La “Masacre del Descargador”-Paraje los Pajaritos y Mina Catón-Sancti Spiritu y Molinos Eólicos de la Unión-Mina Colosal
Accedemos desde la Autovía Cartagena-La Manga; Salida Nº 4 por la N-332 a La Unión, pasada la población aparcamos en la Venta El Descargador (37°37'10.56"N 0°51'52.10"W).
Cruzamos la carretera para seguir rectos en la curva de la pista, cortamos un ramblizo y bordeamos el vallado de la cantera Emilia; el sendero minero
conduce a la carretera RM-F42, para cortarla y llegarnos a la antigua Fundición Dos Hermanos, fue una moderna fábrica de fundición con tecnología inglesa, consumidora de carbón británico (más caro pero más eficaz) cuyo objetivo era mejorar la galena argentífera procedente de la vecina Mazarrón.
Conocida como la Fábrica de Pío Wandosell Gil,
empresario innovador y querido por sus obreros, al ser uno de los pocos empresarios que pagaba en efectivo, a las personas empleadas en sus fundiciones y explotaciones mineras,
y no con el odioso e interesado sistema de vales, para comprar en tiendas propias o concertadas (con el inconveniente de la fijación de precios y la ventaja del fiado, aunque se contaba con la garantía del sueldo a cobrar por el obrero).
Tristemente famosa por la denominada “Masacre del Descargador”, hito en la historia del movimiento obrero en la cuenca minera; según las versiones de lo acontecido, sometidas a la subjetividad de quienes declararon (desde caciques a anarquistas): Cuando a la vuelta de un mitin en el Llano del Beal, donde se rechazaba la última oferta de la patronal, continuando con la huelga o motín de subsistencia según se mire; se percatan de la actividad laboral en la factoría y, supuestamente, se personan de entre todos ellos, una delegación organizada para comprobar si los obreros trabajan coaccionados; el hecho es que, por el motivo que fuese y con los ánimos crispados, las fuerzas de infantería y Guardia Civil que custodiaban el complejo, acabaron disparando finalmente sobre los manifestantes, matando a 7 (un niño entre ellos) y dejando 16 heridos.
En esta lucha de clases entre sindicatos y patronal, la prensa de la época culpaba a los mineros acusándoles de atacar a las fuerzas del orden con armas de fuego; los obreros a su vez, aducían que pedía un aumento en el jornal de cinco reales, debido a la fuerte inflación que devaluaba sus salarios (según datos manejados por el Instituto de Reformas Sociales, en 1916 cuando acontecieron los hechos aquí descritos, dos años desde que estallase la Primera Guerra Mundial, los precios de los productos básicos se habían “disparado” entre un 13,8% la leche, 24,3% el pan, 30,9% los huevos, 33,5% la carne de vacuno y un 57,8% el bacalao);
pedían que el carburo, como material de trabajo que era, fuese aportado por la patronal, igualmente exigían que la contratación de empleados fuera hecha a través del sindicato (algo que fue rechazado por la patronal al no querer admitir a obreros “problemáticos”); este resultado era el “merecido”, para todos aquellos obreros que manifestaban oposición al orden social establecido;
aunque, bien es verdad que, en el contexto de la época, la inversión de capitales suponía un gran riesgo para los inversores, en muchos casos obligados a formar asociaciones empresariales para disponer de liquidez y acometer las mejoras necesarias o remodelaciones en sus fábricas,
cuando la falta de minerales, el mal servicio de los transportes
o la subida de precios tanto de materiales como en la edificación de sus mansiones modernistas, estrangulaba su economía; aunque de sus buenas o malas decisiones dependían familiares y empleados a su cargo; los obreros eran los mas perjudicados al ser, con cierta frecuencia, reprimidos o tratados como mano de obra barata por las instituciones, llegando incluso las autoridades competentes a no respetar laudos posteriores, por cuestiones de ideologías políticas.
Discutiendo sobre el trasfondo económico y social que se vivía en la sierra minera de la Unión y en otros lugares de la geografía nacional,
dejamos el sendero para cruzar tanto la vía
como la carretera y tomar otro sendero en ligero ascenso; cruzamos sobre el Collado de las Tinajas,
rozamos la carretera pisteando hacia la vaguada del Paraje de los Pajaritos y la concesión María Dolores (Mina Catón),
dejamos la pista comenzando el ascenso por otra en desuso,
se trata de una zona muy conocida por los buscadores y los coleccionistas de minerales;
poseía excelentes cuarzos de diversas variedades; pasamos junto al castillete sobre las instalaciones de lavado de mineral, salvado del expolio en la Mina Catón.
Enlazamos con el sendero
que nos va elevando desde El Llano,
vemos una curiosa y enorme falla que abre la montaña de parte a parte como un melón,
torcemos a la izquierda en el cruce pistero hacia las instalaciones mineras;
iniciamos el descenso con fantásticas vistas del Llano del Beal, el Estrecho de San Ginés y el Mar Menor.
Pasamos por la acumulación de estériles de una mina de plomo; tomando en el cruce pistero en ascenso hacia Sancti Spiritu (396 m),
dejamos atrás las abandonadas Casas de Olmita,
acometiendo un contundente ascenso por pista hormigonada
a los Molinos Eólicos de la Unión, donde la fuerza del viento/energía eólica mueve la hélice de los aerogeneradores (8 turbinas eólicas con 660 kW de potencia cada una).
Las mejores vistas son para el Valle de Escombreras, Sierra de La Fausilla, El Gorgel, Bahía de Portman, Monte de Las Cenizas, La Manga Club, Pico del Águila y Campo de Cartagena.
La pista comienza su declive
y nosotros vamos atentos al track, para tomar a la derecha una pista
en claro descenso con vistas de La Unión;
se hace sendero mas adelante y agrava su pendiente trialera de tierra suelta y piedras, con maravillosas vistas de la Mina Colosal y sus lavaderos abandonados, a la que nos dirigimos con paciencia y prudencia.
Tras explorar a fondo sus instalaciones derruidas,
continuamos senda abajo
hasta desembocar en una planicie escombrera de aspecto marciano;
seguimos el descenso admirando una postal propia de la Capadocia turca,
pasamos junto al vallado de la cantera Emilia con un par de algarrobos de alto porte; el sendero paralelo a un ramblizo muy chulo,
enlaza con la pista
de vuelta al aparcamiento.
Comentarios
Publicar un comentario