Villaverde de Guadalimar-Arroyo de los Pajares-La Senda Encantada-Camping abandonado
Accedemos desde Riopar por el Puerto del Arenal a Villaverde de Guadalimar, aparcamos a la izquierda de la bifurcación, entre la carretera a Bienservida y la entrada a la población.
Partimos caminando por el Paseo de las Delicias
al primer cruce; comenzamos a subir por la derecha siguiendo las indicaciones del helipuerto;
pisteamos entre olivos
tomando altura con vistas de Villaverde;
en poco mas de 800 m,
giramos en descenso hacia las ruinas de una vivienda;
encontramos algo de barro, encharcamientos y multitud de setas a lo largo del camino.
Torcemos a la izquierda rodeando un aprisco;
el paisaje otoñal resulta impresionante con el día tan luminoso, tras las lluvias torrenciales provocadas por la trágica DANA 2024;
cruzamos el puente sobre el Arroyo de los Pajares;
dejamos al inicio de La Senda Encantada.
La Senda Encantada, es el resultado de una iniciativa del Ayuntamiento, para dotar de contenido relacionado con la magia, el bosque y las criaturas de cuento que las habitan (las hadas nos susurran historias, los duendes nos enseñan a hacer travesuras y las ninfas nos cantan canciones, mientras los gnomos te roban las joyas) usando los recursos que el monte brinda como materiales de construcción.
Un paso sobre el Arroyo de los Pajares por cuatro troncos,
con solo uno que no cede al pisar, no nos parece la mejor solución para un recorrido que pretende atraer a familias;
aparece el primer pino decorado con ventanitas
y la inscripción tras la puerta de algún duende “Salí a buscar piñones, vuelvo enseguida”.
En 30 m aparece el desvío que a 15 m nos muestra “El Rincón de las Histórias” (2),
en la base del tronco, disponemos de una libretita donde dejar un recuerdo de nuestro paso y un cubilete para colocar algún objeto personal.
Una vez puestos en la senda y en otros 40 m, en un pino abierto en la base de su tronco,
obra un entramado de escalerillas
que en conjunto se denomina “La Cueva del Resinero” (3)
ya que el recorrido se halla jalonado de pinos resineros (Pinus pinaster, pino rodeno, marítimo o negral) abundantes en esta Sierra de Segura e históricamente utilizados para la construcción de rodeznos y de mástiles de veleros (por eso lo de marítimo); la resina se usaba para la producción de colofonia (agente de encolado en masa del papel), alcanfor y aguarrás.
60 m adelante, veremos el par de pinos
con el proverbio del caminante “Camina en solitario y llegarás rápido. Camina en compañía y llegarás lejos” (4).
Con un puente tibetano extendido entre los dos troncos resulta de lo mas peculiar.
Descendemos a la vera del arroyo,
cruzando por un arrastre que se ha llevado la senda,
un tocón muy resultón nos viene a confirmar que la naturaleza por si misma también crea arte.
El número 5
me recuerda tanto el cómic de Flash Gordon en los Bosques de Arboria, como el hogar de Chewbacca (El Bosque de los Colosos)
o los Bosques de Star Wars donde habitan los Ewoks.
El nº 6 es una idea original y atrevida, como convertir un banco para que parezca un piano;
comenzamos a descender hacia un bosquete de helechos
sobre el arroyo donde se encuentra la coqueta casita de madera
sobre el tronco torcido e inclinado de un pino asomado a la ribera; colocarlo ahí tuvo que costar lo suyo.
Cruzamos el puente sobre el área recreativa y,
aunque la Senda Encantada continua con un recorrido mas abrupto,
hemos de dar la vuelta pisteando hasta el Paseo Constitución,
descendemos echando un vistazo al camping abandonado
y curiosamente poco expoliado,
situado en un lugar maravilloso muy cerca del Arroyo de los Pajares.
Continuamos al cruce con el cementerio,
volvemos por la pista asfaltada en descenso, entrando por Villaverde
al aparcamiento.
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