Ruta de los Miradores-Huerta de Ricote-AR del Vivero-Vereda de Ojós-Salto de la Novia

 

Aparco en el Área de Autocaravanas y turismos de Archena, 

me despido de la familia que van de balneario, accedo por el paseo Vicente Medina, 

para tomar la carretera de entrada al Balneario de Archena, 

con tres hoteles, un balneario y galería termal.

A la salida de las instalaciones, giro a la derecha por un senderillo, me lleva bajo la Urbanización La Morra

 por la Ruta de los Miradores y el Paseo Fluvial El Golgo; por pista asfaltada al lado del rio Segura,

 rodeado de vegetación de ribera y algunas casas y huertos con mandarinos, naranjos y limoneros, atajo por Camino Ancho a la carretera de Villanueva del Segura.

Dejo atrás la población, 

cruzo bajo el túnel

 y tuerzo a la derecha por el Área del Soto;

 en 170 m, giro a la izquierda en ligero ascenso por carril encementado, 

sirve como rambla y para el soterramiento de los cables de alta tensión; 

llegado a las ruinas del Molino harinero, 

antaño perteneciente a la encomienda santiaguista de Ricote; tras un siglo de moler harina, se transformó para picar esparto; en la década de los 80 se entuba la acequia y queda abandonado a su suerte; 

cambio de dirección por la derecha; el corredor florido y huertano, entre limoneros y frutales

por sendero me conduce al lavadero de Ojós.

Salgo por la izquierda a la carretera, tomando dirección Ricote; asciendo un tramo de buena pendiente,

 suaviza un tanto pasado el cementerio; giro a la izquierda

 subiendo una rampa para alcanzar el Mirador del Rincón

 y tomar a la derecha

 el itinerario señalizado como Tramo Ojós-Ricote;

 me introduce por la fértil Huerta de Ricote entre almendros, limoneros, olivos, higueras, granados, palmeras y naranjos.

Paso por el canal entubado del postrasvase, 

siguiendo las flechas amarillas a Ricote, pueblo de marcado historial morisco, además de haber sido los últimos en salir de España; los moriscos ricoteños consiguieron alegando su cristianismo, evitar el decreto de expulsión de 1609, pero el interés económico que la oligarquía local tenía sobre sus bienes, propició el que en 1613 se promulgase un nuevo decreto dirigido contra ellos; fueron expulsados desde el puerto de Cartagena con destino a Berbería. En clara alusión al legado histórico de aquel pasado árabe que dejó su huella en estas tierras; 

realizo por la Huerta de Abajo un buen tramo de la Senda de los Moriscos, PR-MU 8.

El ascenso se va endureciendo,

 al punto de tener que empujar la bici unos metros antes de alcanzar el restaurado lavadero público “Los Molinos”, 

el cual se sitúa sobre un molino de cubo, 

en su origen las instalaciones estaban compuestas por las conducciones hidráulicas, un abrevadero, un cuarto de baño para las mujeres, dos molinos harineros, el propio lavadero y la balsa que recoge el agua durante la noche, para poder ser regada durante el día. 

Todo el conjunto se alimentaba del manantial de la Fuente Grande, un caudal de 12 litros por segundo, fue la principal fuente de aprovisionamiento de agua que tuvo la Huerta de Ricote hasta la segunda mitad del siglo XX, aunque el manantial principal es Fuente Caputa. 

Las aguas que hoy pertenecen al Sindicato de Regantes, fueron en su día aprovechadas por los árabes, para después pasar a ser propiedad de las Órdenes de Santiago y Calatrava.

 Hasta el lavadero hay entre 1,5 y 2 km, que las mujeres tenían que subir cargadas con el barreño, la ropa de toda la semana, azulete, lejía y jabón.

Me desvío en una curva del carril encementado para descender al AR del Vivero, 

el sendero tiene escalones en mal estado, alguna curva muy cerrada y surcos de escorrentía, resultan traicioneros si intentamos bajar montados; 

dejando atrás el aparcamiento del área, 

hago un atajo trialerillo enlazando pista con carretera; veo la fuente camino del pueblo;

 sigo recto por la población, buscando la mejor manera de tomar por la zona alta,

 el sendero Vereda de Ojós por el Carrerón PR-MU 8.1.

 Con grandes posibilidades de pinchar gracias a los cactus y vidrios que lo pueblan, 

el sendero desemboca en la Senda de Los Moriscos (PR-MU 8) junto a un antiguo horno o calera,

 ya que estamos en un área de yeseras (Cabezo del Aljezar lo denominaban los árabes y significa “lugar rico en yesos”); las piedras de yeso (aljez), asociadas a la caliza, se cocían en hornos creando óxido de calcio (cal), mediante la calcinación de la piedra caliza a 900 grados, se trituraba y transportaba para su venta.

Doy un pequeño rodeo para encarar un antiguo canal, 

salva el collado sobre el subterráneo paso del canal del trasvase; 

el sendero vallado desciende zigzagueante poco antes del mirador del polideportivo de Ricote, con vistas de la cresta en la Sierra del Salitre, donde se halla la fortificación denominada de Los Peñascales en época medieval; 

paso entre las pistas deportivas y el canal del trasvase, 

camino del cementerio; 

cruzo el puente sobre el Barranco de las Ánimas saliendo a la carretera Ricote-Ojós.

Desciendo al cruce de la ida, atento a tomar un par de metros por la derecha, entre paleras y granados, la Vereda del Salto de La Novia en el Rincón; 

enlaza por carril bici en descenso con el sendero con valla de protección de la Vereda de Ojós; en restauración por derrumbes, 

resulta muy técnico en algún punto; 

cruzo Ojós enfilando hacia el puente del río Segura sobre la estación de aforos; 

subo por la cortijada de la Cuna en las Coberteras, 

hago un alto en el mirador del Salto de la Novia,

 admirando el Paraje Natural del Valle de Ricote.

En el descenso veo la Noria de Villar Felices, 

sigo paralelo al río Segura paso bajo un ojo del puente entre Villanueva y Ulea, 

hasta llegar a la abandonada “Fabrica de Luz” del Azud de Ulea; 

por la pista de la mota del río, entronco con la carretera para volver a la salida.

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