Faro y Salinas de Santa Pola

Accedemos por la N-332 desde la Marina del Pinet hacia Santa Pola, aparcamos en un ramal adjunto (38°11'8.85"N 0°36'14.48"W).

Partimos pedaleando por la pista de enfrente

hacia las ruinas de la Casa Blanca,

el Bunker de la Playa de la Gola

y su embarcadero;

continuamos por el Carril bici en la Playa del Tamarit;

dejamos momentáneamente la Avenida Blasco Ibañez por la calle Elda; rodeamos el puerto deportivo de Santa Pola;

ascendemos por la calle Muelle a la Plaza Glorieta

donde se encuentra el Castillo-Fortaleza con el Museo del Mar del siglo siglo XVI en estilo renacentista, en su interior se halla el patio de armas y el aljibe, con la Capilla de la Virgen de Loreto (Patrona de Santa Pola), el Museo del Mar y el Museo de la Pesca.

Dejamos atrás las cuestas del Calvario, tomamos en la rotonda la pista asfaltada por el PR-CV 61 hacia la Meleja;

pasada la Casa del Tío Yuano, torcemos a la derecha por la pista de tierra (Carril bici Santa Pola-Gran Alacant),

seguimos rectos en los cruces

hasta el Vértice Geodésico (147 m),

ubicado encima del Bunker del Faro donde tomamos el mantente.

Continuamos pasando junto a uno de los dos antiguos emplazamientos de antiaéreos

en medio de la pinada (Bateria Sur del Faro) vemos que han enrejado el túnel que los comunica

y seguimos por sendero roto a la pasarela del Mirador del Faro,

con vistas panorámicas de la isla de Tabarca;

seguimos hacia el faro,

lugar donde se situaba la Torre de la Atalayola, una de las torres de vigilancia costera que se levantaron desde 1552 en el litoral alicantino.

Comenzamos el descenso por la pista asfaltada o camino de servicio al faro, dejando atrás las ruinas de los pabellones de la guerra civil: barracones de tropa y caseta de oficiales;

descendemos velozmente

prestos a girar por el camino Barranco del Mayanco

para acceder a la entrada del Museo de la Sal y Centro de Interpretación del Parque Natural Salinas de Santa Pola donde vemos a los primeros flamencos;

cuenta con una superficie de 2.470 hectáreas, ubicadas en la zona litoral de la Bahía de Santa Pola. La explotación salinera desde finales del siglo XIX, ha permitido la pervivencia de Las Salinas, donde la presencia del flamenco

y cigüeñuela

es constante.

Al final de la Avenida Zaragoza giramos a la derecha cruzando la N-332 para pistear, disfrutando de un corto tramo por las charcas salineras Bras del Port. La dinámica de Las Salinas consiste en hacer circular el agua marina por un circuito de balsas, para obtener la concentración de sales como consecuencia de la evaporación. Las aves (avocetas, cigüeñuelas, charrancitos, tarros blancos, cercetas pardillas, patos cuchara y colorado, gaviotas, fochas y pollas de agua) se alimentan de los peces e invertebrados que penetran en las salinas, mientras que la producción salinera se beneficia de la riqueza mineral aportada por la avifauna.

El Camino del Saladar

nos aboca al carril bici de la CV-851;

tras 1,26 km torcemos a la izquierda por la Vereda de Dolores,

rodeando la zona esteparia de las salinas,

enlazamos con el Azarbe de Dalt

y la CV-853; por pista paralela y arcén durante 900 m, cruzamos el puente sobre el Azarbe Ancha para seguir por su pista;

vemos carteles que prohíben el paso a vehículos;

la zona tan despejada entre charcas salineras ricas en avifauna nos mantiene extasiados.

Salimos nuevamente a la N-332,

pasando por la Torre de Tamarit,

torre vigía construida en el siglo XVI para defender las costas de los ataques piratas; como se halla ubicada a la entrada de una gola de acceso a la albufera del parque natural de las Salinas, es conocida como la torre de las Salinas o de la Albufera.