Murcia-Torres Falcón y Arcayna-Trialeras de los Polvorines-Tesoros de Monteagudo-Carril de la Torre
Salgo desde el Auditorio Victor Villegas de Murcia
al carril bici hacia el Puente Manterola para tomar el paseo del Malecón;
paso por la rotonda del Molino del Amor convertido en Centro de Agrodiversidad de Murcia Río; aquí la Acequia Mayor de la Aljufía, se divide en tres ramales, los otros dos son la acequia de Caravija (derecha) y la de Zaraiche (izquierda);
giro por la Albatalia entre caminos de la huerta a la Senda de Granada, cruzo bajo la A-30 y giro a la izquierda en busca del grandioso pino piñonero centenario y la Torre Falcón del siglo XVIII.
Pedaleo hacia la urbanización Joven Futura
y cruzando por la parte Sur de Espinardo, sigo el camino de Servicio Acequia Churra la Vieja
a la finca de Torre Arcayna, contiene los ejemplares de pinos centenarios mas grandes de la ruta; dos ejemplares muestran signos de que se están secando.
La Casa de Torre Arcayna en obras, está ubicada junto a la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación del siglo XVIII.
Cruzo bajo la Avenida Juan de Borbón
al Carril Migalona,
bordeando la zona Sur del Cabezo de Torres, giro por los Carriles Gregorios al de Amazara y Castillo de Larache,
entrando por La alberca del Huerto Hondo;
con 58 m de lado, seguramente almacenaba las aguas para el regadío de la Almunia de Larache por la que paso seguidamente (Se encuentra cercado y no podemos acceder).
Continuo recto por el Camino de Los Polvorines,
en progresivo ascenso a su área de recreo, le echo un vistazo a un almez monumental
y giro por la izquierda a la entrada del área;
pisteo unos metros subiendo por la derecha junto a una finca; en el cruce, asciendo fuertemente por la derecha; por sendero a media ladera en Monte Pinar (con mirador incluido)
vuelvo a realizar otro ascenso
para realizar dos trialeras seguidas;
sigo por sendero entre olivos, derivando por la izquierda hacia una cota con antena, para hacer el último sendero técnico
a las Lumbreras de Monteagudo,
lugar de nacimiento de nuestro primer ilustre, Alejandro Valverde Belmonte (25 de abril de 1980), pleno de épicas y grandes gestas ciclistas.
Me dirijo hacia la cercana Monteagudo tomando, tras un ascenso por barrio en fiestas,
al cruce con ascenso final por la pista Abderraman II
a la base del Cristo de Monteagudo. Veo en la subida el Castillejo, antiguo recinto palacial andalusí, disponía de bellos jardines, grandes estanques y una extensa superficie cultivada;
formó un conjunto residencial junto a la también próxima fortificación de Larache, entre los cuales se dispusieron una serie de albercas.
De peor defensa que el Castillo de Monteagudo, fue camino de su ruina, al perder interés en una tierra de constantes luchas, aunque acabo en manos privadas, ahora pertenece al Ayuntamiento de Monteagudo y está recién restaurado.
El Corazón de Jesús de Monteagudo, erigido y financiado por la sociedad murciana en 1926.
En 1936, a pocos meses del inicio de la guerra civil, se derruyó para rehacerlo en 1951 con 14 m de alto.
En su base, el Castillo de Monteagudo, compuesto de dos recintos amurallados concéntricos que superan los 5.000 m² de la Taifa de Murcia, enclavado en un puntal rocoso de 149 m, domina toda la Huerta de Murcia, vigilante de la frontera de orígenes islámicos.
El responsable de su construcción, Muhámmad ibn Mardanís, nombrado por los cristianos como el “Rey Lobo”, militar andalusí y emir, se opuso a la invasión de los almohades, que a pesar de su poderoso imperio, no pudieron conquistar por completo sus dominios hasta que murió.
Tras el disfrute de las vistas, desciendo montado dando saltitos por las escaleras a la Plaza de la Iglesia,
donde se encuentra el Centro de Visitantes de Monteagudo,
permite conocer las civilizaciones argárica, íbera, romana y árabe que se asentaron en la zona;
en él están reflejados 5.000 años de presencia humana en su entorno, estructurados en las cinco etapas o periodos más relevantes de su historia (Visitas guiadas gratuitas previa reserva).
Cruzando la población y la antigua carretera de Alicante N-340, vuelvo por la pedanía de la Cruz
pasando cerca de Casillas al precioso y florido Carril de la Torre
de vuelta a la salida.
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