CH de Archena-Noria del Acebuche-Central Eléctrica Río Muerto-Paseo fluvial Vicente Medina

 

Accedemos desde la A-30, Salida 121B a la N-301, RM-554 y B-10 cruzando el puente a la Avenida Río Segura de Archena donde aparcamos.

Partimos caminando por donde hemos entrado en coche, para girar en la rotonda a la salida del puente

por la Calle Ciudad de México; torcemos a la derecha cruzando sobre la Acequia de Caravija y la Central Hidroeléctrica de Archena, cuyo origen se remonta a 1845. 

Se trataba de un antiguo molino harinero, fábrica de hielo y de borras, situado en el paraje conocido como Llano del Barco, al que se le instaló también una dinamo, convirtiéndose en fábrica de suministro eléctrico en el primer año del siglo XX; en 1904, se concede la desviación del río Segura en el lugar conocido como río Muerto, construyéndose la fábrica de suministro eléctrico de la Algaida que visitaremos después.

Cruzamos bajo el Puente Viejo, inaugurado el primero de septiembre de 1865, tras toda una historia de vicisitudes, ya que las frecuentes riadas, destruían o dañaban seriamente las estructuras que se levantaban; se construyeron ocho barcas a lo largo del siglo XVIII; el arrendador del barco cobraba a los viajeros que iban a los Baños de Archena, un peaje que limitaba el ingreso en las arcas municipales y frenaba el transporte a los pueblos vecinos, al no disponer de puentes sobre el Río Segura.

Ajustándonos por la calle Jumilla al soto del río Segura, 

pasamos junto a las ruinas del antiguo transformador para la elevación de aguas

y ascendemos al borde del cortado,

junto a la carretera con grandes vistas sobre la ciudad

 y el Azud de la Acequia de Caravija.

Tocamos asfalto en la rotonda, para el inicio pistero hacia el Mirador de la Noria del Acebuche;

 

pasamos junto a su canal acueducto

 y el área recreativa con balsa, 

para acceder a la Noria del Acebuche, 

recientemente ha sufrido un episodio achacable a varios incendios que se declararon en varios cañaverales del río; 

es una noria relativamente moderna, 

construida en hierro menos palas y cangilones que eran de madera; 

su diámetro de 12,20 m, era la encargada de regar las tierras de esta zona de Archena, 

gracias al suministro de la Acequia de Caravija.

Continuamos por el camino entre limoneros e higueras, 

pasando bajo el puente al Azud del Río Muerto; 

entramos por el bosque de ribera repoblado con especies autóctonas (fresnos, almeces, sauces y tarayes) 

al área de recreo del Acebuche, propicio para hacer picnic, dispone de barbacoas, mesas de piedra, fuente de agua potable; 

le echamos un vistazo a su fábrica de luz (Central Eléctrica Río Muerto) 

y cruzamos por la pasarela sobre el Segura de vuelta. 

La vega del Segura se convirtió en un territorio donde las fábricas de luz se sucedían, para alumbrar a las poblaciones limítrofes y dar fuerza a los molinos y motores de riego.

Vamos dejando atrás el EDAR 

por el Paseo fluvial Vicente Medina, poeta y dramaturgo archenero cuya principal obra, Aires murcianos (1898), se convirtió en referencia del costumbrismo sentimental y de denuncia social, alabado por literatos como Azorín; 

llegamos al Puente Viejo, 

desde donde alcanzamos el cercano aparcamiento.

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