista PR AB-30 Catalmerejos-Cortijo de Tortas.
En poco mas de 2 km de subida progresiva, seguimos a la derecha en el cruce;
cuando llevamos 600 m, acometemos monte través
el ascenso al Alto de Coronilla (1489 m) en la Sierra de Alcaraz;
admiramos las vistas sobre Peñascosa, Alcaraz y el Almenara.
Comenzamos el descenso por la cresta lomera de la Vereda de Almenara, observando, porque mueve las alas, una hembra de Palpares libelluloides (libelluloides significa "que se asemeja a una libélula"),
este neuróptero (mezcla entre libélula y mariposa) es la mayor de las hormigas león de la Península Ibérica, sorprende su envergadura de alas que llega a ser de 10/11 cm;
con grandes ojos compuestos de geometría globular; los machos poseen unos cercos en el extremo del abdomen para sujetar a la hembra durante la cópula; son de dieta carnívora, especialmente de pequeños insectos como cigarras;
pasan gran parte de la jornada aferrados a los tallos de gramíneas y herbáceas. La larva vive en suelos arenosos
donde excava un cráter de unos 5 cm de diámetro, la arena debe ser fina y suelta; permanece pacientemente enterrada en el fondo del embudo, a que hormigas y otros insectos de parecido tamaño caigan dentro.
Cruzamos un bosquete de encinas,
encontrando varias piedras de sal en el suelo; aunque lo ideal seria colocarlas aprovechando troncos muy rectos de pinos descortezados, fijar los bloques de sal en la parte alta del tronco, y cuando el agua la disuelve se impregna el tronco y los cérvidos la chupan, sin que se mezcle con la tierra, contaminada a veces por otros animales como los zorros que orinan en ellas.
Enlazamos con la pista hacia las Coronillas, donde se ubican unas antenas y la caseta de vigilancia contra incendios;
tras breve charla con el vigilante, retomamos la ancha pista en continuo descenso
al Collado de la Cañada, donde seguir el PR AB-20 dirección Paterna del madera.
El sendero discurre bajo pinar,
rodeados de matorral mediterráneo y de numerosas mariposas revoloteando a nuestro paso, destaca la Hipparchia alcyone/Banda acodada, aunque se camufla a la perfección en rocas de alta montaña y zonas húmedas cercanas a los arroyos (como el de Casa Segura paralelo al sendero), que utilizan como bebederos, pasando desapercibida para sus predadores al confundirse con los troncos de los pinos o la pinocha del suelo; vuela una sola generación anual siendo en junio y julio cuando mas abundan.
Ademas de pinos de alto porte,
encontramos un magnífico ejemplar de nogal retallado,
cercano a las ruinas del cortijo de Casa Segura,
plagado de Carduus acanthoides;
en los ápices de cada rama hay una inflorescencia con uno o varios capítulos, redondeados, cubiertos de espinas filarias y flósculos de color púrpura, donde liban numerosos insectos
como la mariposa Argynnis pahia/Nacarada;
gusta de prados y sotos fluviales, donde suele posarse a libar sobre las inflorescencias de la zarzamora.
Tras la cópula, la hembra deposita los huevos en grietas de la corteza de árboles caducifolios;
antes del invierno, las orugas rompen y comen el huevo que las protegía, refugiándose en la misma corteza, donde pasan la diapausa invernal; en primavera abandonan su refugio y buscan su planta nutricia, principalmente violetas.
Continuamos por un breve encinar y,
vadeando el Arroyo de Casa Segura,
pasamos junto a las encinas gemelas, tres, con sus raíces entrelazadas;
salimos del sendero
para acercarnos a la Fuente de los Bandoleros,
donde tradicionalmente la gente del pueblo iba a merendar; las mesas han desaparecido y la barbacoa está tomada por la maleza.
Salimos a la pista principal,
girando a la izquierda de vuelta por el valle del Río de la Fuente del Roble
a la carretera
y aparcamiento, mientras nos refresca del bochorno una llovizna.
Comentarios
Publicar un comentario