Conjuntos Etnográficos de Taramundi
Partimos caminando hacia el pueblo, tomando la primera calle por la derecha; en el descenso vemos las indicaciones a los conjuntos etnográficos a los que nos dirigimos: Mazonovo, Esquíos y Teixois,
realizando
parte de la Ruta del Agua.
Dejamos el asfalto por pista hormigonada a la derecha,
descendemos por el paso del aparcamiento
al Museo de los Molinos,
dispone de 18 molinos: 7 de manuales, 6 hidráulicos, 3 específicos para niños y 2 a tamaño natural, donde observar su evolución a lo largo del tiempo.
El visitante puede moler, sintiendo el esfuerzo que conlleva el trabajo de molinero; la visita incluye un paseo por el exterior,
con paneles informativos y vitrinas de elementos relacionados con los molinos.
Situados a orillas de los ríos y aprovechando lugares con cierto desnivel, el sistema hidráulico de los molinos capta el agua río arriba, desviándola con un azud o presa hasta un canal, la conduce hasta una pesquera donde se almacena.
En el modo de conducir el agua hacia el rodezno unos lo hacer a través de una canalización en rampa o bocín; otros usan un cilindro o cubo de hasta doce metros de alto, para conseguir un mayor empuje del agua.
Una vez abierta la pequeña compuerta o saetillo, el agua golpea con fuerza las paletas del rodezno, haciéndolas girar y transmitiendo el giro a las piedras del piso superior a través de un eje o árbol, compuesto por una parte superior de hierro o espada, que cruza la piedra inferior para unirse a la superior por medio de la lavija, esta encaja en la rueda móvil arrastrándola en su giro y una inferior de madera que encaja en el rodezno (maza).
Dos piedras
cilíndricas, las muelas, con una abertura central, la superior o volandera
móvil y sus giros sobre la de abajo o durmiente (se mantiene fija) provocan el
rozamiento para moler el grano. El cereal se almacena en una tolva de madera de
forma tronco-piramidal invertida para, poco a poco caer por el agujero central
entre las muelas, que la convierten en harina, va a parar a un cajón de madera
o harnero.
En 180 m, dejamos la carretera a Teixois por pista en descenso a la derecha; pasamos por las ruinas del caserío de A Granda;
cruzamos el río Turía por el puente de la Escaderna,
ascendemos a través de un tupido bosque autóctono de castaños y alisos;
pasada la fuente continuamos subiendo por asfalto durante 1,4 km;
dejaremos atrás el sendero de entrada a la Cascada de la Salgueira, muy concurrida,
alcanzando el caserío de Esquíos y su Museo Etnográfico,
contiene
una amplia colección de útiles y herramientas tradicionales de la comarca.
Proseguimos por pista de tierra, un cartel nos ofrece la posibilidad de alargar la ruta a Veigas;
a nosotros nos interesa la versión corta; por tanto, tomamos a la izquierda
descendiendo por La Secada
a cruzar
por el puente el río Turía.
El sendero
nos deja en la preciosa aldea de Teixois,
con bar-terraza a la orilla del río donde reponer fuerzas
y el conjunto de ingenios hidráulicos
compuesto por un mazo, molino, batán, rueda de afilar y pequeña central eléctrica (4 €).
Volviendo sobre nuestros pasos,
caminamos paralelos al arroyo de Mestas, volviendo a Taramundi
por el mismo camino por el que se inició la senda.
Comentarios
Publicar un comentario