Zaragoza Monumental

 

Salimos del aparcamiento cruzando la Avenida de José Atarés al Parque de la Chimenea; 

caminamos por el Puente de Santiago sobre el Río Ebro, 

entrando en el casco antiguo de Zaragoza por la Avenida de Cesar Augusto y el Torreón de la Zuda, alcázar musulmán situado dentro de Saraqusta y sede de los gobernadores musulmanes; el edificio pasó a ser palacio real y sede de los Reyes de Aragón hasta el siglo XIII; Jaime I el Conquistador y su esposa Leonor estuvieron presos en La Zuda durante 1224; fue un hospital y actualmente alberga una oficina de turismo; 

se pueden ver los sillares de la torre de la muralla romana sobre la que está construida.

Rodeamos las murallas romanas 

por el monumento a Cesar Augusto, 

entrando en la inmensa plaza de Nuestra Señora del Pilar por la Iglesia San Juan de los Panetes, famosa por la inclinación de su torre mudéjar octogonal del siglo XVI, aunque no tanto como la de Pisa; su nombre viene del reparto de pan en su puerta para los más desfavorecidos.

Seguimos desde el globo terráqueo

admirando el gran espacio disponible, observando multitud de detalles 

mientras recorremos la fachada de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, construida entre los siglos XVII y XVIII y joya del barroco en Aragón, primer templo Jacobeo y Mariano del Mundo,

 donde vemos representada la tradición de la Venida de la Virgen María, cuando aún vivía en Palestina, para confortar al apóstol Santiago en su empeño de llevar el Evangelio a Hispania. 

En su interior destaca la Santa Capilla, obra de Ventura Rodríguez, que alberga la imagen de la Virgen del Pilar; también son interesantes el Retablo Mayor, realizado en alabastro y el coro renacentista.

Dejamos la plaza 

por la Calle de Alfonso I 

y la Calle de la Torre Nueva

 hacia la Plaza de San Felipe, servía como lugar de encuentro y venta de los mercaderes con tiendas de artesanía en las calles adyacentes, destacan la Casa Montal una casa-palacio de los siglos XV-XVI que alberga un restaurante, 

la Iglesia de San Felipe, 

pequeña iglesia barroca del siglo XVII con bellos altares y figuras de apóstoles, el museo Pablo Gargallo, bello palacio renacentista y

 el torreón de Fortea, pequeña torre medieval de estilo mudéjar, alberga una sala de exposiciones y servicios.

Seguimos al Mercado Central 

torciendo por Cesar Augusto 

y el Coso 

a la Plaza San Roque y la grandiosa Plaza España, con el Monumento a los Mártires de la religión y de la patria;

 giramos por la Calle Jaime I a la Plaza y monumento en granito, acero inoxidable y bronce de José Sinués y Urbiola, Miembro de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País.

Vamos rodeando el Museo del Teatro de Caesaraugusta del siglo I d. C., con las ruinas del antiguo teatro romano; 

una parte de sus instalaciones ocupan solares correspondientes a casonas de época medieval, renacentista y barroca; 

el conjunto monumental y expositivo se halla enclavado en terrenos de la antigua judería zaragozana; 

unas pasarelas permiten a los visitantes contemplar los restos de las gradas y el escenario, protegidos por una gran cubierta traslúcida de policarbonato.

Callejeamos 

pasando junto a la Iglesia de San Gil Abad, 

construida en el siglo XIV en estilo mudéjar con posteriores reformas barrocas realizadas en el siglo XVIII. 

Nos dirigimos hacia El Tubo, zona de tapeo inmersa en un conjunto de estrechas calles repletas de bares y restaurantes, la encontramos con mucho ambiente festero; 

vamos derivando por Jaime I para rodear la Seo, Catedral del Salvador, 

cuyo material constructivo fundamental es el ladrillo, habitual en la arquitectura aragonesa, posee una mezcla ecléctica de estilos arquitectónicos de indudable belleza.

Pasando bajo la Casa del Deán, construida en el siglo XIII, siguiendo el modelo de casón medieval aragonés, sirvió de residencia al Deán del Cabildo de la Catedral, 

quien en 1293 decide construir un arco/pasadizo para unir su nueva residencia con la catedral, en su decoración se utilizan motivos mudéjares y platerescos. Cuenta la leyenda, que las instituciones civiles, no quisieron costear las obras de su construcción, por lo que el Deán se lo solicitó a Lucifer, quien accedió a realizar las obras, con el compromiso de que las almas de las personas que pasasen por el arco, serían suyas.

En la Plaza San Bruno domingos y festivos por las mañanas hay un mercadillo de antigüedades, esta vez estaban dando un concierto; 

vemos la bella fachada correspondiente a los ábsides, el muro mudéjar de la Parroquieta 

y después el Frontispicio de la fachada neoclásica de la Seo;

continuamos enfrente del Museo del Foro de Caesaraugusta, 

para cruzar por el puente más antiguo de Zaragoza que cruza el Ebro: El Puente de Piedra, con 225 m de largo y 7 arcadas,

 testigo de los mejores atardeceres de la ciudad (de eso damos fe); 




dos leones de bronce 

presiden ambos lados del puente desde 1991, representan el emblema de Zaragoza como símbolo de fuerza y poder.


La vuelta, por el Parque Macanaz siguiendo por el Andador Mario Gaviria, 

con excelentes vistas de la basílica graciosamente iluminada y reflejándose en las tranquilas aguas del Ebro; 

cruzamos de nuevo la Avenida de Los Pirineos, desde el Monumento Homenaje a las víctimas de los Sitios de Zaragoza

 y seguimos por el Parque de la Chimenea anocheciendo ya 

al aparcamiento.

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