Senderos por el Valle Perdido, Cerro de las Columnas y Balsa Redonda del Valle
Salgo en dirección contraria a la puerta del Bar en el Valle Perdido,
una de las áreas recreativas más visitadas del Parque Regional de El Valle-Carrascoy; derivando en ligero ascenso hacia el sureste,
corto la Rambla de las Canteras
y la pista asfaltada al Centro Ecuestre; dejando a mi izquierda la linea de trincheras y una covachuela,
tomo sendero con suelo rocoso unos metros, giro a la izquierda, descendiendo sobre una cueva artificial, que bien pudo servir como polvorín en la Guerra Civil.
Cruzo un barranquete,
lo sigo paralelo
remontando a un pequeño cañaveral
y enlazo con la pista principal; en 100 m, asciendo desde la bifurcación
por el sendero que bordea la balsa y fuente en un entorno de trepadoras;
camino siguiendo la tubería soterrada
con puentes acueductos;
antes de llegar al tercero y mayor de todos, emprendo una fuerte subida agraciada con multitud de pequeñas setas.
Entronco con la pista al Cerro de las Columnas en continuo ascenso;
los trabajos forestales tras el pasado incendio, se hacen visibles a medida que se abre el paisaje; los operarios se hallan cortando los pinos afectados;
queda abajo las ruinas del antiguo Orfanato del Valle.
Voy atento a dejar la pista por una traza senderil que, por la izquierda y en pocos metros, corona un cerro devastado por el último de tres incendios al parecer provocados;
la desolación en esta “calva” le baja los ánimos a cualquiera,
al igual que el sendero al precipitarse monte abajo, con una segunda parte mas aguda, donde extremar las precauciones y ayudarse de los bastones, se suaviza antes conectar con la Pista del Relojero.
La cruzo en busca de enlazar con el sendero que, a media ladera, camina paralelo a la Rambla del Valle;
de nuevo aparecen los efectos del fuego ennegreciendo el pinar en altura;
cruzo la carretera al Sequén
y atajo a la Balsa Redonda del Valle,
donde nada un pez dorado (Carassius auratus) también conocido como tres colas, carpa dorada o carpín dorado, es la versión doméstica de la carpa de río china, una especie de pez de agua dulce de la familia Cyprinidae. Se empezó a criar en cautividad hace unos dos mil años, siendo una de las especies de pez domésticas más antiguas y actualmente es el líder de acuario en agua fría y dulce.
Bajo las escaleras dejando los aseos a la izquierda y el área de picnic a la derecha; sigo la dirección del Sendero Cultural el Valle “A cada paso una historia”
bordeando el Arboretum; me desvío unos metros para ver dos hornos de yeso.
En las caleras, las piedras de yeso (aljez), asociadas a la caliza, se cocían en hornos creando óxido de calcio (cal), mediante la calcinación de la piedra caliza a 900 grados, se trituraba y transportaba para su venta.
Paso junto a un pino piñonero
y bajo un algarrobo,
a su vera se encuentra una charca de anfibios;
salgo frente al Centro de Interpretación del Parque Regional de El Valle,
giro unos metros por pista a la derecha y la dejo terminado de rodear el Centro
y un depósito de agua bien protegido.
Enlazo con la carretera del Valle y tuerzo a la derecha hacia el cruce al Valle Perdido;
sigo recto por sendero bajo pinar
rodeando el Vivero Forestal,
productor anual de 2.500 árboles de navidad del Pino de Calabria (Pinus eldarica), Pino Carrasco (Pinus halepensis) y Ciprés Común.
Desde su esquina, parte un sendero algo accidentado a la derecha, paralelo a la Rambla de las Canteras;
tras descender un tramo, la cruzo
para comenzar a subir sendeando, observo sorprendido un Fuligo cinerea, especie de hongo o moho mucilaginoso;
entronco con el Sendero de las Trincheras,
derivando por la izquierda y remontando una vaguadilla
a las instalaciones deportivas del Valle Perdido donde me espera el coche.
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