Murcia-Pista del Relojero-Collado de la Piedra-Sendero del Bosque-Sierra del Puerto

Salimos pedaleando desde Carrefour Infante en Murcia por Ronda Sur,

cruzamos por la rotonda que nos permite ir paralelos a la Autovía de Murcia,

nos dirigimos hacia el área recreativa de El Valle;

ascendemos por la Pista del Relojero (Rambla de El Valle)

y el Camino de las Minas del Cerrillar (Camino del Apóstol)

hasta el Collado de la Piedra; descendemos por la izquierda hacia las Canteras del Feo, para seguir un sendero en rampa a la izquierda de la pista, que desciende al Puerto de La Cadena; realizamos dos descensos técnicos; dos compañeros optan por la pista de la Cantera.

Continuamos bajando por divertidos toboganes,

para tomar a la derecha, antes de llegar a la Casa Colorada o del Comandante, la entretenida Rambla del Bosque.

Nos agrupamos a la salida del Sendero del Bosque.

Cruzamos la Rambla del Puerto, seguimos por debajo de la autovía Murcia-Cartagena en el Puerto de La Cadena,

torciendo a la izquierda para bordear la urbanización la Laguna;

seguimos por carretera (RM-E25) hacia Los Brianes y Corvera. La abandonamos por la Pista de Los Aguedas,

dejamos atrás las ruinas de la Casa de La Naveta,

donde hemos tomado el mantente y ascendemos por la Sierra del Puerto hacia Las Llanas.

Salimos en fuerte ascenso de la Pista de las Llanas hacia un mojón delimitador

para descender por el Sendero del Viejo Guarda de las Llanas, en principio con mucha pendiente y azotados por un viento frío,

después recorriendo un tupido pinar,

tras largo disfrute,

salimos a la pista asfaltada de las Llanas;

unos metros por la izquierda, nace un sendero revirado que nos saca a la calzada romana. Acabada la calzada romana en la rambla del Pocico con arrastres terrosos, descendemos hasta la cadena

para, cambiando de dirección, dirigirnos al edificio parcialmente derruido de Casas Altas, con dos plantas, un gran patio, varias cuadras y un palomar, de hace aproximadamente doscientos años, en la planta baja vivían los caseros, quedando reservada la superior para cuando venían los señores.

Estas casas de labranza, servían como residencia de verano de los propietarios. El edificio principal disponía de un gran portón a la entrada, para que carros y caballerías aparcasen en el patio, fuera se extiende una era destinada a la trilla mayormente. En conjunto coexistía el duro trabajo agrícola desempeñado en sus bancales, con la apartada vida de los caseros y el interés económico de los dueños.

Continuamos por la Senda del Caballo Muerto, alternando tramos de suelo rocoso con arenoso,

hasta la convergencia con la Rambla de Sangonera, por la que volvemos a transitar.

Pasamos cerca de la Ermita de La Cruz en el límite de Sangonera La Verde (también Llamada Ermita Nueva), por delante de los terrenos de la Casa de las Monjas, antigua propiedad de las religiosas clarisas, nos dirigimos a unas viviendas que hemos de rodear por pista entre vallado de cítricos, nos traslada a la parte trasera de la Cárcel de Sangonera;